Se concentraban esta tarde en usinas lácteas de la zona de Rafaela. Es para reclamar por la anunciada baja en el precio que recibe la producción. Los tamberos del oeste de esta provincia, declarados en estado de alerta y movilización, volvían esta tarde a Rafaela y zona -como lo hicieron la semana pasada- para concentrarse frente a las plantas de Saputo-Molfino, Williner (Ilolay, en Bella Italia), Milkaut (en el paraje La Nueva, inmediaciones de Humboldt) y Verónica (en Lehmann).
“Queremos demostrarles a los industriales que la decisión que adoptó el Centro de la Industria Lechera (CIL) de bajarnos 10 centavos el precio del litro de leche conspira contra la actividad, que así producirá a pérdida”, dijo a El Litoral el dirigente Daniel Oggero, de Federación Agraria.
Otro tambero, Mariano Vidal, afincado en la zona de Ceres, departamento San Cristóbal, explicó que “después de la manifestación del jueves pasado, los dueños de las industrias nos convocaron para dialogar. La charla fue tensa por momentos, pero dentro de todo buena. Ellos insistieron en bajarnos el precio y nosotros sostuvimos que es inaceptable. La industria estaba pagando 3,10 pesos por litro y ellos nos quieren bajar 10 centavos para la leche de enero para compartir las pérdidas”, resaltó.
“Sabemos que uno de los mayores impactos de las empresas es el costo laboral, aunque no cuestionamos a los compañeros de Atilra (Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina). Ellos no quieren discutir con el gremio porque le tienen miedo. Pero nosotros decimos que no podemos ser la variable de ajuste”, remarcó Vidal.
“En los tambos pequeños y medianos, con los $ 3,20 que estamos percibiendo hoy, ya estamos 50 centavos por debajo del valor que necesitamos para subsistir. Es inimaginable un escenario en el cual sigamos en actividad, cobrando todavía menos”, dijeron en la Federación Agraria.
Como informó este diario, la entidad ruralista estima que con los cerca de 11.000 millones de litros anuales que produce el país, los recursos de los que pretenden apropiarse las fábricas ($ 0,20 por litro) significarían una transferencia de $ 180 millones mensuales, de los productores al sector industrial.
“En la última década, pasamos de 16.000 tambos a 9.000. Necesitamos que el gobierno nacional aplique políticas públicas diferenciadas. Porque no se puede seguir tratando igual a quienes somos estructuralmente distintos”, señalaron los integrantes de la Comisión de Lechería.
Fuente El Litoral