Los heridos superan los 1.500. Hay 100 mil personas sin techo. El sismo se registró en la región de Abruzzo ayer por la madrugada y fue de 6,3 en la escala de Ritcher. El gobierno decretó el estado de emergencia.

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La cantidad de muertos por el devastador terremoto que sacudió el lunes el centro de Italia aumentó a 180, de los que 40 deben ser aún identificados, según informó el centro de coordinación de rescate en la capital de los Abruzos, L??Aguila. Más de 24 horas después del terremoto de magnitud de entre 5,8 y 6,2 grados, 34 personas se encuentran aún desaparecidas en los Abruzos.

Los heridos se calcularon en unos 1.500, mientras decenas de miles de personas se quedaron sin hogar, debido a que sus casas se vinieron abajo o sufrieron serios daños.
Numerosas réplicas están dificultando los trabajos de salvamento en torno de L??Aquila.
Ninguna calle del casco histórico se salvó, los cúmulos de piedras, cal y desechos dominan la localidad. «Debajo hay muertos, no se toman fotos ni se entra», sentenció un carabinero en una callejuela del centro cubierta de muros derrumbados y cristales rotos.
Un extraño silencio cubre el corazón de la ciudad medieval, que parece abandonada después de que buena parte de sus habitantes se fueran por los daños sufridos por sus hogares.
«Podemos decir que la mayoría del centro histórico está vacío», explicó a la AFP un responsable de Protección Civil.
Tanto policías como carabineros patrullan los escombros, pasan de casa en casa, tocan a cada puerta y evalúan el impacto de los daños.
«Tratamos de ayudar a la gente que se quedó, sobre todo a los ancianos, de manera que pasen bien la noche y se eviten los ladrones», dijo.
Numerosos automóviles están enterrados, una campana yace en el suelo tras desprenderse desde quince metros de altura y la cúpula de la iglesia dejó sus históricos frescos al aire libre tras derrumbarse.
«Por ningún motivo me voy de mi apartamento, que está intacto porque fue construido por mi hermano arquitecto con materiales antisísmicos. La casa aguantó a pesar de que el terremoto fue terrible», advirtió Maria DAndrea, de 82 años.
Una decena de cuarteles, estadios y gimnasios alojaron a los damnificados que no quisieron abandonar la ciudad.
«Viví 20 segundos en el infierno», contó María Francesco, quien asistió al derrumbe de su casa. «Me sentía como en un filme, no me parecía real», agregó aún atónita.
Numerosas personas se refugiaron en los propios automóviles estacionados frente a la propia casa derruida, a la espera de un abrigo mejor.
El ministerio del Interior envió 1.700 policías y bomberos de refuerzo a la zona siniestradas.
Las carreteras de acceso a LAquila fueron cerradas por lo que miles de personas caminaban como hormigas con mantas bajo el brazo y botellas de agua, completamente cubiertas por el polvo blanco.
El sismo de magnitud 6,2, según el nuevo sistema de cálculo del «momento», fue registrado a las 03H30 locales (01H30 GMT) y tuvo su epicentro a 8,8 kilómetros de profundidad.
«Es una tragedia sin precedentes», afirmó el jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi, que anuló un viaje oficial previsto a Rusia para este mismo día y decretó el estado de emergencia.
Según Protección Civil, más de 10 mil viviendas y edificios quedaron inutilizables por el temblor, entre ellos un hotel y la Casa Estudiantes, donde residen cientos de jóvenes de la populosa Universidad de LAquila.
El papa Benedicto XVI manifestó su dolor por las víctimas y «en particular por los niños» que murieron en el sismo.
Berlusconi designó al jefe de Protección Civil, Guido Bertolaso, como coordinador de las tareas de rescate.
«Habrá numerosas víctimas, muchos heridos y muchas viviendas derrumbadas», advirtió Bertolaso.
El casco histórico de LAquila, con numerosas edificios históricos y monumentos artísticos y que en total cuenta con 60 mil habitantes, resultó bastante dañado. La nave de una iglesia se derrumbó, al igual que parte de una residencia estudiantil.
Desde Turquía, el presidente estadounidense Barack Obama presentó sus condolencias a las víctimas del sismo.
Rusia, Alemania, Francia, Grecia, Israel y la Unión Europea (UE) ofrecieron su ayuda, indicó Agostino Mozzo, portavoz de la Protección Civil.
Italia es uno de los países más expuestos a temblores y sismos por su constitución geofísica y según las autoridades, al menos veinte millones de italianos «están expuestos a riesgo sísmico», según la protrección civil.