Colón derrotó a Racing 2 a 1 (5 a 2 en el global) y se metió en los octavos de final de la Copa Sudamericana, donde espera a Mineros de Venezuela o Cerro Porteño de Paraguay. A los 2 minutos ya perdía 1 a 0, pero aguantó en la primera mitad y jugó un segundo tiempo brillante, revirtiendo el resultado con goles de Gigliotti y Moreno y Fabianesi. Debutó Hernán Bernardello.
Colón clasificó este jueves a los octavos de final de la Copa Sudamericana tras derrotar 2 a 1 a Racing en el Cilindro de Avellaneda, consiguiendo un resultado favorable global de 5 a 2 tras la victoria 3 a 1 en el partido de ida, jugado hace una semana en Santa Fe.
El próximo rival del equipo que dirige Roberto Sensini saldrá del cruce entre Mineros de Venezuela y Cerro Porteño de Paraguay, que en el primer partido igualaron 2 a 2.
El comienzo del partido disputado en Capital Federal no pudo ser peor para Colón, ya que los equipos estaban acomodándose cuando llegó la apertura del marcador: iban poco más de 2 minutos cuando Centurión armó una jugada espectacular, yendo de izquierda a derecha, del lateral hacia el medio del área, dejó a cuatro defensores en el camino y remató al arco, Pozo tapó y dio un rebote que Cámpora mandó al fondo del arco para poner el 1 a 0.
A los 8’ le anularon un gol a Hauche por posición adelantada, sanción bien cobrada pero que encendió la alarma en Colón, porque Racing comenzó bien pero se envalentonó más con el gol, y el equipo de Sensini necesitaba reaccionar, ya que el dueño de casa estaba a un gol del resultado que necesitaba para eliminar a Colón.
A los 13’ Gigliotti remató desde fuera del área, en la primera aproximación del conjunto santafesino, aunque el arquero controló sin problemas. Y a los 19’ un grosero error defensivo de Racing dejó al delantero Sabalero solo ante De Olivera, pero Gigliotti se “durmió” y un marcador le birló el balón cuando iba a rematar.
El partido era atractivo, porque el local iba en busca del segundo pero también dejaba espacios del medio hacia atrás que le permitían al conjunto adversario arrimarse al área, con lo que el encuentro era de ida y vuelta.
A los 28’ apareció Caire con una trepada por el andarivel derecho, ingresó al área apareado por un defensor y sacó un remate débil al medio del arco. Y a los 39’ fue Mugni el que sorprendió desde el vértice derecho del área con un disparo que De Olivera desvió al corner en el primer palo.
A pesar de esas situaciones, Colón no tuvo una llegada clara en todo el primer tiempo, sino que avisó con disparos desde larga distancia. Mientras, la Academia estuvo mejor parado y más ordenado en su juego, generando mucho trabajo al mediocampo y la defensa sabalera, que apostó al contragolpe aunque su mejor jugador para esta función, Lucas Mugni, apareció poco.

Otro Colón

En el complemento cambiaron los roles, porque fue Colón el que desde el inicio manejó la pelota, jugó más adelantado, y empezó a hacer méritos para llegar al empate. Mugni hizo jugar al equipo, Caire se convirtió en una pieza de ataque que abrió espacios por la derecha y Moreno y Fabianesi tuvo una actuación sobresaliente, que lo terminaría convirtiendo en figura del partido.
De a poco comenzó a verse al Colón que había derrotado a la Academia 3 a 1 en Santa Fe, el equipo recuperó la memoria y jugaba mejor, aprovechando además el quedo de racing, que sentía el desgaste realizado en la primera parte.
Fue el pibe Mugni el que tuvo la más clara para el visitante en lo que se jugaba de partido: iban 10 minutos cuando desde un tiro libre muy esquinado, y cuando todos esperaban el centro, sacó un remate combado al segundo palo que dio en el travesaño, en el extremo más lejano.
Hasta que llegó el empate, a los 20’, cuando Moreno habilitó con un pase profundo a Gigliotti, que picó entre los centrales y definió muy bien en el mano a mano con el arquero, con un sutil toque al primer palo para establecer el 1 a 1, resultado que obligaba al local a marcar dos goles para ir a los penales.
Pero lejos estaba Colón de conformarse con la igualdad o de tirarle la responsabilidad a racing de ir a buscar el gol, todo lo contrario, se afianzó en su juego, hizo correr la pelota y se adueñó completamente de las acciones.
Tras el gol de Gigliotti se vio lo mejor del Sabalero. A los 25’ se lo perdió Moreno y Fabianesi abajo del arco, pero el “Torero” volvería a tener una a los 28’, cuando desde la medialuna del área sacó un tiro a colocar, la pelota se desvió en el pie de un defensor y se metió pegada al primer palo para revertir el resultado y asegurarle al rojinegro el pasaje a los octavos de final.
Con varios minutos por jugarse la historia quedó sentenciada. Racing fue por el honor, y Colón pudo ampliar la diferencia, pero todo terminó con un merecido 2 a 1.
Los de Sensini supieron aguantar el encuentro cuando fueron superados, pero también fueron capaces revertir su imagen y el resultado, con un fútbol inteligente y efectivo, que les permitió sumar una nueva victoria que los deposita en la siguiente instancia de la Copa Sudamericana.

Fuente El Litoral