Con 56 años de carrera sobre sus hombros, volverá el sábado 6 de Agosto al Teatro Municipal de la capital de la provincia con “El show de Carlitos Balá”, el chupetómetro y Angueto, su perro invisible. En suma, un espectáculo para compartir entre padres e hijos.
Un guiño, una sonrisa que exhibe dos dedos unidos y los otros extendidos en un “gestito de idea”. Un chasquido, una melodía y hasta el gusto que tiene la sal. A sus 85 años, Carlitos Balá es aún mucho más que eso: una leyenda viva que transgrede el recuerdo y actualiza en escena el humor que siembra risas en los chicos y conmueve a aquellos que hoy llevan a sus hijos para compartir a quien los ayudó a crecer.
Con ésta, su simple grandeza, Carlos llegará a nuestra ciudad el sábado 6, a las 16, en que volverá a las tablas del Teatro Municipal (San Martín 2020) para compartir sus juegos, el “chupetómetro” y a su perro invisible Angueto (“quedate quieto”). En su voz, la propuesta es “el Carlitos de siempre, con dos arrugas más que quiero estrenar contigo”.
Del otro lado de la línea telefónica, este hombre que hoy suma 56 años de carrera contó que logra la hazaña de reunir en una sala a chicos de todos los tiempos gracias “al papá, que es mi promotor: le cuenta al chiquito que le voy a a preguntar ‘qué gusto tiene la sal’ y que debe responder ‘salado’; que voy a hacer un gestito de idea cerrando los dedos y haciendo un chasquido. El papá lo asesora, entra a la sala y se emociona hasta las lágrimas; y el chico mira y ríe con mis payasadas, mis muecas y gestos… Es hermoso, lo que me pasa es increíble. Los padres me paran en la calle y en el colectivo, me cuentan cómo me conocieron y se vuelven a reír de mis chistes… Dios me dio ese don, y lo agradezco cuando rezo, todas las noches”.