La reaparición de intensas precipitaciones marcó la semana agrícola en toda la provincia. Algunos casos de granizo castigaron con dureza una franja de cultivos, con unas 65.000 hectáreas afectadas en el centro norte santafesino. ¿Qué pasa con la Niña?.

Según el último informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el centro norte santafesino, la semana estuvo atravesada por la inestabilidad climática y precipitaciones que se registraron en toda la región. Los departamentos Vera, General Obligado, San Cristóbal, Las Colonias, La Capital y San Javier fueron los más afectados, con montos pluviométricos que superaron los 100 milímetros y creando condiciones de encharcamiento y anegamientos muy desfavorables para los cultivares de trigo (en etapa de espigazón y comienzo de llenado de grano), girasol y maíz temprano implantados, en posiciones más bajas del paisaje topográfico. Sumado a lo mencionado, se registró la caída de granizo en los distintos departamentos, con mayor impacto y consecuencias en sectores del centro del área de estudio. El área damnificada suma aproximadamente 65.000 hectáreas.

A días del comienzo de la siembra de la soja de primera, algunas preocupaciones comenzaron a evidenciarse, por las malezas que aparecieron luego de las precipitaciones de la semana anterior y su control, para un comienzo lo más favorable posible.

Los cultivares de trigo mantuvieron un estado general de bueno a muy bueno, con lotes puntuales excelentes en un 80%, como consecuencia del uso de mayor tecnología; en tanto en estado bueno se observaron entre un 18% de los cultivos y en estado regular un 2%, en particular en lotes complejos por los suelos y la posición topográfica. Se afianzaron las muy buenas perspectivas en lo referente a futuros rendimientos, situación que hacía varias campañas que no vislumbraban los productores.

Respecto al maíz temprano, el proceso de siembra para esta campaña 2016/2017 finalizó con una superficie sembrada de 74.000 hectáreas; unas 1.000 hectáreas menos que lo estimado en la intención de siembra del cultivo en el inicio, marcando un incremento del 27,70% en superficie sembrada en comparación con la campaña anterior 2015/1016, lo que muestra un aumento de 20.500 hectáreas, aproximadamente.

La Niña pierde fuerza

Según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, a principios de la presente temporada muchos centros climáticos anunciaron el desarrollo de un vigoroso episodio de “La Niña”. No obstante, durante la mayor parte del invierno y lo que va de la primavera, el desarrollo del fenómeno fue muy escaso, haciendo dudar que pueda cumplirse dicho pronóstico.

“Debido a ello, muchas instituciones prestigiosas bajaron el nivel de su previsión a un estado entre una La Niña débil o un Neutral Frío”, destaca la entidad.
No obstante, aunque con menor intensidad que la prevista inicialmente, “La Niña” irá afirmando gradualmente su presencia sobre las zonas del oeste del Cono Sur que se encuentran más cercanas al Océano Pacífico, donde se ubica su foco de acción.

“Por esta causa, Perú, Bolivia, Chile, el NOA, Cuyo y el noroeste de la Región Pampeana, donde los efectos de La Niña son positivos, observarán precipitaciones superiores a lo normal, que repondrán las reservas de humedad de esta extensa área, que durante las temporadas previas sufrió una prolongada sequía.

Por su parte, el este del Paraguay, el sur del Brasil, el Uruguay y el este de La Argentina, donde la acción de La Niña es negativa, serán poco afectadas por ese fenómeno, al mismo tiempo que experimentarán una acción positiva del Atlántico, dando como resultado un escenario cercano a lo normal, en sus valores medios, aunque bastante perturbado por la puja entre los factores antagónicos actuantes”, continúa el informe.

De esta manera, los factores climáticos se combinarán para proveer un escenario favorable para la producción en la mayor parte del área agrícola del Cono Sur.

Las lluvias y La Niña

Desde mediados del año pasado, el Atlántico Subtropical muestra un movimiento antagónico entre la corriente marina cálida del Brasil, que aporta agua caliente desde el Ecuador hacia del sur, y la corriente marina fría de Malvinas, que aporta agua fría desde el Mar Glacial Antártico hacia el norte. Este fenómeno viene produciendo perturbaciones que envían aire frío y húmedo hacia el continente, causando una gran persistencia de mal tiempo sobre el litoral Atlántico.

Se espera que esta situación persista durante la mayor parte de la temporada 2016/2017 provocando lluvias sobre las áreas cercanas al Litoral Atlántico, mitigando considerablemente la acción negativa de “La Niña” sobre dichas zonas. Sobre el sudoeste de Santa Fe y el noroeste de Buenos Aires comenzará a diferenciarse un foco de sequía, que afectará a las zonas aledañas. El riesgo de heladas primaverales se mantendrá dentro del rango normal para la estación.

Octubre observará riesgo de heladas localizadas hasta el centro de Buenos Aires y en las zonas serranas cercanas a la Cordillera, mientras que más hacia el norte y hacia las zonas bajas sólo se observarán entradas de aire fresco, si capacidad de daño. Noviembre sólo experimentará riesgo de heladas localizadas en las serranías bonaerenses y zonas aledañas, y en algunas zonas serranas. A partir de Diciembre, como es normal, desaparecerá todo riesgo de heladas, aunque se producirán algunas irrupciones de aire fresco, que afectarán al Litoral Atlántico y a las zonas serranas. Los factores climáticos actuantes harán que los calores estivales moderen su intensidad, quedando cerca o lgo por debajo de lo normal.

Fuente Campo Litoral