El municipio de San Carlos Centro, en Santa Fe, plantó 17 alrededor del casco urbano. Cumplen dos funciones: marcan la línea agronómica y brindan información a los vecinos para evaluar posibles irregularidades en las pulverizaciones.

Con el objetivo de prevenir posibles riesgos por la aplicación de agroquímicos en la zona rural de San Carlos Centro, el Gobierno local ha instalado 17 mangas aeronáuticas de viento, las que demarcan la línea agronómica distanciada 200 metros del borde de la zona urbana. Esto es en cumplimiento de lo establecido por la ordenanza municipal Nº 914 (2018), la que fuera sancionada por el Concejo Municipal sancarlino.

Gracias a la citada normativa, la zona habilitada para realizar tareas de aplicación terrestre de productos agroquímicos se ha alejado del área con población estable, manteniéndose en vigencia el Protocolo de Prevención de Riesgo por el cual los productores ubicados a la vera de dicha línea agronómica, deben dar aviso y aceptar ser controlados por la Municipalidad antes de realizar sus aplicaciones.

El sector comprendido entre la zona urbana y la línea agronómica de 200 metros de ancho en los bordes este, norte y oeste de la ciudad, es una zona de amortiguación donde está prohibido el uso o aplicación de agroquímicos, con excepción de los de uso domiciliario y aplicación puntual con mochila manual. Esta zona ofrece mayor garantía a los habitantes que viven en el centro urbano de San Carlos Centro, de no sufrir efectos por derivación de estas sustancias. Cabe aclarar que en el área en cuestión, se pueden sembrar cultivos agrícolas de especies y con métodos que no requieran la utilización de insecticidas, herbicidas, fungicidas o fertilizantes, pudiéndose aplicar enmiendas y abonos orgánicos.

De acuerdo a lo explicado por la Municipalidad, dentro de esta zona “buffer” o de amortiguación, el Gobierno de San Carlos Centro apoya y promueve las forestaciones que actúen como cortinas que aumenten aún más la seguridad ambiental.

Respecto a las mangas de viento, las mismas indican la posición de la línea agronómica que determina la distancia a la zona urbana. Funcionan como un dispositivo que indica la dirección y velocidad del viento. De este modo, cualquier observador puede corroborar que las fumigaciones no se realicen con vientos en dirección a la población, ni con velocidades de ráfagas no convenientes.

En base a esta información suministrada por las mangas y previo haber realizado la verificación de los productos a utilizar para saber si pertenecen a los grupos autorizados, además de chequear la Receta Agronómica preparada por el ingeniero agrónomo responsable de la aplicación, el personal municipal autorizado toma una muestra del contenido del aspersor para ser reservada como testigo y así lograr (o no) la aprobación para el inicio de la aplicación. Así se mejora la garantía de calidad de vida, manteniendo el aire de la ciudad libre de pesticidas.

A partir de la puesta en marcha del Protocolo de Prevención de Riesgo aplicado en San Carlos Centro, que arrancó a los pocos meses del inicio de la gestión encabezada por Jorge Placenzotti, el uso de las mangas de viento se ha replicado en localidades vecinas y otras más alejadas dentro del territorio provincial.

Fuente Campo Litoral