El Banco Central indicó que en 2011 el consumo privado seguirá impulsando el crecimiento y prevé que la inversión alcanzará una tasa récord para los últimos 30 años. Para el primer trimestre del año, la entidad estima cierta moderación en la variación de los precios de los alimentos.

El Informe de Inflación del primer trimestre del 2011 del Banco Central de la República Argentina (BCRA) prevé la continuidad de los mismos lineamientos que condujeron a una expansión de 9% del PBI en 2010 y un mayor dinamismo en la inversión, que junto al impulso del sector público y el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario, permitirán alcanzar una tasa de inversión récord para los últimos treinta años.«El nivel de actividad seguirá reflejando un mercado interno robusto favorecido por la mejora en las condiciones del mercado de trabajo y por el gasto social, especialmente en prestaciones previsionales y transferencias sociales», expresa el documento y especifica que, «si bien el consumo privado será nuevamente el mayor impulsor del crecimiento, la inversión volverá a mostrar un gran dinamismo».
«La utilización de la capacidad instalada de la industria impulsará ampliaciones de planta y mejoras en los procesos productivos, a través de la incorporación de mayor capital para abastecer una creciente demanda. Asimismo, el gasto en capital del sector público y el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario, contribuirían a alcanzar en 2011 una tasa de inversión récord para los últimos treinta años», agrega el informe.
Además explica que, en el último trimestre del 2010, «diversos indicadores de precios, tanto mayoristas como minoristas, reflejaron un alza en la tasa interanual de crecimiento que se fue moderando hacia fines del período».
«La trayectoria anual del valor de los alimentos se debió al impacto de los aumentos en las cotizaciones internacionales de los commodities agropecuarios, particularmente de la carne, que fue afectada significativamente por la merma de la oferta local. El encarecimiento de estos bienes encontró sostén en una sólida demanda, reflejo de un mercado interno fortalecido», indica el documento.
Asismismo sostiene que «los precios de los rubros no alimentarios crecieron a un ritmo más atenuado que los alimentos durante todo el año, revirtiendo lo observado a lo largo de los últimos años, cuando los precios de los bienes y servicios no alimentarios crecían por encima de los víveres».
EL Banco Central prevé «cierta moderación en la variación de los precios de los alimentos para el primer trimestre del 2011, de no repetirse los shocks de oferta que caracterizaron los primeros meses de 2010 y ante la presencia de eventos climáticos que podrían elevar temporalmente la faena de carne».
«No obstante, la recuperación de las cotizaciones internacionales de los commodities constituye una potencial fuente de presión sobre los precios internos», agrega.
La entidad también resalta que, en los últimos años, «las economías emergentes lograron fortalecer sus sectores externo y fiscal, recuperar el uso de ciertos instrumentos de política económica y adquirir un mayor espacio para el ejercicio de estrategias contracíclicas», que permitieron sortear eficazmente los efectos adversos de la crisis internacional.
El informe explica las siete grandes líneas de acción de la política del Banco Central: 1) el control de los agregados monetarios tendiente a equilibrar la oferta y la demanda de dinero; 2) la recomposición del canal del crédito, principalmente a través del incremento de las financiaciones a la producción; 3) la flotación administrada del tipo de cambio; 4) la acumulación de reservas internacionales; 5) la regulación macroprudencial de los flujos de capitales financieros de corto plazo; 6) la regulación y supervisión del sistema financiero y 7) la universalización del acceso a los servicios financieros mediante la extensión de la bancarización.

Fuente Sala de Prensa – Presidencia de la Nación