Finalmente, y tras días de especulaciones y rumores, Alberto Fernández presentó su renuncia a la jefatura de Gabinete del gobierno de Cristina Kirchner.

Foto LaNacion.com

Se comunicó con Cristina Kirchner para transmitirle su decisión; hay mucho malestar en Olivos por la sorpresiva determinación; Randazzo, Massa y Capitanich aparecen entre los posibles reemplazantes; crece la expectativa por otros cambios en el gabinete.

Lo sorpresivo de la determinación y el hecho de que haya trascendido primero por los medios provocó mucho malestar en el matrimonio Kirchner. Aunque especulaban con su alejamiento, no esperaban que fuera tan pronto.
En este contexto, no se descarta que la Presidenta le pida a Fernández que permanezca unos días más en el cargo hasta elegir a su reemplazante. Tampoco se destima la posibilidad de que la decisión del jefe de Gabinete sirva para impulsar otras renuncias.
El recambio podría incluir al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno; al ministro de Justicia, Anibal Fernández; al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli y al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. No se descarta que algunos de ellos dejen sus actuales puestos para ocupar otros dentro del gabinete.

En danza

Entre los nombres que circulan como posibles reemplazantes de Fernández aparecen el actual ministro del Interior, Florencio Randazzo; el presidente de la Cámara de Diputados, el jujeño Eduardo Fellner; el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannin, De Vido, que cambiaría de cartera, y el intendente de Tigre y ex titular de la Anses, Sergio Massa, que desde poco después de las 11 está en Olivos.
A disposición
Fernández ya había puesto a disposición su renuncia el jueves pasado tras el revés del Gobierno con las retenciones móviles en el Senado. Al día siguiente fue el elegido por la jefa del Estado para anunciar la marcha atrás con la resolución 125 que desató el conflicto con el campo.
Lo mismo habían hecho el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, cuya dimisión fue aceptada, y De Vido.
Más temprano, allegados de Fernández habían dado cuenta ante una consulta de lanacion.com de la decisión de Fernández de abandonar el cambio.
Habían hablado específicamente de la «decisión irreductible» de «liderar» el proceso de «oxigenación» del gabinete de Cristina Kirchner. También de su malestar con hombres del Gobierno que responden a Néstor Kirchner, como Moreno y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime.
Hombre clave. Fernández tuvo un rol central en las negociaciones con el campo durante los más de cuatro meses que duró la primera fase del conflicto. Fue el negociador designado por el Gobierno y el máximo referente de la Casa Rosada en las reuniones con las entidades del agro. Ese lugar le valió varios enojos, sobre todo cuando vio naufragar varias tratativas encaminadas, incluso atisbos de acuerdo, que luego se frustraron por orden del ex presidente.
El jefe de Gabinete es uno de los ministros que permanecieron en su cargo tras el recambio presidencial entre Néstor y Cristina Kirchner y se convirtió en miembro de la mesa chica que durante cinco años discutió las decisiones más importantes con el matrimonio presidencial.