Las ventas externas del campo se consolidan como el principal motor de las exportaciones argentinas ya que los productos primarios registraron un crecimiento de 1,1% en mayo (con un acumulado de 16% en lo que va del año), pero las manufacturas de origen agropecuario se incrementaron 22,1% anual, mostrando la mayor suba en los últimos 5 años, de acuerdo al análisis de la consultora Management & Fit.

«El campo se consolida como el principal motor de las exportaciones», expresa el informe y detalla que «las ventas externas de los productos primarios crecieron 1,1% anual en mayo», con un acumulado de 16% en lo que va del año.

«Sin embargo, la mejor performance estuvo del lado de las manufacturas de origen agropecuario, las cuales mostraron la mayor suba interanual del último lustro», destacó el informe.

Management & Fit detalla que «los despachos de MOA (manufacturas de origen agropecuario) aumentaron un 22,1% anual el mes pasado liderados por aceites, grasas y harinas».

«La reciente suba de los precios internacionales potenció el efecto de quita de trabas comerciales, recorte de retenciones y un tipo de cambio más elevado», evalúa el informe.
Mientras tanto, «el resto de los sectores exportadores continúan sin levantar cabeza», indica Management & Fit.

«La reciente suba de los precios internacionales potenció el efecto de quita de trabas comerciales, recorte de retenciones y un tipo de cambio más elevado».

«Los despachos de manufacturas industriales (MOI) cayeron 11,5% anual en mayo (-16% acumulado) y los principales descensos estuvieron explicados por vehículos (-27%) y metales comunes y preciosos (-34% y -23% respectivamente)», detalla el análisis.

Explica además que «el deterioro económico de nuestros principales socios comerciales, especialmente Brasil, sumado a la erosión de la competitividad, condiciona directamente la rentabilidad del sector» de las manufacturas industriales.

El informe sostiene luego que «a pesar de los cambios pro-exportación, las economías regionales continúan sufriendo».

Considera que «los beneficios de la devaluación y quita de retenciones se están diluyendo con el transcurso de los meses».

Indica que «según datos de SENASA, el volumen exportado de la mayoría de los productos regionales se redujo en el primer cuatrimestre (último dato), en comparación con igual período de 2015».

Y precisa que entre las bajas más significativas figuran: mandarinas (-60%), mariscos (-30%), quesos (-28%), algodón (-27%), yerba (24%), cueros y pieles (23%), uva (-16%), manzanas (-12%) y peras (-10%).

«Si bien los ingresos en pesos de los productores mejoraron a partir de las medidas tomadas en diciembre pasado (además de posibles subas en la cotización internacional de algunos bienes), la fuerte suba de costos y la intermediación en la cadena productiva y comercial afectan la ecuación de rentabilidad», advierte el informe, que considera luego que «recuperar el dinamismo del sector externo es una pieza clave en el modelo económico».

«Con un consumo retraído, inversiones demoradas y un gasto público que aún no acelera con fuerza, el comercio exterior se erige como una fuente genuina de divisas (necesaria para alcanzar un crecimiento sustentable) y un medio capaz de reactivar sectores puntuales de nuestra economía», asevera el informe y remarca que «las primeras medidas del gobierno evidenciaron este punto».

Advierte que «no obstante, factores internos y externos condicionan su reactivación».

«Dejando de lado cuestiones exógenas (crecimiento global, precios internacionales) y visiones simplificadoras referidas al tipo de cambio, la reducción de costos (vía moderación inflacionaria, estímulos fiscales y mejoras en infraestructura), y una política exterior que promueva la incorporación de nuevos mercados, son factores que el gobierno deberá trabajar para mejorar la competitividad de nuestros productos y potenciar las exportaciones», enfatiza el informe.

Por esto es que el estudio de Management & Fit considera que «el balance comercial esconde realidades opuestas».

Analiza que si bien «los datos oficiales arrojaron un superávit comercial de u$s 439 millones en mayo (el más alto en 21 meses), acumulando un saldo positivo de u$s 350 millones en el año, detrás de este resultado se esconden claras heterogeneidades: por un lado, la realidad del sector agroexportador se muestra muy alentadora a partir del nuevo escenario macro» y, como contracara, «el sector industrial, el energético y las economías regionales sufren la adversidad del contexto externo y la fuerte suba de costos a nivel doméstico».

La producción del agro, por lo tanto, «prácticamente sostiene al frente externo y las inversiones anunciadas (alrededor de u$s 58.000 millones para este año, según anunció la Sociedad Rural Argentina) suponen una dinámica aún más favorable a futuro».

Fuente Agencia Télam