Un trabajo de la Bolsa de Comercio de Santa Fe advierte que el cultivo de soja en el centro norte santafesino tiene un estrecho margen, que no se corregirá sólo con una disminución del impuesto a la exportación. Tipo de cambio y abaratamiento del flete son acciones necesarias para mejorar los números de la empresa agrícola en la región.

Mientras aún resuenan los ecos del balotaje y el cambio de rumbo que inexorablemente tendrá la política económica argentina desde diciembre, las expectativas para los productores de soja en el centro norte santafesino no son auspiciosas.

La principal promesa para los agricultores del electo presidente Mauricio Macri se asienta en una modificación sustancial de las retenciones. Mientras plantea eliminarlas para trigo, maíz, sorgo y girasol, a la soja le tocaría una reducción anual de 5%.

Un estudio del Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe advierte, sin embargo, que la difícil coyuntura que atraviesa el cultivo estrella precisará de otras medidas para devolverle rentabilidad al productor local. Ya que, en algunas zonas, ni siquiera una baja de 20% en el impuesto alcanzaría para lograr márgenes positivos bajo arrendamiento -que es como se realiza entre el 60 y el 70% de la agricultura nacional- es que la entidad apunta, además, a modificar el tipo de cambio y abaratar fletes como medidas integrales.

Entre las causas de los exiguos márgenes, la entidad mencionó que la cotización de la soja ha registrado una caída superior al 15,0% en dólares en el mercado local en el último año, siendo éste un hecho negativo más que se suma a la pérdida de rentabilidad del sector. En este contexto, de cumplirse las promesas de corrección en diferentes variables claves para el agro (retenciones, restricciones a la exportación, y tipo de cambio) se podría generar un mayor impacto en el presente ciclo agrícola que las variaciones en el contexto internacional.

Números rojos

El trabajo “Resultado Económico de la Soja: Proyecciones Para la Campaña 2015/16” tomó tres departamentos para expresar las variantes económicas que pueden darse según la geografía: General Obligado, el más alejado del puerto y con menores rindes potenciales; San Justo, en una posición intermedia; y San Jerónimo, con menos peso del flete y mejores suelos. Así se hicieron cálculos, sobre campo propio y alquilado, en base a cosechas de 20, 30 y 34 quintales por hectárea -respectivamente- para determinar márgenes brutos, antes de impuestos, que -además- se proyectaron con diferentes niveles de retención, desde 30% (que regiría para esta campaña, según la promesa de Macri) hasta 15% (o sea con una baja de 20%).

Al precio futuro que hoy muestra la soja a cosecha (soja mayo 2016 de ROFEX), el margen bruto de la producción de soja en campo propio es de U$S 128,0 por hectárea en San Justo, U$S 298,4 en San Jerónimo y en General Obligado se pierden U$S -2,0. Bajo arrendamiento, los resultados disminuyen considerablemente, llegando a pérdidas de U$S 48,8 por hectárea en San Justo y de U$S 91,2 en General Obligado, mientras que sólo hay rentabilidad positiva en San Jerónimo (U$S 30,8 por hectárea).

Como dato saliente puede mencionarse que con sólo un recorte de 5% sobre el precio FOB actual, el resultado es negativo en campo arrendado tanto en San Justo como en General Obligado, donde se pierden u$s 35.8/ha y u$s90.50/ha. Con ese impuesto, en campo propio los resultados serían positivos pero exiguos: apenas u$s1.6/ha en General Obligado y u$s148.30 en San Justo, mientras en San Jerónimo arroja u$s318 (bajo arrendamiento es de apenas u$s42.8/ha).

Otro aspecto destacado, al observar los resultados con quitas de hasta 20% en la retención, es en qué momento el margen pasa a ser positivo en cada región. En General Obligado el cultivo bajo arrendamiento no es rentable ni siquiera tributando 15% (sobre campo propio arroja u$s103.3/ha). Mientras en San Justo recién hay ganancia en campo alquilado con 20% de impuesto, pero de apenas u$s28.7/ha.

Algo más

El trabajo remarca la importancia de tener en cuenta que el esquema de rentabilidad bruta estimado no considera los impuestos que debe pagar el productor, lo cual es un dato a tener en cuenta debido a la excesiva carga tributaria a la que se enfrenta el sector agropecuario. El último informe de la Federación Argentina para el Desarrollo de Argentina da cuenta que en septiembre la presentación del Estado en la renta agrícola es para el caso de la soja del 85,3%, lo que significa que la sumatoria de los tributos (provinciales y nacionales) y los costos de intervención representan $85,3 de cada $100 que genera una hectárea promedio en nuestro país.

En San Justo, la producción en campo propio genera un margen bruto antes de impuestos de U$S 148,3 por hectárea con retenciones del 30%. En cambio, con los rendimientos esperados (30 quintales) solamente se obtendría un margen positivo en campo arrendado con retenciones del 20%, lo que da cuenta del importante peso que tiene el arrendamiento en los resultados económicos de la producción agrícola.

El caso de General Obligado es el más delicado, ya que con rendimientos esperados en torno a los 20 quintales por hectárea, con alícuotas del 30% o menos podría obtenerse una escasa rentabilidad bruta positiva en campo propio. Sin embargo, en campo arrendado con una quita de hasta el 20% aun seguirían registrándose pérdidas en este esquema productivo, lo que da muestras de cómo se está dificultando la producción agrícola con estos niveles de precios internacionales conforme nos alejamos de las zonas fértiles y cercanas a puerto.

