La mesa nacional y las cámaras más ligadas al gobierno coincidieron en el reclamo de ajuste. La próxima semana producción e industria volverán a reunirse, pero frente al Ministro de Agricultura de la Nación, para avanzar en el diálogo por los precios de liquidación.
El año de actividad gremial tambera se inició con el encuentro de la Mesa Nacional de Productores de Leche en el que se determinaron los temas a desarrollar en la reunión inicial con el Subsecretario de Lechería, que tuvo lugar el 12 de enero. Fueron los tamberos los que reclamaron por un acercamiento con la Nación, compromiso que había adquirido el ex funcionario Julián Domínguez, sin embargo la expectativa fue mucha para no tener solución alguna en cuanto a los temas más inmediatos del sector.
Esa oportunidad sirvió para que Julio Aimar, actual coordinador de la Mesa Nacional de Productores de Leche, le exprese a Jorge Videla, «tenemos dos problemas muy serios que son de coyuntura. Estamos teniendo una situación de quebranto, la sustentabilidad de nuestros negocios al perder la estabilidad peligra; y el clima afecta a la producción de leche; y por esto tenemos una reunión pendiente con el Ministro».
Sabiendo que sería inmediata una convocatoria, que terminó siendo el pasado lunes en el ámbito de la Subsecretaría, entre representantes de la producción, la industria y el Gobierno, fueron los tamberos los que dieron un paso muy interesante de cohesión, una demostración de unidad que augura soluciones.
Unidad de criterio
Reunidos en Rosario, los tamberos de la MNPL y de las entidades K, trataron sobre los aspectos más salientes de la Resolución 3220/11, que es sobre la presunción de trabajadores que se necesitan en el tambo, por una facultad que tiene la AFIP para hacer liquidaciones de oficio cuando no exista declaración jurada del productor en cuanto a la seguridad social, o bien esa declaración no esté aceptada por dudas, o si por una inspección en el lugar existiera una anomalía con los trabajadores en actividad en el establecimiento. «Eso fija unos parámetros para la liquidación de oficio que no se condicen con la realidad de explotación de los tambos», señaló Aimar, perteneciente a la Cuenca de Abasto Sur. El reclamo se le había extendido al Subsecretario de Lechería, ya que está muy lejana a la realidad de lo que sucede en la fosa del tambo; y también en el mismo campo. «Todo depende de cómo es cada explotación tambera y el régimen que cada una tiene». Existe en los tambos la contratación plena de la empresa, pero también se puede dar una suerte de tercerización a través del mismo tambero que se encarga de las actividades. «Las presunciones que se tomaron con un índice con el mínimo de trabajadores para un tambo, no tiene nada que ver con la realidad. Hay parámetros equivocados y desde la Subsecretaría nos dijeron que no intervinieron en esto, entonces les pedimos una rápida intervención». Las gremiales están de acuerdo con que los trabajadores tengan contratación formal y que eso se controle, pero de acuerdo al sistema que aplique cada una de las explotaciones.
La sequía fue el segundo punto de tratamiento, teniendo en cuenta que los tamberos tendrán alguna baja en la producción, sobre todo en algunas cuencas específicas como es en el centro de la provincia de Buenos Aires, se les tiene que dar la oportunidad de beneficios que en el ámbito de territorios provinciales debe tener relación con el corrimiento de la fecha de pago de algunos impuestos o de los compromisos de pago que se tengan con algunos bancos dependientes de los estados. «Lo más importante es la parte fiscal en el orden nacional, como es el tema del pago del Impuesto a las Ganancias, que sí deben ser considerados como más significativos que una extensión de plazos, que lo único que haría es trasladar la agonía seis meses, como se puede dar por ejemplo con los impuestos inmobiliarios».
Aimar remarcó que los tamberos pedirán en los casos más complejos «una ayuda directa a los productores».
Siempre el precio
De manera unánime, las entidades tamberas marcando un nuevo rumbo de criterio conjunto, «solicitamos a medida de shock, un aumento del 15 por ciento a partir de enero, el cual es válido para el primer trimestre». Esto está bien entendido por Videla, ya que él también considera que la producción necesita mejorar el precio. Este lunes la industria no llegó a dar ninguna señal, ni a favor, ni en contra.
Sin embargo, el encuentro se replicará en una nueva reunión que se dará la semana entrante, cuando Norberto Yauhar lo defina.
«Lo que estamos cobrando está por debajo de los costos de producción. Si bien no hay un solo costo, teniendo en cuenta que en los más de 11 mil tambos del país hay realidades diferentes, el tema pasa por atacar las variables a intervenir para aplicar una mejora; y que no nos quedemos con la costumbre unilateral de perjudicar al tambero».
Aimar remarcó que el encuentro próximo servirá para formar una Comisión Técnica entre productores e industria, con acuerdo de ambas partes, para generar «una urgente recomposición, más allá de la sequía que pone las cosas en un estado de gravedad absoluta».
En 2011, respecto a 2010, en los tambos hubo una variación 10,68 por ciento de aumento, mientras los productos de la canasta familiar pasaron realmente el 26 por ciento, para tenerlo como parámetro para entender el desajuste histórico de lo que pasa en las góndolas, con respecto a lo que se le paga al productor. Esta diferencia es mucho mayor si se toman los productos de gama intermedia o Premium, los cuales tuvieron una mayor expansión en la remarcación.
«La situación de los tamberos es mala, el consumo es excelente, bajada de precios de planchada de fábrica no hubo, el stock no ha tenido inconvenientes porque se han venido reduciendo, los mercados internacionales mejoraron, porque la exportación en 2011 dio en volumen un 45 por ciento más que en 2010, mientras que esos precios fueron 67 por ciento superiores. Eso quiere decir que hicimos bien los deberes en producir más, de acuerdo a lo que se pidió para un crecimiento sostenido y no recibió ninguna respuesta en cuanto al precio que le corresponde», concluyó Aimar que aguarda el encuentro donde finalmente se pueda presentar la postura unificada para acordar un alza en las cifras a la producción que hoy por litro sigue debajo de 1,50 peso.
Los tamberos ansían un sistema de reajuste periódico para no estar cada primavera u otoño dependiendo del destino.

Fuente: La Opinión de Rafaela