En transcurso de esta semana se han producido nuevos hechos de abigeato en la zona caliente. Esta zona abarca a localidades al este y noreste de la nuestra, Franck, que también los dueños de establecimientos rurales sufren de los mismos delitos.

Ocurrieron en situaciones distintas, en campos de distintos propietarios, continuando con el mismos modus operandis. Pero la osadía, confianza, impunidad, o como se lo quiera llamar, en esta oportunidad pasó los límites. Uno de los hechos ocurrió, a plena luz del día. Según parece, debieron abandonar el “trabajo” a la 15:30 hs. cuando vieron que se aproximaba el propietario del establecimiento, y huyeron en moto. Como los muchachos no pudieron llevar la “mercadería”, a la noche siguiente visitaron otro campo vecino al anterior.

Debemos recordar que hace pocos días, también en esa zona, carnearon un vacuno y en el campo lindero cortaron alambrados, entraron con una moto, pero no pudieron lograr el objetivo al no poder cercar los animales.

Indudablemente, para que todos estos hechos ocurran, cada vez más seguido, con total impunidad, y ahora ya a la luz del día, será porque los cuatreros cuentan con la complicidad de “amigos” que lo permiten. Mientras tanto seguimos mirando para arriba y silbando bajito. No pasa nada. Todo está bien. Más allá del daño económico, hay que pensar también en el sufrimiento de los pobres animales sometidos a la mutilación estando vivos. Las fotografías que adjuntamos dicen más que mil palabras.

Vamos a aprovechar para tener en cuenta el significado de la palabra ABIGEATO para ser más ilustrativos.

Abigeato es un término cuya raíz etimológica se encuentra en la legua latina abigeatus. El concepto se emplea en el continente americano con referencia al delito que consiste en hurtar ganado. El abigeato está tipificado en diversos códigos penales. La acción implica la sustracción de vacas, ovejas, caballos u otros animales que son propiedad de una persona. El abigeato era un flagelo difícil de combatir en el Siglo XIX. Con los años, comenzaron a ponerse en marcha diversos mecanismos de seguridad que ayudaron a minimizar el hurto de ganado.

El sujeto que comete el abigeato es señalado como abigeo. Cabe destacar que el abigeato también se conoce como cuatrerismo, término que alude a la sustracción de cuadrúpedos. El cuatrero, por lo tanto, es quien lleva adelante el cuatrerismo.

Una de las características del abigeato que primero saltan a la vista es las zonas escogidas por los ladrones: dado que se trata de un delito en el cual debe intervenir la violencia y el traslado de animales muy pesados, lo normal es que el objetivo sean los campos más aislados, aquéllos que se encuentran menos expuestos a la vigilancia. Por otro lado, es importante señalar que el abigeato no se practica de forma individual, o al menos no es lo más común. Este tipo de hurto tan particular resultaría casi impracticable para una sola persona, ya que son varios los pasos a superar y los requisitos para llevar a cabo el trabajo sucio con éxito.