El daño que generan los estruendos en las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y otras discapacidades, adultos mayores y mascotas, así como el peligro de la mala manipulación de estos artefactos que provoca decenas de accidentes cada año, generó que como comunidad avancemos, ya desde el 2014, con la campaña #PirotecniaCero.

La pirotecnia afecta la audición, la salud y el bienestar de la población. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el oído tiene como tolerancia máxima al ruido un umbral de 65 decibeles (dB) luego de eso ya genera afecciones. Los artificios pirotécnicos sonoros superan los 140 decibeles, lo que produce en las personas afecciones auditivas y extra auditivas negativas.

Afecta a personas con trastornos del espectro autista. La contaminación sonora que produce la pirotecnia provoca ataques de pánico en jóvenes y adultos con autismo y asperger. Su hipersensibilidad provoca un alto nivel de nerviosismo y los lleva, en algunos casos, a autolesionarse.

También afecta a niños, adultos mayores y mascotas. Además de afecciones auditivas en humanos, el uso de pirotecnia puede generar taquicardia, temblores, falta de aire,  náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y/o muerte.

Además puede producir daño a la integridad física de las personas que la manipulan o que están cerca, ya que se pueden producir detonaciones de manera espontánea.

El uso de pirotecnia también está relacionado con daños al ambiente, esto es debido al riesgo latente de incendios forestales, sobre todo en época de sequía como la actual. Y también, estos artefactos, provocan pánico en la fauna silvestre y un estrés irreversible en los animales.

Sumate, y disfrutemos TODOS de estas fiestas!!