Miles de rodados transitan  por las rutas provinciales Nº 70 y Nº 6. Desde hace varios años la ruta 70 posee a lo largo del ejido urbano esperancino un desnivel muy peligroso, por donde suelen transitar especialmente motos y bicicletas como si fuera una bici senda dentro de la misma ruta.
Superar a un vehículo bajo estas condiciones es altamente peligroso, debido al desnivel en ambos lados de la ruta -que en realidad en el ejido urbano es calle- y hacerlo en días de lluvia es de riesgo mortal.
Para peor,  cuando llueve los pozos que tiene el tránsito de las motos y bicicletas por este desnivel quedan ocultos, lo cual es una posibilidad real de tragedia.
Por otra parte, en los lugares específicos donde existen semáforos, los camiones de carga y colectivos produjeron desniveles muy profundos así como  roturas.
Uno de los peores lugares es sin dudas, la zona de semáforos en la esquina de calles Moreno y la ruta Nº 70. La peligrosidad en ese lugar es enorme, especialmente para las motos y bicicletas porque el riesgo de caerse es serio y más si llueve. Y si la caída resulta hacia el lado de  la ruta y no de la zona externa, la pérdida de la vida es una de las posibilidades más ciertas.
Algunos de ellos se observan en la ruta Nº 70, pero es penoso el estado de la ruta provincial Nº 6 en la zona de semáforos al final de la Avenida   Los  Colonizadores y en el comienzo de la Avenida Argentina.
En esta zona, las ondulaciones de la ruta son de alto grado.
Equivocarse en una maniobra cuando arrancan camiones y colectivos -de sur a norte y viceversa- puede ser fatal, sobre todo si  se cargan en las motos y bicicletas a niños o personas mayores que no posean buenos reflejos y estabilidad.
Hacerlo atravesando la ruta, es tener un extremo cuidado porque una caída debido a las profundas ondulaciones, es un accidente  con características abiertas a cualquier resultado. Más, como en otros casos, si quienes se trasladan en las motos y bicicletas, son niños o personas de mucha edad.
Hay que recordar que este cruce es vital para todos los barrios ubicados desde la ruta hacia el Este y que diariamente se trasladan varios centenares de personas para cumplir con actividades en el centro de la ciudad, y también niños que asisten a las escuelas.
Y la gran mayoría de ellos lo hacen en motos o en bicicletas.
Esta situación se agrava porque de día y de noche, especialmente a partir de la tarde, muchos niños y jóvenes asisten al polideportivo del Club Alma Juniors, también muchos de ellos en rodados de dos ruedas.
Es imperioso que las autoridades responsables tomen decisiones urgentes, porque seguramente ya están advertidas de una realidad que no puede sostenerse en el tiempo, sin poner en riesgo la vida de cualquier vecino de la ciudad o de personas que transiten ocasionalmente por estas dos rutas, donde por día son miles quienes las utilizan.

Fuente El Colono del Oeste