En San Jerónimo es donde se presenta una situación más favorable de los tres ejemplos presentados. Con un rendimiento esperado superior a San Justo y General Obligado, y una menor distancia a puerto, vemos que es el único de los casos presentados en que con retenciones del 30% se obtiene un margen positivo antes de impuestos incluso en campo arrendado (U$S 42,8 por hectárea).

“Los resultados presentados dan una idea de cómo puede ir mejorando la situación conforme se vaya produciendo una quita en las retenciones”, consigna el estudio, pero advierte que de todas maneras “a algunos productores es posible que con los precios internacionales actuales estas medidas no les sean suficientes si los rendimientos no son superiores a la media esperada, como en el caso de General Obligado”.

Frente a este panorama, los técnicos de la Bolsa afirman la necesidad de una corrección en el tipo de cambio, así como “discutir nuevamente las políticas de reintegros y compensaciones”. También, dicen, “se torna indispensable trabajar para mejorar la eficiencia y los costos de transporte, que muchas veces son los que vuelvan la balanza para un lado u otro en la rentabilidad conforme nos alejamos de las zonas portuarias”.

Derrumbe de futuros enero-febrero tras negativa de Macri a eliminar retenciones por 90 días

El pasado martes 24 el mercado de futuros agrícolas reaccionó ante la refutación de Mauricio Macri de un rumor que indicaba que podría eliminar totalmente las retenciones a la soja por 90 días para que los productores vendieran rápidamente el remanente de la cosecha vieja y generar un shock de dólares a la economía nacional.

Ese día los contratos de Soja Rosario Matba Enero y Febrero 2016 cayeron 7,5 u$s/tonelada con respecto al cierre del lunes, a pesar de que los precios de la oleaginosa en Chicago se mantuvieron prácticamente sin cambios.

La explicación del portal especializado Valorsoja fue que la semana anterior los valores de ambos contratos registraron una suba impresionante ante el rumor la posible rebaja a cero de las retenciones a la soja por un par de meses para luego llevarlas al 30%.

El peso del flete

En octubre de este año la Bolsa de Comercio de Santa Fe había advertido sobre el peso del flete en la empresa agrícola. El trabajo “Costo de transporte cada vez impacta más en los productores” explicó que, a contramano de lo que sucede a nivel internacional, donde los costos de fletes marítimos y terrestres han experimentado una caída debido a que el petróleo se encuentra dentro de sus valores mínimos de los últimos seis años, “el flete interno de los granos se está haciendo sentir con mayor fuerza durante las últimas campañas en nuestro país”. En Argentina, aproximadamente el 93,1 % de las cargas son transportadas por camión, el 5,4 % por tren y el 1,5 % por vía fluvial.

Entre las conclusiones de aquel trabajo, se destaca que la tarifa del flete de granos por carretera se duplicó en los últimos tres años. En particular se registró un incremento de 70,6% respecto a agosto de 2013 y del 24,8% en relación a agosto de 2014. En tanto, la evolución de los precios de los granos provocó que se observe una mayor participación del costo de transporte en el ingreso bruto de los productores.

Debido a la extensión geográfica de los departamentos del centro-norte provincial, la distancia a los puertos de Rosario es muy variable, desde localidades que se encuentran a menos de 100 km. hasta algunas con distancias cercanas a los 600 Km., que dan como resultado importantes diferencias en el monto que se debe abonar para comercializar los productos agrícolas en la zona portuaria de Rosario.

En términos generales, la distancia a Rosario desde los doce departamentos considerados es de 305 Km. en promedio, y representa un costo total de flete de $426,3 por tonelada. Si nos vamos a los casos particulares, se encuentran localidades cercanas que tienen que afrontar valores menores a los $300,0 por cada tonelada trasladada, hasta casos de montos superiores a los $600,0 en localidades del norte provincial.

En el centro-norte de la provincia de Santa Fe, la participación del flete en el ingreso bruto supera en promedio el 40,0% para el trigo, maíz y sorgo, que resultan los cultivos que más sufren el impacto del flete en la comercialización. En tanto, el costo de trasladar la soja y el girasol a Rosario explica en promedio algo menos del 25,0% del ingreso bruto de los productores.

Teniendo en cuenta los rendimientos departamentales de los diferentes cultivos, la comercialización en Rosario del maíz tiene un costo de flete promedio de $3.338,6 (U$S 361,2), siendo el cultivo que requiere un mayor desembolso por hectárea para la comercialización del mismo. La soja, que es el principal cultivo producido, tuvo en esta última campaña un costo de flete promedio de $ 1.108,7 (U$S 147,6).

El gasto de flete por transportar la totalidad de la producción de los departamentos del centro-norte provincial hasta los puertos de Rosario fue de aproximadamente $2.723,9 millones en la última campaña. Dentro de ellos, la soja concentró el 65,2%, con $1.775,0 millones.

En promedio, la comercialización de lo producido en cada hectárea del centro-norte santafesino se lleva en términos de transporte 37,5 quintales de maíz, 23,4 quintales de sorgo, 6,6 quintales de soja, 11,5 de trigo y 4,6 de girasol.

Fuente Campo Litoral