«Las lluvias llegan un poco tarde para revertir algunas pérdidas en la región, pero estas descargas permiten llegar a cosecha y mejorar el peso de los granos». Así evaluó la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, el efecto de las últimas precipitaciones para un cultivo tan tradicional como escaso. El precio del pan es un buen síntoma de lo que sucede.
Las lluvias demoraron la recolección y los rindes obtenidos se mostraban como magros y muy dispares por efectos de la sequía. De acuerdo con los datos provistos por el Ministerio de Agricultura, los primeros lotes de trigo trillados en Tucumán, Chaco y el norte de Santa Fe arrojaron «hasta ahora rendimientos que no superan los 1.000 kilos por hectárea». En rigor los números están bastante más abajo que eso.
Para los especialistas de la cartera agropecuaria, «continúan las buenas condiciones en la principal zona productora, es decir en la mitad sur de la provincia de Buenos Aires, donde se esperan buenos resultados» al término del ciclo triguero.
La Bolsa de Cereales porteña precisó que a la fecha se recolectó el 1,5 por ciento del área apta (un total de 3,62 millones de hectárea) hecho que exhibe un retraso interanual de 4,5 puntos porcentuales.
En números absolutos, la entidad porteña explicó que se cosecharon hasta el momento más de 50 mil hectáreas, con un rendimiento promedio de 820 kilos por hectárea.
Agricultura relevó que un 35 por ciento de los lotes trigueros se encuentran en macollaje, un 28 por ciento en espigazón y antesis, y un tres por ciento se encuentra en estado de madurez.
Las autoridades explicaron que el 66 por ciento de los cultivos trigueros se encuentran en un estado de bueno a muy bueno, contra un 23 por ciento que está en una situación regular y otro 11 por ciento, en un estado malo.

Aportes

La nueva campaña de trigo trae alivio a un mercado interno con poca harina y a un país necesitado de divisas. Aportaría 9,5 a 10 millones de toneladas, de los cuales se destinarán 6 para consumo interno y el cupo para Brasil, en tanto que al menos 2,5 millones de toneladas se exportarían a otros mercados, según la presunción inicial de los analistas sobre un mercado de volúmenes regulados por el gobierno. Esto permitiría al país un ingreso de 750 millones de dólares hasta abril de 2014; el Tesoro cobra retenciones del 23 % para el grano y 10 en el caso de harinas procesadas.

Fuente El Litoral