Expectativa por la sesión sobre retenciones en medio de advertencias sobre la vuelta a las protestas.

Hay un fuerte operativo de seguridad en el Congreso, adonde llegan militantes oficialistas; Biolcati dijo que si la ley avanza, las posibilidades de volver al paro son «muchísimas«; De Angeli alertó sobre la convocatoria a un cacerolazo para esta noche; el kirchnerismo negocia para conseguir quórum.

Casi 120 días después del inicio del conflicto y en medio de la creciente presión de que el campo retome las protestas en todo el país, el Gobierno busca dar el primer paso para convertir las retenciones móviles, origen de la prolongada crisis, en ley.
Tras la trabajosa aprobación del dictamen del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, que amplía los beneficios para pequeños y medianos productores, pero ratifica las alícuotas móviles tal como fueron concebidas, el kirchnerismo buscará dar media sanción a la iniciativa durante una sesión especial en la Cámara de Diputados.
Si algo no contribuye a que la Casa Rosada avance sin problemas, es el clima de desconfianza, impaciencia y creciente malestar que vuelve a sentirse en las rutas del país y la amenaza de que la Sociedad Rural, CRA, Coninagro y Federación Agraria, no puedan contener el enojo de las bases.

Amenaza de paro

Esta mañana, el vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati, dio muestras de este complejo panorama. Evaluó que, si las retenciones son ratificadas por la Cámara de Diputados (faltará luego la sanción del Senado), seguirá la protesta rural y planteó con fuerza la posibilidad de que el campo decida un nuevo paro.
«Si esta resolución se convierte en ley, no habrá cambiado su contenido. Entre los ruralistas la disconformidad es muy grande y el daño que se le hace a la producción continua vigente», planteó el dirigente en declaraciones a radio 10. «Cómo está, el proyecto no sirve para nada. Es cosmética pura», añadió luego en declaraciones a C5N.
Además, ratificó la intención del sector de recurrir a la Justicia si la resolución 125 se convierte en ley. «Tendremos que analizar nuestra actitud si se ratifica [el esquema de retenciones móviles]. Pero dudo de que cambie el ánimo de los productores. Interpondremos un recurso ante la Corte Suprema», aseguró.
Consultado puntualmente sobre la posibilidad de que el sector vuelva al paro si el Congreso avanza tal como pretende el Gobierno respondió: «Si esto sale ratificado de la manera que busca el Poder Ejecutivo, muchas, muchísimas». Habló de protestas, pero evitó mencionar la posibilidad de que el regreso de los reclamos incluirá cortes de ruta.

Cacerolazo en puerta

En la misma línea, Alfredo De Angeli ratificó que el avance de la ley de retenciones móviles en la Cámara baja no hará sino reactivar la protesta del campo, pero rechazó que el descontento derive en una vuelta a los cortes de ruta.
Afirmó que productores de distintos puntos del país están organizando un cacerolazo para esta noche. «Estaban convocando en una cadena de mensajes para un cacerolazo esta noche a las 20, porque hay mucha preocupación con lo que harán los legisladores sin el consenso de los sectores agropecuarios», relató el presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos.
Por otra parte, al igual que Biolcati, indicó que, si las retenciones móviles se convierten en ley el sector recurrirá a la Justicia y que continuará la protesta rural. «Seguiremos reclamando porque no vamos a claudicar. Estamos por la subsistencia de los productores del campo», dijo en diálogo con radio Global Station.
En este punto rechazó la posibilidad de retomar los cortes de ruta. «Creo que no, porque al único que favorecería es al gobierno nacional, que tiene problemas con el abastecimiento de gasoil y nos van a achacar la culpa a nosotros», razonó.

El debate

En este clima de creciente tensión, la atención en torno al debate legislativo estará centrada en dos puntos: el primero, ver si el oficialismo reúne el quórum necesario, 129 legisladores sentados en sus bancas, para iniciar el debate y, luego, si consigue los apoyos necesarios.
Para ser aprobado, el proyecto oficial requiere mayoría simple, es decir, el voto a favor de la mitad más uno de los legisladores presentes. Si logra media sanción, será girado al Senado, donde el oficialismo buscará convertirlo en ley.
A las dificultades para asegurarse los números, el oficialismo sumó ayer otra preocupación: la decisión que le transmitió Cristina Kirchner al jefe de la bancada, el santafecino Agustín Rossi, que no aceptaría nuevas modificaciones a la iniciativa del Gobierno. Cerró así la puerta a la posibilidad de sumar medidas compensatorias que amortigüen el efecto de las retenciones móviles, ampliamente rechazadas por el agro.
Aunque todas las miradas están centradas en si finalmente el Gobierno logrará imponer su voluntad, un grupo de diputados disidentes se ilusiona con lograr que el proyecto alternativo que impulsan sea discutido en el recinto. Para que eso sea posible tendrá que ser rechazado el dictamen de mayoría, es decir, el que tiene la iniciativa de Balcarce 50.

El otro proyecto

Diputados de Córdoba, que responden al gobernador Juan Schiaretti, presentaron ayer junto a Felipe Solá, radicales K encabezados por Daniel Katz y diputados leales al ex gobernador de Entre Ríos Jorge Busti, un proyecto alternativo al del Gobierno, que cuenta con el respaldo de dirigentes cercanos al vicepresidente Julio Cobos.
El proyecto propone una nueva fórmula para el cálculo de las retenciones, con una alícuota menor para la soja a la que dispone la polémica resolución 125 y que en ningún caso superen el 41 por ciento. También establece un régimen de compensaciones para pequeños productores de soja, maíz, trigo y girasol que no superen las 3000 toneladas anuales de producción.

Congreso custodiado

Mientras desde las 12 carpas montadas frente al Congreso, tanto por el kirchnerismo como por agrupaciones que apoyan al campo, se espera el inicio de un debate que se anticipa prolongado y ríspido, la policía montó un fuerte operativo de seguridad en los alrededores del Parlamento por el que están cortadas las calles que rodean el Palacio Legislativo.