Presentaron en INTA Rafaela un novedoso sistema de alimentación que incluye un carro forrajero innovador, como parte del programa de tecnología de punta que integra robótica, big data, sensores y un mapa global de conocimiento en la nube para aumentar la eficiencia alimenticia en tiempo real.

La alimentación ha sido desde siempre uno de los pilares de la actividad ganadera. En el tambo en particular, y ante el escenario comprometido por los avatares del clima y un precio que no parece remontar del todo, la solución puede estar tranqueras adentro, apuntando a las nuevas tecnologías que permiten maximizar la eficiencia productiva.

Si bien para el tambero promedio primero están las urgencias, no está mal ir viendo hacia dónde avanzan las nuevas tendencias en materia de innovación. Por eso, el INTA y la empresa Keenan suscribieron un acuerdo para montar en las instalaciones de la Experimental Rafaela un equipo desarrollado por esta industria con base en Irlanda (recientemente adquirida por la norteamericana Alltech). Se trata de un mixer o carro forrajero que incorpora una tecnología que le permite conectarse a la nube para corregir la confección del alimento en tiempo real, revirtiendo las habituales pérdidas a la hora de proporcionar la ración a los rodeos.

La tecnología se llama “InTouch”, y es un servicio de revisión y apoyo en vivo con nutricionistas expertos que usan tecnología simple para asegurar que los animales reciban lo que necesitan todos los días. Permite una mejora constante en el funcionamiento del rebaño por la colección de datos en tiempo real para tomar las mejores decisiones, lo que se traduce en beneficios en la salud del rodeo, simplifica la formulación de la ración, incrementa el aumento de peso y reduce los costos.

Números contundentes

Se sabe que los rumiantes requieren consistencia en lo que comen todos los días. Por eso, las ventajas del sistema arrancan con la suave acción de mezcla de paletas del mixer, que asegura que todos los ingredientes se muevan continuamente durante el proceso de mezclado. Se genera así una mezcla uniforme que se traduce en que las bacterias son más estables y capaces de convertir la alimentación en leche. Según el manual, los números hablan por sí solos. “El sistema KEENAN MechFiber ha demostrado de forma independiente que mejora el rendimiento de la leche en 1,27 litros a partir de 0,19 kg menos de alimento dentro de los 12 meses. A largo plazo, creemos que el rendimiento de la leche puede ser mejorado en hasta 1.000 litros con cualquier compromiso sobre la salud del rebaño. La variación en la dieta puede ser rápidamente identificada, evaluada y corregida a través del sistema InTouch”, dicen desde la empresa, cuyo color es -obviamente- el verde originario de su tierra natal.

También aseguran que los tiempos de terminación para el ganado a través del sistema completo pueden reducirse hasta 20 días. “La aplicación de alimentación de InTouch ayuda a monitorear lo que está sucediendo a diario y puede ayudar a prevenir problemas de salud emergentes en un grupo específico”, aseguran.

A la hora de controlar los costos, los irlandeses manifiestan que esta tecnología permite un acceso completo a la información necesaria para monitorear su uso y el desperdicio de piensos. “Esto ayudará en la preparación de los presupuestos de alimentación para estar seguros de tomar decisiones basadas en buena información”.

Y más, según un estudio del año 2011 que ellos publican realizado en 277 granjas, monitoreó los efectos sobre la salud del rebaño de los animales que completaron un ciclo completo bajo este sistema de alimentación. “Los resultados fueron asombrosos: una disminución superior al 50 % en los casos registrados de partos asistidos y membranas retenidas, una disminución del 75 % en los casos de fiebre de leche y una erradicación casi completa de los incidentes de abomaso desplazado”.

Algo más que fierros

“No vendemos un fierro, vendemos una plataforma. Impulsamos el desempeño de los animales proactivamente”, le dice a Campolitoral la Méd. Vet. Araceli Olivares, encargada de la charla técnica. Y agrega que las ventajas son múltiples, ya que el equipo entrega una mezcla optimizada y consistente, monitorea los costos de alimentación, y mide todo el desempeño en tiempo real. Además, implica un soporte en vivo del software y hardware y genera una opción a medida para el consultor nutricional. “Claro que debemos diferenciar las dietas formuladas versus las dietas reales. Esto implica un feedback constante con los consultores en nutrición”, admite.

Según esta joven profesional, todo es novedoso en este sistema. “Es una plataforma de comunicación que la carga del mixer transmite a un sistema de datos en una nube informática, donde cada cliente tiene sus dietas, ingredientes y costos, además de estadísticas generales. Desde el centro InTouch se puede linkear este tipo de dato de producción y salud, con un servicio de asesoramiento en tiempo real el productor no se debe ocupar de esto, ya que se hace a través de profesionales nutricionistas”. A través de comunicaciones telefónicas con tan sólo un chip de celular se pueden resolver todo tipo de problemas con la maquinaria y dudas en cuanto al manejo de la dieta de cada rodeo.

Está claro que no es sólo un fierro, porque con la adquisición de este servicio se suma a una red que tiene más de 30 mil contactos al año (sólo en Irlanda), y Argentina se puede incorporar a los centros de datos en países tan distantes como Escandinavia, Nueva Zelanda, España y Sudáfrica.

O lo hago bien o no lo hago

El Ing. Agr. Juan Marcos Giordano es experto en fierros, maquinaria y confección de forraje. Desde INTA viene desarrollando un trabajo a lo largo de los años en tal sentido, y no pudo ocultarle a Campolitoral su entusiasmo por todo lo que esto significa.

