Marcelo Aimaro, Presidente de Meprolsafe En tiempos de permanentes reclamos por el definitivo ordenamiento de la lechería nacional y en la búsqueda de soluciones coyunturales que no se resuelven, las distintas entidades de productores insisten en un diálogo más transparente que permita superar cuestiones básicas, buscando una mayor previsibilidad para la empresa tambera.
En diálogo con el presidente de la entidad más representativa (por cantidad de socios adherentes) de los tamberos de Santa Fe, Marcelo Aimaro, quien hoy preside la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (MEPROSALFE), Nuestro Agro indagó sobre la actual coyuntura de la lechería y sus perspectivas. Nuestro Agro (NA) – ¿Qué opinión tiene la Mesa de los anuncios del MINAGRI sobre los créditos para el sector? Marcelo Aimaro (MA) – Hay que separar las aguas, en principio cuando no hay rentabilidad todo crédito que se tome es un salvavidas de plomo. No obstante hay que analizar la situación de cada productor porque cada tambo es un mundo diferente, un sistema diferente, un manejo personal; están los que se parecen y otros que no, y ambos casos pueden ser rentables.
En cuanto al caso concreto de quienes se vieron afectados por el clima hay que ver en qué medida fue afectada la producción, las reservas forrajeras, hay tambos con 50, 30 o 20 por ciento menos de producción y eso es menos facturación y hay que ver cómo impacta en cada empresa, en qué situación financiera se encontraba, son muchos factores a considerar. Por lo tanto, si las líneas de créditos están activas, en el caso de la provincia de Santa Fe sabemos que ya lo están, y el productor necesita de ese dinero para superar un mal momento, está bien que lo tome en función de su productividad.
NA – ¿Han recibido consultas de interesados por los créditos? MA – Sí, claro, nuestros colegas se acercan para saber qué hay de cierto. La línea de crédito de la provincia ya está operatoria, te piden la inscripción de productor primario, el RENSPA y el acta de vacunación y hay que estar en departamentos declarados en zona de emergencia, como están Castellanos, Las Colonias, San Jerónimo, San Martín y San Cristóbal. La línea es hasta $400.000, con 18 meses y tres meses de gracia, la entidad bancaria solicita información a la industria a la que se entrega porque es a través de la misma que se irá realizando el pago.
NA – ¿Cómo ven el tema precio? MA – Nosotros vemos que hay una mayoría de productores que coincidimos en que la industria podría pagarnos entre 15 a 20 centavos más sin ningún problema y con esa mejora cambiaría la situación de muchos tambos, no decimos que pretendemos que nos paguen $ 4 por litro porque sabemos que la industria no lo puede pagar, pero sí abogamos por una mejora inmediata porque siguen aumentando nuestros costos. Si hace tres meses tres pesos era razonable, hoy ya no lo es y menos aún con una marcada baja de facturación.
NA – ¿Son rentables los tres pesos para algunos tambos? MA – Reitero, cada explotación tiene una realidad en particular, seguramente hay tambos que con tres pesos no pierden plata, si producís a pasto, silo y grano, con un maíz que históricamente con dos kilos producías un litro de leche, hoy esa relación es muy favorable, un tambo con 15 a 18.000 litros de leche por hectárea seguramente es rentable, pero claro, muy pocos están en ese rango. Si un productor tiene baja productividad por ha., más algo de costo financiero y no hizo buenas reservas, tiene un panorama muy complicado, y eso también es una realidad. Yo entiendo que debemos ser cuidadosos cuando analizamos la situación de los tambos, no tienen los mismos costos los tambos más al sur que los que están en el centro-norte del país. Y lo que debemos seguir reclamando es por una actualización del precio de aquí hasta fin de año. Hay un fin de ciclo y si los costos inflacionarios no se paran el panorama en general puede agravarse.
NA – ¿Cuál fue el resultado de la reunión con el Ministro Casamiquela? MA – En el Ministerio participamos porque fuimos invitados y volvimos a reclamar por los problemas estructurales y lo coyuntural, pero lo que hacemos es reclamar por lo que venimos insistiendo desde hace muchos años, por un ordenamiento del sistema lechero (en su cadena), que se vuelvan a hacer las reuniones con los representantes de las provincias y del resto de las entidades industriales y el gobierno sea el árbitro. Hay abundante información disponible, hay diagnósticos de cada cuenca lechera, sólo hacen falta consensos y decisiones políticas. NA – ¿Cuál es su posición ante una política de regulación? MA – Creo que ningún sector ha pedido intervención del Estado, lo que sí se pide es regulación, por lo menos nosotros. Libertad total es la de hoy, por lo tanto si la libertad es la de hoy ¿para qué pedir más libertad de mercado? A mí y a todos nos paga la industria y es la que decide qué precio, cuando se estaban disparando esos valores debido a la falta de materia prima fueron a quejarse que la situación no daba para más y salió esto de fijar un precio tope de tres pesos desde la Secretaría de Comercio. Hoy nadie se hace cargo de dónde salió esa decisión, si fue cierto o no fue cierto, miran para otro lado. Está claro, por alguna razón se plancharon los precios, fue la industria con su lobby habitual para beneficiar a quiénes ¿a las grandes, a las medianas o pequeñas industrias? Hay que sacar conclusiones.
