Fuertes metió los dos tantos del «sabalero» para ganarle a San Martín de Tucumán y ya lleva 99 con la «rojinegra«. El equipo del «Turco» Mohamed no jugó bien y el partido fue parejo, pero tiene al implacable goleador.

Foto Luis Cetraro

En la tabla, quedó segundo, junto con Lanús, a tres puntos del líder Vélez. Colón volvió a la victoria en la tarde-noche de este sábado, tras dos derrotas consecutivas y con los puntos conseguidos se acercó a sólo tres del líder Vélez Sarsfield que hoy empató agónicamente con Racing en Liniers.

Y para que la fiesta sea completa en el Centenario, los dos goles rojinegros fueron marcados por el Bichi Fuertes, el veterano goleador que ya lleva 99 tantos con la camiseta sabalera. Enfrente estuvo el San Martín tucumano, el equipo del Negro Roldán, que complicó a los locales en no pocos pasajes.
El equipo de Mohamed tuvo dos pilares fundamentales para quedarse con los tres puntos: uno, obviamente, fue el máximo artillero de la historia del club santafesino que marcó la diferencia en un juego cerrado; el otro fue su excelente arquero, Diego Pozo, que apareció con gran solvencia en momentos clave.
Santafesinos y tucumanos jugaron de arranque con idénticos esquemas estratégicos, con tres defensores, cuatro volantes, un enganche y dos delanteros.

Buen arranque 1

Colón inició con todo en el primer tiempo, dominando la pelota y creando situaciones de gol, con un Mena muy inspirado, que desbordó constantemente por la derecha del ataque, aunque no siempre terminó bien las jugadas (como habitualmente pasa).
En la que logró sacar un buen centro, antes de los 10 minutos, el Bichi Fuertes cabeceó al segundo palo del arquero visitante y la pelota se fue de la cancha rozando el palo derecho del arco visitante.
La primera media hora de juego siguió igual. Los volantes sabaleros lograron formar una muralla en la mitad del campo de juego y se impusieron en la pelea. A los 30??, justamente, el Bichi volvió a cabecear en un córner y la bocha pasó apenas encima del travesaño.
Pero en los últimos 15 minutos de la primera etapa, los tucumanos se acomodaron y manejaron muy bien el arma del contragolpe. Así, contaron con cuatro situaciones muy claras para ponerse en ventaja. A los 31 minutos, el Ratón Ibáñez remató fuerte desde bastante lejos y Pozo debió exigirse para mandar la pelota al tiro de esquina (el árbitro Lunatti no percibió el toque del arquero y cobró saque de arco). A los 38, Quinteros remató de zurda, también desde afuera del área y el disparo se fue cerca del palo derecho del guardameta local. A los 44, Saavedra reventó el palo derecho con un fuerte tiro a quemarropa. Finalmente, a los 45, Ferrero quiso bajar con el pecho un centro que cayó en el área sabalera… la pelota no entró en el arco de pura casualidad. Sin goles, ambos equipos se fueron al descanso.

Buen arranque 2

Desde el minuto 0 de la etapa complementaria, Mohamed decidió cambiar el enganche: salió Sciorili y entró Lucas Acosta. El pibe de las inferiores entró con decisión en el partido y fue importante en la generación de varios tiros libre cerca del área visitante. De uno de ellos, apenas a los 2 minutos, se generó una doble jugada muy clara para que el santafesino se ponga en ventaja. Entonces, respondió muy bien la Anguila Gutiérrez, primero para detener un balinazo de Fuertes y luego para tapar otro de Capurro que ganó el rebote.
Poco a poco, los tucumanos otra vez emparejaron el trámite del encuentro y volvieron a inquietar. Entonces Pozo dijo presente nuevamente y clausuró su arco.

Simplemente «Bichi»

Parecía un típico partido en los cuales el que hace el gol gana y a los 20 minutos apareció el Bichi. Un defensor de San Martín le robó la pelota a Mena, pero en el rechazo se la dejó servida a Fuertes entrando al área y el goleador no perdonó, porque remató de zurda y al palo más lejano de Gutiérrez que no pudo hacer nada.
Con algunos sobresaltos, se fueron consumiendo los minutos en el cronómetro hasta el 44, cuando Fuertes armó una jugada digna de un pibe de 18 años que terminó en penal. El 20 encaró a un defensor por la izquierda del ataque sabalero, tiró la pelota por un lado y la buscó por el otro. Su marcador lo tomó del brazo adentro del área y pitó Lunatti para marcar la falta. El mismo Bichi convirtió un minuto más tarde el segundo que puso la cifra definitiva en el resultado.