El papa Benedicto XVI emitió una histórica disculpa por los abusos sexuales de los sacerdotes pedófilos y en un fuerte mensaje pidió llevarlos ante la justicia, un día antes de cerrar en Sydney las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) con una misa multitudinaria.

Por primera vez, el pontífice no se limitó a expresar su vergüenza sino que pidió explícitas excusas por los abusos de los curas pederastas, tema que en los últimos años ha hecho mella en la credibilidad de la Iglesia Católica y provocado protestas en diferentes partes del mundo.

«Lamento profundamente el dolor y sufrimiento que han soportado las víctimas, y les aseguro que, como su pastor, comparto su sufrimiento», dijo al pronunciar la esperada disculpa, en una misa con obispos, seminaristas y novicios en la catedral de Santa María en Sydney.
Tal disculpa fue agregada al texto de la homilía enviado con anterioridad a la prensa por el Vaticano.
Los medios australianos le dieron gran cobertura al tema de los abusos sexuales de curas en este país mientras las víctimas multiplicaban el reclamo de excusas.
«Deseo hacer una pausa para reconocer la vergüenza que todos hemos sentido como resultado de los abusos sexuales de menores por parte de clérigos y religiosos en este país», afirmó el papa, de 81 años, que agregó que esas «fechorías» merecen «una condena inequívoca».

Compasión

«Las víctimas deben recibir compasión y atención y los responsables de estos males deben ser llevados ante la justicia», indicó Benedicto XVI, quien ya había abordado el tema de los curas pedófilos en Estados Unidos al visitar ese país en abril y expresado su vergüenza pero sin emitir una disculpa formal.
«Casos como esos no ocurrirán más. La pedofilia es incompatible con el ministerio sacerdotal. Siento profunda vergüenza por ello», había declarado entonces.
El primer pontífice en tratar el urticante tema fue Juan Pablo II en 2002, cuando condenó el flagelo.
En Estados Unidos, se estima que entre 4000 y 5000 sacerdotes abusaron sexualmente de unos 14.000 niños y adolescentes. La Iglesia ya pagó cerca de 3000 millones de dólares de indemnizaciones.
En Australia, Broken Rites, grupo de apoyo a las víctimas de abusos sexuales, asegura que 107 curas católicos han sido sentenciados por tal motivo, mientras que otros procesos están en curso.
La ONG reaccionó el sábado con irritación. «Las excusas pueden ser un comienzo, pero queremos ver más […] queremos trato justo para las víctimas», dijo su portavoz Chris MacIsaac.
Los prelados australianos habían presentado sus excusas en 2002 y ordenado la formación de un comité para investigar los casos.
Mientras, centenares de miles de peregrinos realizaron un recorrido de 9 km desde el norte de Sydney y a través del famoso puente sobre la bahía, hasta el hipódromo de Randwick, donde la noche del sábado permanecieron en vigilia en espera de la misa de mañana por la mañana que cerrará las jornadas.
Frente a las 200.000 personas con velas en las manos en la vigilia, el Papa llamó a la unidad cuando «la sociedad hoy está siendo fragmentada por una manera de pensar que inherentemente carece de visión de futuro».
«La unidad es la esencia de la Iglesia», subrayó.
Al final de la misa del domingo, a la que se espera asistan medio millón de personas, Benedicto XVI anunciará la sede de las Jornadas Mundiales de la Juventud de 2011. Madrid y las brasileñas Rio de Janeiro y Belo Horizonte suenan como las candidatas con más posibilidades.