Caída de la producción, cierre de tambos, empresas contra las cuerdas…las razones detrás de la crisis de la lechería. Cuáles son los problemas coyunturales y estructurales que afectan al sector. Porque se llegó a la situación actual

El sector lechero cerró 2016 con una caída de la producción del 12,5 %, según la Subsecretaria de lechería del Ministerio de Agroindustria. De acuerdo con los datos de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), tambos de Santa Fe y Cordoba -provincias que suman el 70% de la producción total- perdieron hasta el 50% de la leche a causa de dos inundaciones. Al factor climático, se le sumo una baja en el precio internacional del 39% entre el 2014 y 2016- la tonelada paso de U$S 4400 a U$S 2500 -, que derivó en una caída de las exportaciones de leche en polvo del 17% durante el último ciclo. Los especialistas coinciden en que la cadena láctea debe lidiar tanto con problemas estructurales como coyunturales. “En el 2016 se dio un coctel explosivo, literalmente una tormenta perfecta” sentencia Fernando Zubillaga de Aacrea y experto en el sector. Según sus cálculos, el promedio de producción histórico se ubica entre los 10.000 y 11.000 millones de litros de leche al año (80% se destina al mercado interno y el 20% restante a la exportación). Para este año, prevé que la producción apenas emparde los niveles de consumo interno.

La quita de retenciones también afecto al sector. “En Diciembre de 2015 la nueva administración redujo los derechos de exportación del maíz a cero y esto impacto en los costos de alimentación de las vacas”, explica Juan Manuel Garzón, economista del Ieral de la Fundación Mediterránea. Según un informe elaborado por el especialista sobre un caso testigo de Córdoba, la lechería se vio afectada en un 3% por la suba de costos. Según Aacrea, la alimentación representa un 40% de los gastos de un tambo. Gabriel Scalerandi, economista de Abeceb y ex Director Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios, destaca como tercer factor la caída de las exportaciones, con la desaparición de Venezuela como principal comprador. “En el 2015, representaba el 55% del valor de exportación. En 2016 cayó al mínimo, a menos del 8%” señala Scalerandi. Es una de las razones de las grave crisis de SanCor, que al cierre de esta edición, negociaba con el gobierno un salvataje de $ 450 millones.

La presión impositiva

Mientras que los factores coyunturales explican la última gran caída, los estructurales determinan que el volumen de producción sea el mismo de hace 15 años. Según Scalerandi, los márgenes son acotados en toda la cadena, con una participación similar en todos los eslabones -sector primario, industrial y comercios-. Según el Ieral, la participación del precio de la leche cruda en el precio interno no alcanzo al 25% en el 2016. Para Zubillaga, la presión impositiva que afronta la cadena -del 45%, de acuerdo con sus cálculos- es otro lastre que arrastra el sector. Scalerandi afina la cuenta y afirma que si se toman en cuenta los salarios y se suman a su vez, los fletes, se llega a un 36,7% del precio final. Solo la logística explica el 14,6%. “El sector tiene un fuerte costo logístico y el factor más alto de ese ítem es el salarial”, desarrolla. Así, explica por qué el tambero recibe $ 5,22 (Mayo 2017) por litro mientras que el consumidor en góndola abona, $ 20 por litro promedio (Mayo 2017). Junto con el costo laboral y logístico, según Zubillaga, aparece otro factor: “La cantidad de litros por empleado que se trabajan en las industrias esta entre 800 y 1000. En Europa se trabajan 3500. Hay ineficiencias en las usinas y un gremio muy fuerte” afirma y concluye: “La suma de todos los factores hace que siempre sean las puntas de la cadena que terminan sufriendo más”.

Eslabones en Rojo

“El tambo es el primero que sufre la adversidad climática. Además, cuesta cada vez más, tener personal capacitado que quiera ir a trabajar al campo”, subraya Zubillaga. En Aacrea indican que en la Argentina quedan 11000 tambos. Un 2% de ese número cierra cada año. Según la Universidad del Litoral, en 2016 los cierres se duplicaron y llegaron hasta 400. La industria láctea también viene en caída. En 2016, la producción retrocedió un 13% y la crisis se refleja en los balances de las empresas. Mastellone cerró su último ejercicio con una pérdida de $ 95,4 millones (en el 2015 el rojo había sido de 616 millones). SanCor se encuentra asfixiada por una deuda de 2400 millones (Mayo 2017).

Fuente SRLC