Los últimos remates promedian $ 150, muy por encima de los $ 120/125 que pueden pagar los engordadores a corral para salir derechos. Desde la cámara sectorial revelaron que la estrategia para subsistir consiste en aprovechar la buena relación con el alimento para vender con más kilaje.

Los precios de la hacienda cerraron julio con una suba cercana al 10% en el Mercado de Liniers, proceso alcista que se acentuó en las segunda mitad del mes. Para las categorías de invernada, la tendencia se consolidó también con valores que ya promedian los $ 150 y en algunos casos tocan los $ 200.

La explicaciones que ofrecen los actores del negocio se apoyan en la debilidad del peso y la apuesta a preservar el capital en un contexto de incertidumbre económica e inflacionaria. Pero no a todos les cierra ese argumento: los feedloteros se preguntan si en cuatro meses -tras el duro golpe que significa la pandemia para gran parte de la población- el precio en pie del gordo alcanzará los $ 130/140 necesarios para lograr una rentabilidad positiva. Para que eso ocurra debiera producirse una suba superior al 25% desde los $ 110 actuales.

El viernes, durante la subasta televisada de Rosgan se lograron “resultados sorprendentes en todas sus categorías”, dijeron desde el mercado. Superando las expectativas del mercado, los valores promedio fueron: terneros $ 143,58, terneros y terneras $ 138,12, terneras $ 135,35, novillos Holando $ 100,87, vacas de invernada $ 69,46, novillos de 1 a 2 años $ 129,60, vaquillonas con garantía de preñez $ 49.911,76 y vacas con garantía de preñez $ 46.921,75. “La demanda estuvo muy intensa y subieron todos los promedios”, confirmaron. Unos días antes, Ganaderos de Ceres había subastado terneros entre $ 142 y $ 188; novillitos entre $ 126 y $ 151; mientras que las terneras hicieron un pico de $ 206.

El director Ejecutivo de Rosgan, Raúl Milano, analizó que “esta demanda tiene dos componentes que la definen bien, el primero es la conversión inmediata que necesita el invernador de sus pesos a patas de animales y un segundo componente tiene que ver con las expectativas creadas en el sector ganadero, ya que es uno de los pocos sectores que tiene en el país una gran perspectiva de futuro. El mediano y el largo plazo, empujan tal vez más que la coyuntura, no obstante eso, los precios en Liniers han tenido una recuperación”.

En cambio Juan Eiras, titular de la Cámara Argentina del Feedlot (CAF), declaró a Campolitoral que en el sector tienen un “alto nivel de desconcierto” por los valores que muestra la invernada. En los corrales, sostuvo, para salir derechos -sin renta- el precio de compra no debiera superar los $ 125. “Hay una diferencia neta entre compra y venta de 50% y no son precios de un remate aislado sino que son decenas de miles de cabezas que escapan al poder adquisitivo del feedlot”, afirmó.

En ese sentido planteó una incógnita a mediano plazo: “¿en cuatro meses, cuando esa hacienda salga a faena, podrá el gordo valer $ 130/140 para que los números cierren?”. La duda es si, pandemia mediante, el consumidor tendrá suficiente poder adquisitivo para convalidar ese precio de la hacienda.

Entre sus colegas, reveló Eiras, están aprovechando la buena relación con el alimento para aguantar un poco los animales y “meterle más kilos” para de ese modo mejorar el retorno. Aunque el maíz ya superó los $ 9.000 la tonelada (no hace mucho cotizaba debajo de $ 8.000) “el kilo ganado en el corral cuesta $ 90 contra los $ 150 que sale comprarlo y llevarlo hasta el establecimiento”. Se trata, dijo, de una estrategia de subsistencia para sostener el capital en una situación atípica como la actual, con una brecha del 50% entre el precio de compra y venta, muy superior al 20% que implicaría tener rentabilidad positiva.

Según el análisis del sitio Valor soja, los 143,5 $ /kg que promediaron los terneros en Rosgan representan una suba interanual del 40% medido en “moneda maíz” (la cantidad de alimento que puede comprar un kilo de hacienda en pie), mientras que las terneras se operaron a un valor medio de 135,5 $ /kg para experimentar un alza del 44%. Una mejora similar tuvieron los novillos de 1-2 años de edad, que también lograron mejoras al registrar un promedio de 129,6 $ /kg, lo que representó una suba del 40% respecto de los valores negociados un año atrás.

Fuente Campo Litoral