NA – Fijar tres pesos ¿no es una regulación? MA – Claro que es una regulación pero es parte de una discusión unilateral y para nada consensuada, nosotros les dijimos que era contraproducente poner un techo a los aumentos en la materia prima, justamente en un momento en que el productor está muy comprometido por las razones que conocemos. El lobby industrial está demostrado que es mucho más importante que el que podemos hacer los productores aunque nos reciban en el Gobierno. La clave está en establecer un mecanismo para que podamos tener un valor de referencia, si exportamos un 20% y el 80% va a consumo interno, que se haga una fórmula que nos permita tener un piso cierto y de ahí para arriba que la industria pague lo que quiera, las bonificaciones y estímulos que considere necesarios y si hay que hacer un mix para el mercado interno que se haga, pero hay que generar un sistema que sea transparente, que nos dé alguna certidumbre para producir y no que nos digan al final del mes, después de que entregamos nuestra leche, lo que vamos a cobrar, mientras que la inflación a nosotros nos sube los costos y carcome la rentabilidad que en algún momento podemos tener. Si en una situación como la que se dio hubieran dicho el piso es de $3 y de ahí para arriba que cada industria pague lo que puede, otra sería la realidad, pero aquí te ponen un techo y nosotros tenemos que aceptarlo.
NA – ¿Están considerando en la Mesa el funcionamiento de un mercado de oferta y demanda de leche en un ámbito como puede ser la Bolsa de Comercio de Rosario? MA – Justamente al tema hemos comenzado a tratarlo en la Mesa. Si tomamos esta Resolución de la Provincia que habla de los Contratos, estamos analizando porque no es un tema menor, que nos puede estar jugando en contra o bien puede ser positivo, estamos viendo la parte legal. Hoy, a título personal opino que sirve para leche de exportación porque se puede determinar fehacientemente los precios que se pagan, los volúmenes a vender, condiciones generales del negocio, hasta aquí todo bien, pero qué precio interno negociamos si hace 100 años que la industria paga lo que quiere. Por eso opino a título personal, los contratos sirven, porque conozco casos de contratos en donde la industria se fundió pero los contratos se pudieron cobrar. No quiero opinar sin tener un estudio más fehaciente porque hay que analizar distintos aspectos, ver cuáles son las cuestiones favorables, pero no podemos descartar una herramienta que nos puede ser útil a futuro, lo veo difícil para el mercado interno, pero los contratos de exportación me parecen muy favorables. Yo soy consciente que somos parte de un negocio, una sola parte no puede sacar ventajas, todos debemos ganar y hacer sostenible una cadena alimentaria que genera muchísimos puestos de trabajo.
NA – ¿Está en condiciones de competir el tambo con la agricultura? MA – Claro que sí, yo personalmente lo puedo asegurar, siempre hice tambo y agricultura, y tengo diez años de datos que lo demuestran, el tambo a pesar de sus coyunturas cíclicas, puede competir, lógicamente haciéndolo lo más ordenado posible, llevando registros, una gestión que ayude a saber dónde se está parado, pero como siempre comento: cada uno tiene su propia realidad y desde allí opina. Esto significa que hoy más que nunca los productores lecheros tenemos que reclamar que se resuelvan temas estructurales y a partir de ese punto podemos pensar en una lechería nacional en crecimiento, de lo contrario continuaremos zigzagueando, un tramo sobre la ruta y otro en la banquina.
NA – Convengamos que los productores no han logrado conformar una entidad única y fuerte para sentarse a discutir una política lechera con el Estado, divididos no tienen fuerza, unos piden libertad de mercado total y en el caso de ustedes opinan que se necesita un marco regulatorio. ¿Cómo se sigue? MA – Es cierto, hay un montón de entidades que no logran entenderse aunque los reclamos son similares, pero lamentablemente se metió la política en el medio. No importa quién tiene la razón, pero del otro lado nos dicen pónganse de acuerdo y hablamos de una vez por todas en serio. Desde el Gobierno nos dicen siempre que en cada reunión unos piden una cosa y después vienen otros pidiendo algo diferente.
NA – ¿Ha participado la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe en la implementación de normas para el sector que ha dado a conocer el Ministerio de la Producción de la provincia? MA – Para nada, nosotros tenemos ocho pedidos de audiencia al Ministro de la cartera y nunca nos han respondido. NA – Pero, ¿cómo se entiende que se estén implementando algunas políticas sobre el sector y no ha sido consultada la Mesa Provincial? MA – Y bueno, habría que preguntárselo al Ministro Fascendini. Parece que existen otros interlocutores, sólo se escuchan algunas voces y así estamos; por eso reitero, la política nos ha dividido a los productores lecheros y creo, desde lo personal, que está haciéndonos mucho daño, si no estamos todos juntos en un solo reclamo, es posible que nunca se resuelvan los problemas estructurales y por lo tanto los ciclos negativos impactarán cada vez más fuerte, especialmente entre los productores medianos y pequeños. Todo pasa por cuestiones políticas, nosotros hemos aportado muchísima información y elevado propuestas a la Subsecretaría de Lechería de la Nación; en ese ámbito hoy hay muchísimos datos estadísticos de la actividad tambera de todo el país, datos de mercados, de exportación, información que está disponible para cada productor y toda esa base de datos no se aprovecha, se han hecho algunos avances, pero con productores divididos por cuestiones políticas seguiremos empantanados. No quiero juzgar a nadie, en lo personal no soy militante de ningún partido político y como productor lo que deseo es que trabajemos para lograr coincidencias que nos permitan mirar con más claridad el futuro. Tenemos que hablar de mejorar caminos, de tener más energía, mejores servicios para el campo, de un montón de problemas, sin embargo nada de esto se trata, ni desde la Nación ni desde la provincia y también nos hemos olvidado de insistir en esos reclamos.
Fuente Sociedad Rural Las Colonias