La obra se desarrolla en cinco frentes simultáneos. Es uno de los emprendimientos viales más importantes en el interior del país. Santa Fe se hace cargo de una obra vial en una jurisdicción nacional.

Foto Guillermo Di Salvatore

Por algunos tramos ya es posible transitarla. La transformación en una autovía de la Ruta Nacional Nº 19, desde Santo Tomé hasta San Francisco, cumple un año de trabajos, y hace ya varios meses que su traza dejó de los planos de los ingenieros para comenzar a concretarse en el terreno.

El camino se ve desde la atiborrada ruta a Córdoba. Es cierto que todavía no tiene el pavimento de hormigón que marca su contrato, y que el suelo bituminoso azulado -que servirá de base- sólo se parece una cinta asfáltica. Esa es la etapa que se avecina: la construcción del pavimento, lo que demandará una curva de inversión aún mayor a la que el emprendimiento traía, por los materiales y la mano de obra involucrada.
La comitiva oficial, una caravana de autos veloces que llevan al gobernador Hermes Binner y a dos de sus ministros, combis cargadas de periodistas sin vehículos, y un par de móviles de las radios santafesinas, debe haber alterado el -hasta ahora irreprochable- ritmo de los trabajos del primer obrador, el de Dycasa, cercano a Santo Tomé.
Una nube polvorosa hace rechinar los dientes de los fotógrafos y los camarógrafos. Y de los trabajadores que manejan retroexcavadoras, de los que preparan encofrados de hierro para las alcantarillas o sueltan la cal de unas enormes bolsas blancas que -con agua y aplanadora- han formado un terraplén que servirá de base para los dos carriles que se agregan a la 19.
La casi total ausencia de lluvias del último año debe haber colaborado (al menos la sequía tuvo algo bueno) con la ejecución de los planes en 5 frentes simultáneos.
Desde la nueva traza se ve lo que los técnicos llaman la traza existente, es decir la Ruta 19, paralela al camino en construcción. Al gobernador, a los ministros de Economía, Angel Sciara, y de Obras Públicas, Hugo Storero, y mucho menos los obreros y técnicos de la empresa constructora, no les llama la atención la diferencia de altura: la nueva cinta a pavimentar está como mínimo un metro y medio por sobre la muy vieja 19. En cambio, los periodistas -nuevos en ese escenario- lo comentan todo el tiempo: es que la obra ha recogido los registros de las últimas inundaciones y se han debido redimensionar sus estructuras, incluso las alcantarillas en construcción duplican a las existentes, explica el director provincial de Vialidad, Jorge Placenzotti.

Mano de obra

Los 130 kilómetros que tendrá la autovía están divididos en cinco tramos que fueron adjudicados a cuatro empresas constructoras: el tramo 1 de 29,4 kilómetros a Dycasa SA; el tramo 2 de 24 kilómetros y el tramo 3 de 22,6 a Chediack Saica; el cuarto de 32 kilómetros a Vialco SA – Equimac Sacifei en UTE; y el quinto de 22 kilómetros a Esuco SA, generando empleo en la zona.
La obra beneficia a una importante región productiva y tiene impacto directo en materia de empleo en cinco departamento: Castellanos, Las Colonias, San Jerónimo, San Martín y La Capital. Se estima que unas 200 personas trabajan en la transformación de la ruta en autovía.

Escuela

En cuanto al nuevo edificio de la escuela rural está a cargo de la empresa Sol SRL, representa una inversión de 1.323.000 pesos que se realiza a través del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda con participación de la cartera de Educación.
El antiguo edificio se encontraba al norte de la Ruta Nacional Nº 19, en el km 12, sobre la traza de la futura autovía. Por este motivo, se demolió el establecimiento -cuya antigüedad ronda los 60 años- para efectuar la construcción de uno nuevo, que estará ubicado 90 metros al norte del anterior, en un terreno que pertenece al gobierno de la provincia. Los trabajos empezaron en febrero y demandarán ocho meses para su finalización. Mientras se ejecute la obra, los alumnos de la escuela San Martín cumplen normalmente su ciclo lectivo en la escuela Nº 353 Domingo Faustino Sarmiento, también de San Agustín.