El jueves, a las 23.45, Florencia Martínez de 19 años, santafesina, llegaba con su marido y su hijo de 3 años a su vivienda. Se bajaban del automóvil cuando recibió un disparo de arma de fuego, que fue mortal, en su cabeza.

Como señalara El Colono del Oeste, era casi a la medianoche en La Pelada, pequeña localidad de 1.500 habitantes, cuando el joven matrimonio, ella de 19 años y él de 26, junto al pequeño hijo de ambos regresaron desde la ciudad de Santa Fe de visitar a la familia de ella en el Barrio Yapeyú, en el peligroso oeste de la ciudad capital. Cabe señalar que el esposo de la víctima es de la ciudad de Recreo, convecina a Esperanza.

Cuentan que la joven Florencia Martínez bajó del automóvil, se dirigió a la parte trasera del mismo. Dicen que lo quitó de la sillita de seguridad y lo ingresó a la casa para después volver para ayudarle a su marido Celso Manuel Gómez con algunos productos de compras hechas a en la ciudad capital y fue allí donde sucedieron los hechos.

Otra versión de los hechos señala que el concubino de la joven relató que ambos volvían al hogar luego de visitar a los padres de la chica en la ciudad de Santa Fe. El joven de 26 años -oriundo de la provincia de Formosa, que vivía en Recreo- narró ante las autoridades al parecer, que él ingresó al inmueble con el hijo de ambos, que se había dormido en el viaje. Luego, como su mujer demoraba, salió a la vereda y la encontró tendida en el piso, con un balazo en la cabeza.

Los peritos no determinaron como, pero lo cierto es que en la noche estalló un disparo de arma de fuego, que le dio en la cabeza, de frente a la chica que cayó al suelo, ya muerta.

El lugar es bastante descampado, y está ubicado en la última calle del pueblo del lado norte. Y era una casa que la pareja alquilaba desde hace unos tres meses.

El esposo de la víctima trabajaba en una empresa de transportes de cargas, propiedad de una familia de la localidad.

Enloquecido, el muchacho gritaba auxilio al vecindario en medio de la noche cuando todos dormían, hasta que llegaron sus vecinos más próximos corriendo hasta la esquina de Los Colonizadores y 25 de Mayo, y se encontraron con el tremendo cuadro.

Se cuenta que uno de los que llegó al lugar, al ver semejante hecho, tomó una bicicleta y manejó raudamente hasta la sede de la Subcomisaría 4ª de La Pelada, y contó a los uniformados la situación que resulta inverosímil ante el modo de vida de esta población donde «nunca pasa nada».

Los policías arribaron al lugar donde se dirigieron raudamente y vieron a la chica tirada en la calle, ya sin vida. A su lado estaba su esposo, Celso Gómez.

Inmediatamente, desde la Subcomisaría se dio aviso a la sede de la Unidad Regional XI con sede en nuestra ciudad.

Intervinieron de inmediato, médicos, peritos de la policía científica, la PDI y los fiscales de la Unidad Especial de Homicidios del Ministerios Público de la Acusación, Cristina Ferraro y Jorge Nessier.

Cabe consignar que el médico forense policial, constató la muerte de la joven Florencia Martínez a consecuencia del proyectil que impactó en su rostro y la dejó sin vida en el acto. Fue un solo disparo, certero y mortal.

Como es de orden, los fiscales santafesinos ordenaron los peritajes criminalísticos en el escenario del homicidio ante una población que esa noche no durmió y todavía está sorprendida por los hechos.

Es posible señalar que el cadáver de la víctima fue trasladado a la morgue judicial de la ciudad capital santafesina para la realización de la autopsia para luego ser entregado a sus familiares y recibir el velatorio y sepelio correspondiente.

Se dice que cuando los familiares arribaron a la localidad, hubo momentos de extrema tensión y uno de ellos hizo estallar el parabrisas del Citröen CTX blanco , propiedad del matrimonio y que habría secuestrado la policía.

Con el correr de las horas se pudo saber que no hay detenidos.

Pese a todos los esfuerzos, la Justicia no pudo determinar hasta el momento que acaeció y que motivos hay detrás de la misteriosa muerte de esta joven.

Es indudable que al matrimonio por el relato del único testigo, el marido de la joven, lo estaban esperando y que el disparo, por la oscuridad de la noche no pudo hacerse desde lejos y que además, el tirador no era un principiante.

En el pueblo no se conocen demasiados detalles de la vida de esta pareja, dado que desde hace muy poco tiempo que vivían en La Pelada, en una comunidad que está acostumbrada a la llegada de trabajadores desde otros territorios, sobre todo por tareas rurales o vinculadas a los trabajos y productos de campo.

Y esto hace más difícil saber lo sucedido, dado lo mortal del ataque.

Los agentes de la Policía de Investigaciones de la Fiscalía – PDI- y policías hicieron un rastrillaje por la zona exterior a la casa, buscando rastros del hecho, para develar el misterioso crimen, pero al parecer todo resultó infructuoso.

Tampoco se encontraron armas de fuego. Ni un solo rastro que determine qué sucedió en la fatídica noche.

Fuente El Colono del Oeste