“Siempre es importante la eficiencia, y justamente en este caso, este equipo trae incluido el sistema In Touch, que es un sistema inteligente”, explicó. Y agregó que no se trata solamente de una balanza, sino de un sistema que mide hasta las revoluciones de trabajo del mixer. “Además la marca garantiza que dentro de un margen de parámetros de revoluciones, también incorporás los datos del trabajo forrajero, ya sea en la confección de rollos, megafardos o el material que el productor disponga”.

Según Giordano ya va siendo hora de “ponerse las pilas” en el tema confección, y esta tecnología permite tomar conciencia del nivel de pérdidas que se manejan a diario. “Si yo hago un rollo hoy y lo analizo, tendrá una calidad determinada, pero si dentro de tres meses lo vuelvo a analizar -después de dejarlo tirado a la intemperie- me va a dar otra calidad. Y si nuestro operario pone el tractor a 540 revoluciones o no lo hace a tiempo, el alimento va a ir haciendo sonar el teléfono”. Es que el equipo mide las ineficiencias y el teléfono llama con cada cambio. “O apago el teléfono y me voy fundiendo despacio o decido atacar los problemas, sigo lo que me dice, o paso a hacer soja; esas son las opciones.

El sistema integra tan bien los cálculos que corresponden que por adelantado te puede decir si te está faltando algo”, sentencia categóricamente.

Tips de manejo en el agua

Finalmente, Giordano aprovecha la consulta periodística para deslizar algunos consejos para los tamberos afectados por el clima que quieran acceder a algunas mejoras en la metodología de confección del alimento.

“En la forma de manejarse con la maquinaria, el trabajo de mixer en el patio de comidas en tiempos de crisis es algo que para pensar a futuro, necesariamente. Por ejemplo, si yo hago 7 u 8 bolsas de 70 metros (que me sirven para todo un año), debo dejar 2 sobre un piso firme. Y tener un sector para estacionar el mixer y cargar con la pala”, aconseja. “Si es posible, una minicargadora articulada con pala frontal, que es mucho más liviana. Los días de lluvia voy a sacar de ahí, y los días secos del resto. De esa manera dejo de trabajar en un pantano”, continúa.

“Otro tema es consolidar los caminos a transitar con el mixer: si es muy pesado y tengo mucha distancia a vadear por cuestiones propias, al mixer lo uso semifijo, descargo a un carro y con un carrito tipo B 300 de Mainero me meto en el barro, pero lo hago con un material liviano”, asegura.

Otro consejo, es sacar los comederos del medio de los potreros y tratar de ponerlos más cerca de los caminos, “en un lugar en el que yo tenga la posibilidad que las vacas mientras comen están en condiciones, y que se pueda pasar sin meternos en el barro. Mínimamente equilibrar esas cuestiones. Y eso no quiere decir todo de cemento, sólo organizar los lugares”. Finalmente, algo más básico aún. Dejar parte de las reservas bajo techo o tapadas. “No puedo hacer un rollo de $ 700 y tirarlo al medio del campo para que junte agua de arriba y de abajo. Si no valoro la fibra o el silaje que yo hago no vamos a avanzar”, aseguró.

Al servicio de la nutrición

Volviendo al mixer, en la presentación también hablamos con Cathal Bohane, el consultor de nutrición de Keenan Irlanda, quien destacó las características técnicas de la máquina que cuenta con seis paletas, tres traseras y tres delanteras en la cámara de mezclado ubicadas de forma horizontal, que se mueven con angulación para acomodar hacia arriba y abajo el alimento y en sentido horizontal para no dejar puntos muertos de proceso, además de las 37 cuchillas fijas.

“Se trabaja desde hace 30 años en el servicio de nutrición e ingeniería para generar fibra mecánica, lo que en Keenan llamamos Mech Fibre. Al tener este carro forrajero y siguiendo los procedimientos sugeridos se logra una longitud de la fibra y consistencia adecuada para los animales. Queda uniforme el alimento desde el primer al último bocado, con un corte muy limpio, sosteniendo el ph en 6, por un 30 por ciento más del tiempo; y lo más importante, se consigue como resultado un litro más de leche por vaca en promedio”, manifestó.

“Es una plataforma de comunicación que la carga del mixer transmite a un sistema de datos en una nube informática, donde cada cliente tiene sus dietas, ingredientes y costos, además de estadísticas generales”.

“O apago el teléfono y me voy fundiendo despacio o decido atacar los problemas y hago lo que me dice, o paso a hacer soja; esas son las opciones”.

El socio del robot

El equipo fue cedido en comodato al INTA para trabajar en equipo con el tambo robotizado de DeLaval, y para empezar a generar información adaptada a un tambo de Santa Fe.

El Ing. Agr. Jorge Ghiano, a cargo del monitoreo del equipo, remarcó que la principal ventaja es que se genera información en tiempo real. “Cuando estamos haciendo la carga de un alimento figura que se está cargando ese alimento y cuántos kilos, lo mismo al momento de la descarga. Permite medir la eficiencia en cuanto a revoluciones y descargas, de tal manera que uno puede anticiparse muy rápidamente a cualquier desvío; toda esa info es subida a la nube y se puede corregir la operatoria”. Además opinó que con la tecnología del robot automático ahora se puede monitorear la cantidad y calidad de leche. “Necesitábamos la otra pata que representa este equipo para complementar toda la información en tiempo real. La meta es lograr una mayor eficiencia, ese medio kilo de menos que comen los animales y que termina saliendo caro. Claro que exige la capacitación continua del personal y de los técnicos en un equipo de trabajo en el que cada uno aporte su aprendizaje, y así lograr hacer más eficiente el sistema”.

Fuente Campo Litoral