El INTA puso en marcha una unidad demostrativa que busca generar información técnica sobre los procesos ecológicos para disminuir el uso de insumos externos y mejorar la producción, la biodiversidad y la calidad ambiental.

La presión ejercida por el hombre sobre las funciones naturales exige un cambio sustancial de paradigma. Así, la agroecología surge como una alternativa que integra la biodiversidad a los sistemas agropecuarios y garantiza sustentabilidad a largo plazo. Una mirada trascendental para equilibrar el desarrollo económico con la naturaleza y demostrar que, a pesar de los prejuicios, ser productivo y sustentable, es posible.

En este contexto, surge el concepto de agroecología que, como detalla Néstor Maceira, especialista en biodiversidad del INTA Balcarce –Buenos Aires–, “se trata de producir basados en los principios ecológicos para disminuir el uso de los insumos externos y reemplazarlos por procesos internos”.

Para esto, en el INTA Balcarce implementaron una unidad demostrativa agroecológica (UDAB) para adaptar, desarrollar y poner a prueba tecnologías de manejo basadas en procesos ecológicos que mejoren y sostengan la producción, la biodiversidad y la calidad ambiental. En este proyecto trabajan los especialistas de la Unidad Integrada Balcarce (INTA) y de la Facultad de Ciencias Agrarias.

“Se trata de un predio de 40 hectáreas que combina la producción agrícola de granos con el manejo ganadero, forestal, frutal y apícola. Además, hay áreas de reserva y corredores para la conservación de la biodiversidad y los controladores naturales”, detalló Maceira, uno de los responsables de la UDAB.

Este módulo en Balcarce busca generar información técnica sólida, para lo cual se pondrán a prueba diversas hipótesis de investigación y prácticas de manejo. “Trabaremos con indicadores biofísicos y económicos a fin de brindarle información al productor para que pueda iniciar un camino hacia la transición agroecológica”, indicó el investigador.

Quien agregó: “El objetivo de esta nueva experiencia es ser una unidad demostrativa, de investigación y de formación de recursos humanos, dentro de la cual buscaremos desarrollar un programa de actividades de extensión y capacitación”.

Es que, de acuerdo con el especialista, la agroecología tiene para el productor una connotación tanto ambiental como económica. “El aumento de los rendimientos va de la mano del incremento de los costos de insumos”, detalló.

En cuanto a la ubicación de la UDAB, Maceira destacó su ubicación por “ser representativa de la zona de Balcarce por su topografía, ambientes y suelos, siendo la mayor parte de ellos profundos y sin restricciones para la agricultura”.

Además, el lote presenta la sistematización según curvas de nivel, una práctica considerada esencial para mejorar la sustentabilidad en tierras con pendiente, típicas del sudeste.

“Esta variedad de ambientes y coberturas que generan diversidad biológica y productiva son uno de los criterios importantes de la agroecología”, subrayó el especialista de Balcarce.

A su vez, el predio linda con un tambo, lo que facilitará la integración del manejo ganadero. También dispone de un pozo de riego, que se intentará rehabilitar para cultivos que lo requieren, lo que permite experimentar en el desarrollo de sistemas de riego eficientes y sustentables.

“Hay mucha expectativa por parte de las organizaciones de productores con particular interés en los resultados que obtendremos”, apuntó Maceira.

Para la gestión de la UDAB se conformó un equipo técnico integrado por profesionales de Agronomía, Producción Animal, Economía y Sociología Rural, como así también se conformó un comité asesor integrado por la Universidad Nacional de Mar del Plata, productores, profesionales especializados, coordinadores de los programas nacionales, Redes e Institutos del INTA.

Fuente INTA Informa