Este subproducto del bioetanol de maíz es una nueva alternativa sustanciosa y hasta un 10% más económica para alimentar ganado. Agregado de valor en origen para una industria en auge.
El aumento al 6,6% del corte con etanol de las naftas consumidas y las estimaciones de un crecimiento al 10% para 2014, mejora el escenario para la producción nacional de bioetanol y, con ello, el aumento de oferta de los subproductos. Así, los granos de destilería o burlanda –DGS, por sus siglas en inglés– surgen como una alternativa económica y nutritiva para alimentar al ganado. El 9 y 10 de abril los especialistas compartirán más información en la 5ª Jornada Nacional de Forrajes Conservados en el INTA Manfredi, Córdoba.
“Nuestro país, deficitario en energía, importa combustibles fósiles y exporta maíz sin transformar”, indicó Mario Bragachini –especialista del INTA Manfredi–, por lo que ponderó la oportunidad que implicaría agregar valor al grano al sustituir las importaciones, generar trabajo en origen e incentivar a las producciones pecuarias, cercanas a las plantas de etanol, a ofrecer DGS a un precio muy competitivo para los productores ganaderos.
“Además, –aseguró el técnico– la Argentina cuenta con un excedente en biomasa vegetal que debe aprovecharse a partir de la producción de agroalimentos y bioenergía estratégica en origen”, y estimó que en 2014 nuestro país podrá moler 1,5 millón toneladas de maíz, lo que generará unas 450.000 tn de DGS en seco con lo que se podrían alimentar unas 411.000 vacas lecheras por año.
En esta línea, el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, indicó que la producción de grano de maíz pasará de las 28 millones de toneladas, obtenidas en la campaña 2012/13, a 55 M/tn en 2020, lo que permitirá moler hasta 10 M/tn para etanol.
Las perspectivas para la industria del bioetanol son promisorias y en este contexto Bragachini aseguró que “nuestro país puede moler maíz, hacer etanol y agregar valor en origen en otros procesos industriales, sin afectar la disponibilidad ni los precios internos de este grano, al utilizar parte del saldo exportable”.

Más nutrición, menos costo

Como subproductos de la industria del bioetanol se obtienen los granos destilados de maíz conocidos como burlanda seca o húmeda con solubles (DDGS y WDGS, respectivamente por sus siglas en inglés), utilizados como alimento para el ganado por su riqueza en nutrientes y proteínas.
Se trata de un producto de excelentes cualidades ya conocido y utilizado en otras partes del mundo, como Estados Unidos. “La clave para la Argentina está en saber adaptase e implementar su uso que, en algunos casos significará una baja del 10% en el costo de la ración”, aseveró Nicolás DiLorenzo, ingeniero agrónomo argentino y profesor de la Universidad de Florida, Estados Unidos.
En relación a otros suplementos, este subproducto es un concentrado proteico y, al mismo tiempo, energético con un alto contenido de grasa o aceite y hasta tres veces más de proteína bruta (30%) comparado con el grano de maíz. Además, presenta una alta palatabilidad para el ganado bovino.
Asimismo, el especialista radicado en Estados Unidos recomendó no exceder los niveles máximos de inclusión, para no generar ningún exceso en las dietas de los animales, ya que estos subproductos poseen tres veces el valor de minerales contenidos en el grano de maíz.
Para ello, explicó que la inclusión óptima en tambo de los DDGS es de entre un 15 y 25% mientras que en los feedlots el porcentaje asciende a 30 y 40% de la materia seca total. En cuanto a la alimentación de cerdos se recomienda hasta un 10% en etapa de crecimiento, un 15% en engorde y un 7% en lactancia. Por su parte, se estima hasta un 8% en pollos y un 15% en crecimiento y engorde.

Más valor en origen

Más del 64% del total de maíz producido en el país –18 millones de toneladas– se exportaron como grano con bajo valor agregado y con ello litros de agua dulce, nutrientes del suelo y muchas posibilidades de trabajo genuino en origen.
Para Bragachini, “la biomasa, sin dudas, es una alternativa que, con la tecnología actual y el valor del petróleo, hace posible, rentable y estratégica la elaboración de bioenergía en origen”.

Una cuestión de humedad

Este subproducto del bioetanol de maíz viene en dos presentaciones: húmedo o seco (WDGS ó DDGS, respectivamente por sus siglas en inglés). En el primer caso, tiene un 35 % de materia seca mientras que en el segundo es de 90 %.
“En su formato húmedo, –indicó Bragachini– es un producto difícil de manejar porque su consistencia (parecida a la de un puré) plantea un desafío en su almacenamiento, suministro y transporte. La alterativa es el DDGS que se vende a granel y es similar a la harina”.

Fuente INTA Informa