Aseguran que el plan provincial no alcanzó los objetivos y proponen adherir al nacional, recientemente dispuesto por Senasa. Sostienen que es menos oneroso que el local. “Como es un plan que financian los productores creemos que se debe atender a su situación”, plantearon

El ruralismo santafesino considera “precipitada” la idea del gobierno provincial de no modificar el Plan Superador de control y erradicación de la brucelosis y propone seguir los lineamientos de la Resolución 67 de Senasa, que desde abril pondrá en marcha un plan nacional de lucha contra la enfermedad.

En un comunicado de prensa, la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFE) expresó “su total y absoluto apoyo” a la norma nacional y solicitó “unificar los status en las luchas sanitarias”. Para la institución, unos diez años atrás, la provincia dispuso “de facto” un plan que generó un doble standar frente a provincias vecinas “perjudicando desde le punto de vista económico el negocio ganadero provincial, sin obtener además los resultados esperados”.

El secretario de CARSFE, Ignacio Mántaras, declaró en Radio EME que el eje del planteo es que son los productores quienes corren exclusivamente con el costo y que el plan de Senasa se presenta menos oneroso que el provincial, que además no logró los objetivos propuestos y por ello debiera ser revisado.

El directivo mencionó que, tras la publicación en enero de la resolución nacional, la provincia convocó a Comisión Provincial de Sanidad Animal (CoProSa) en dos oportunidades en las que los ruralistas tuvieron la sensación de que se tomó “la decisión precipitada de mantener el plan provincial vigente”, que implica “mayores sangrados y acciones por parte de los productores y costeados por ellos”. Hoy debía producirse un tercer encuentro que tuvo que posponerse para el jueves por un paro de empleados estatales.

Ambos planes disponen los mismos procedimientos: vacunación, identificación con caravana, sangrado, control de movimientos (con un sangrado específico) y sacrificio de animales positivos. A su vez, el nacional establece dos años para completar la serología, mientras en Santa Fe está zonificado. Pero difieren en las tareas de saneamiento a implementar ante la aparición de un animal positivo. “En el caso del plan nacional son plazos más flexibles, más extensos que el provincial y con menos sangrados”, explicó el dirigente, y reiteró: “son costos que los financia el productor”.

El plan de Senasa será obligatorio desde abril y ya se adhirieron las provincias vecinas a Santa Fe (si alguna no lo hace quedaría aislada, sin poder enviar hacienda a las demás o a exportación). En su artículo 24 la norma dispone que aquellas provincias que por características particulares deban hacer alguna modificación deben sugerirlo. Y, también, aquellas con un plan preexistente “deben adherirse al plan nacional”.

“Santa Fe ha sido pionera en establecer un plan de control muy riguroso”, indicó Mántaras. El sangrado, la serología a fin de detectar los animales positivos a brucelosis y su eliminación “fue auspicioso”, pese a problemas prácticos como la imposibilidad de ingresar reproductores desde otras provincias.

Sin embargo, a raíz del análisis de situación ante la nueva normativa, los ruralistas detectaron “algunas asimetrías en distintos departamentos” respecto del nivel de cumplimiento del sangrado obligatorio o si efectivamente se envían a faena los animales positivos como establece la ley. “Vemos algunas falencias en la aplicación”, consideró el secretario de CARSFE.

“Como es un plan que financian los productores -agregó- creemos que se debe atender a su situación”. Como las actividades no están atravesando un buen momento económico, Mántaras dijo que a los fines de implementar un plan se debieran analizar los resultados logrados hasta el momento y el costo del mismo. “A 10 años de aplicado el plan provincial, cotejando con provincias que no han aplicado un plan sanitario, los logros tampoco son grandilocuentes”.

Y ahí radica otro planteo del ruralismo: consideran que el esfuerzo económico no se corresponde con los resultado obtenidos. “La provincia de Santa Fe, después de tantos años, no está libre, no se logró erradicar pese a la inversión que hicieron los productores en este plan”. Por lo tanto la propuesta es analizar las razones de ese resultado, insatisfactorio para el ruralismo. Que no se haya erradicado la enfermedad, dijo Mántaras, “tal vez tiene que ver con esto de contar con un doble estatus sanitario nacional en el que Santa Fe era una especie de isla”.

La posición de CARSFE incluye una crítica al funcionamiento de CoProSa, instancia sobre la cual “llegó el momento de discutir el funcionamiento”, indica el comunicado. Mántaras explicó que históricamente hubo dos instancias, una técnica integrada por profesionales y productores y otra “institucional” en la que se sumaban referentes político-gubernamentales. Hasta que en la gestión anterior se unificaron en una “CoProSa ampliada”, donde “las entidades de la producción perdieron peso porque hay más voces de los técnicos que de los productores”. El reclamo, dijo, ya se hizo frente a la ministra de la producción Alicia Ciciliani y el gobernador Miguel Lifschitz.

Fuente SRLC