En la producción de 1.30 minutos, Esteban Quispe relata cómo creó una copia del robot Wall-E con material recogido de la basura. El material fue elaborado por la página en Facebook AJ+ Español

Un video en el que Esteban Quispe, más conocido como el genio de Patacamaya, relata cómo creó una copia del robot Wall-E con material sacado de la basura, obtuvo 1.7 millones de reproducciones en menos de 24 horas convirtiéndose en viral en la red social Facebook.

En la producción de 1.30 minutos se ve al pequeño robot caminando en medio de cerros. “La basura no es basura como parece, la basura es algo especial que en donde si tú buscas encuentras cosas lindas”, sostiene Quispe en el video, mientas explica cuál fue la inspiración para crear al robot.

Quispe tiene 17 años y pasó de instalar luces en su auto de juguete a crear robots con objetos de la basura, ante la necesidad económica unida a su creatividad. El estudiante vive en Patacamaya, donde es considerado un genio.

El material fue elaborado por la página en Facebook AJ+ Español, que en su descripción señala: “Parte de la generación global –sin fronteras– que conecta a los jóvenes latinoamericanos entre sí y a los temas que impactan su vida y nuestro mundo”. La grabación fue publicada la noche del domingo y logró hasta el momento 1.7 millones de reproducciones, fue compartido 57.469 y recibió casi mil comentarios hasta el medio día de este lunes.

Esteban agradeció en la misma página el apoyo. “Gran saludo y un abrazo a todos. Me gustan sus comentarios y quiero agradecerlos por el gran apoyo moral que me brindan”, escribió el joven al responder felicitaciones de países como México, España, Estados Unidos y Chile.

La mente ingeniosa del adolescente empezó a despertar a los diez años, cuando fabricó junto a su papá, Martín Quispe, un auto de madera al que instaló un par de focos que funcionaban con un interruptor. El progenitor contó que la idea surgió porque en ese entonces no había dinero para comprarle un regalo.

Su padre, albañil de oficio, y su madre, Teresa Churata, quien es ama de casa, recordaron que ya de niño hacía artesanías con alambre de cobre, que eran vendidas a Bs 20. El dinero sirvió para comprar libros y útiles escolares, pues la familia no podía costear los gastos del colegio.

En junio, La Razón visitó la casa de Esteban y conoció cinco inventos construidos en tres años y guardados cuidadosamente en su “laboratorio”, como él lo denomina. Se trata de un cuarto lleno de circuitos, latas, cables, equipos eléctricos y aparatos para soldar. “Algunos cachivaches son regalos y otros los encontré en la basura”, contó.

Fuente La-Razon