En la intersección de las Ruta 6 y 70 el luto para una conocida familia esperancina se hizo presente una vez más por un accidente de tránsito. Enorme dolor que no tiene pausas y más se parece a una pesadilla.

Ocurrió aproximadamente a las 06:40. La imagen muestra una realidad imborrable para los testigos. Muchos jóvenes a esa hora salían de los locales nocturnos y especialmente de una discoteca que caminaban a la vera de la ruta son parte del caos de los fines de semana, como en cualquier otra ciudad.

Y en ese marco se da un accidente que bien pudo ser peor, aunque ya la nota de lo sucedido sea desgarrador.

Un automóvil Peugeot 307, sin cola, que manejaba un joven de 21 años, por causas que se tratan de establecer dio varios tumbos de manera imprevista en la ruta y terminó volcado a la vera de la misma, con un saldo trágico.

Por esa hora, cientos de chicos y chicas caminan por los laterales de la ruta.

Precisamente, un grupo de chicos que lo hacía por esa arteria en la zona del boliche nos contó que ellos iban cien metros atrás del vuelco trágico y que si hubiera sucedido cien metros antes, estaríamos hablando de un saldo enormemente peor, más allá que lo sucedido alcanza para ser demasiado dolor.

«El auto nos pasó a nosotros, iba bien, de pronto empezó a moverse y volcó dos o tres veces y quedó de costado. Allí los pibes me contaron que vieron al pibe herido en la cabeza, la verdad es que yo no quise ir» señala la fuente.

Por causas que se tratan de establecer, volcó el automóvil que muestra la fotografía que circula en las redes sociales, en el cruce de las rutas provinciales 6 y 70 cerca de un poste de energía eléctrica.

De acuerdo a la información recibida la víctima joven fue identificada como Lucas Julián Mingardi, de 21 años y domiciliado en la calle Brasil al 592 de Esperanza, en Barrios Unidos (ver nota página 4).

Inmediatamente al siniestro vial se hicieron presentes los profesionales del Servicio 107, asimismo móviles de la policía de la Unidad Regional XI y policía municipal y vial.

Lamentablemente los esfuerzos médicos fueron infructuosos dadas las heridas recibidas por el muchacho.

La triste noticia causó conmoción en toda la comunidad esperancina, que una vez más ve como una vida joven se frustra de la manera más terrible, con el dolor desconsolador de su pareja, de su hijo, de sus padres y familia que no encuentran consuelo por la pérdida irreparable de la vida de un hijo y un hermano.

Lamentablemente esta historia es repetida y sucede como en la mayoría de las estadísticas, en las madrugadas, cuando se cierra la noche del festejo y da comienzo la oscura noche de otra muerte de una vida joven, sin sentido.

Fuente El Colono del Oeste