La Justicia dictó prisión preventiva la semana pasada para un hombre de 25 años, acusado por el abuso sexual de la hija de su concubina; y sobre quien se sospecha, habría violado a otra niña del mismo círculo familiar. El caso fue denunciado en la ciudad de Esperanza por la tía de la menor, que actualmente se encuentra bajo su cuidado.

La detención de Gustavo Daniel L. se produjo el sábado 17 de Mayo, tras la intervención de la fiscal local, Clelia Trossero, juntamente con el Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familiar y Sexual de la Unidad Regional XI.

El lunes 19, ya en sede judicial, el Ministerio Público de la Acusación le atribuyó la probable autoría del delito de “abuso sexual con acceso carnal de una nena de 10 años”, hecho que se encuentra agravado “por la calidad de guardador del imputado, por la edad de la menor, por considerarlo gravemente ultrajante y por el grave daño en la salud física y mental que le ha ocasionado a la víctima”, sostuvo la Dra. Trossero.

Dos días después, el 21 de Mayo, el juez penal Héctor Gabriel Candioti consideró cumplidos los requisitos necesarios para adoptar la medida privativa de la libertad solicitada por la fiscal. A su vez existiría sobradas evidencias que señalan al concubino de la madre de la nena como autor del hecho aberrante.

Actitudes aberrantes

También intervino la Subsecretaría de los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Familia y el equipo local de Niñez de la Municipalidad de Esperanza para articular un trabajo interdisciplinario. No obstante el primero de los organismos dispuso la entrega de la niña a una tía materna, ya que no se descarta cierto grado de conocimiento de los hechos por parte de la madre.

Hechos como éstos ocurren frecuentemente y nos vemos conmovidos ante estas actitudes aberrantes y más aún cuando la víctima es un menor”, señaló la Dra. Trossero. “Existe el compromiso -reiteró- por parte de todos los integrantes de la sociedad en su conjunto, para que casos como éste sean tratados de la manera más eficaz y rápida, para evitar un manoseo innecesario de las víctimas y sus familias”, concluyó.

En cuanto a la intervención judicial, la investigación penal preparatoria (IPP) seguirá adelante, con el fin de determinar la responsabilidad que le cabe al imputado en el hecho investigado.

Si bien en este caso la imputación es por el abuso sexual de la hija de su pareja, no se descarta que próximamente sea formalmente acusado por haber violado a una nena de 11 años, del mismo círculo familiar que la víctima.

Fuente El Colono del Oeste