Los números agrícolas son deficitarios en casi todo el país. Para la campaña maicera se proyecta una caída histórica, mientras la oleaginosa no está mucho mejor y hasta se habla de sembrar “sin tecnología”. Ni la política tiene chances de darles una mano.

Quitarle el impuesto a la exportación (retenciones) y liberarlo de los ROE’s (Registros de Operaciones de Exportación, en la práctica un régimen de permisos y cupos) podrían ser para el maíz dos medidas capaces de frenar la mayor caída en superficie sembrada de la última década, tal como se proyecta para la campaña que se inicia.

Pero las chances son nulas: las autoridades nacionales no van a ceder -a días de dejar el poder- lo que sostuvieron con uñas y dientes durante una década. A lo sumo algún presidenciable con posibilidades podría hacer una promesa -difícilmente el oficialista Daniel Scioli, quien lidera las encuestas- aunque sólo la concretaría cuando la campaña esté jugada, a comienzos de diciembre.

Así lo advirtió la Bolsa de Comercio de Rosario. Pese a que “las expectativas de un año húmedo por delante hacen repensar las ventajas de incluir siembras tardías”, indicó -a través de un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA)- que “de aparecer cambios en diciembre que mejoren los márgenes del maíz, se podrían sumar algunos lotes aislados en reemplazo de sojas tardías o de segunda”. Pero “no llegarían para revertir significativamente la caída de siembra que se proyecta en el área núcleo”, que la entidad estimó en un 40%, lo que ubicaría al cultivo con la menor superficie sembrada de la década en los suelos de mayor aptitud.

También el Movimiento CREA lanzó un “alerta rojo” esta semana para el cereal (y también para soja, ver aparte). El trabajo técnico afirma que el 83% de la superficie maicera nacional “se tornaría económicamente inviable”, producto de la presión fiscal, al incremento de los gastos directos e indirectos, la política cambiaria y la continuidad de las restricciones comerciales. Incluso utilizó un novedoso concepto para destacar el crítico peso del flete para el negocio: el “radio de viabilidad” -la distancia máxima entre cosecha y descarga- indica que en la campaña que se inicia no será rentable sembrar maíz a más de 30km del destino final.

Derrumbe de área

El parte de la entidad rosarina lleva por título “Comenzó la campaña con menos maíz de los últimos 10 años” y explica que “no se han producido cambios en la intencionalidad de siembra de los maíces tempranos”, por lo que la caída de área “estaría en el orden del 40% respecto al año pasado”. Como causa señala que “en el sector ven que la carga financiera que tiene el cultivo es muy difícil de remontar en un año cómo este”.

Luego, los técnicos de la Bolsa se preguntan ¿Qué pasaría ante un cambio de escenario para el maíz a partir de diciembre? Pese a que las condiciones hídricas están a favor de las siembras tempranas y recientemente se vieron los resultados de los últimos lotes tardíos bajo condiciones de elevada humedad a cosecha, las expectativas de un año húmedo por delante hacen repensar las ventajas de incluir siembras tardías. Por ello, las rotaciones están prácticamente definidas. Y “de aparecer cambios en diciembre que mejoren los márgenes del maíz, se podrían sumar algunos lotes aislados en reemplazo de sojas tardías o de segunda; es decir, no llegarían para revertir significativamente la caída de siembra que se proyecta en el área núcleo”.

En el centro norte provincial, según reportó el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, hubo que recalcular el área a sembrar con maíz de primera. Inicialmente se pronosticaba una disminución de 20 a 22%, pero ahora se estimó en un 38%.

En la zona tambera el proceso de siembra del cereal se dio por terminado, pero se presume que será para autoconsumo. El impacto de las bajas temperaturas de la semana previa en los cultivares fue escaso a débil, ante lo cual no se evaluaron lotes para resembrar. Las temperaturas medias en el suelo se mantuvieron y la disminución de la disponibilidad de agua útil en la cama de siembra en los primeros centímetros de los diferentes suelos, departamentos en particular del centro y sur del área permitieron que el proceso de siembra se lentifique y se replanteen rotaciones o diferimientos a fechas más tardías o para diciembre si aparecen señales favorables para el cultivo. “Por ello se ajusta la intención de siembra, estimando una caída del orden del 38 % con respecto a la superficie sembrada en la campaña 2014/2015, que fue de 90.000 ha”, concluyó el reporte. El grado de avance en el proceso de siembra fue del 55 % sobre la intención, este progreso de siembra representa aproximadamente unas 32.670 hectáreas.

Cada vez más cerca

Según un estudio desarrollado por AACREA, los márgenes del maíz para la campaña 2015/16 serían negativos para la mayoría de las zonas productivas si se obtienen los rindes históricos de cada región y si se mantienen los precios a cosecha que ofrecen los mercados a término.

Los cálculos realizados consideraron planteos productivos en campos arrendados según valores de alquileres para esta campaña y demuestran que en el 85 por ciento de los departamentos/partidos analizados, la producción de maíz sería económicamente inviable porque el rendimiento promedio zonal se ubica por debajo del rinde para cubrir los costos. A nivel general, el rinde medio del maíz se encuentra 75% por debajo del rendimiento de indiferencia para cubrir los costos de producción.

También se analizaron planteos productivos en campo propio mediante el cálculo del “radio de viabilidad”, concepto que se refiere a la distancia promedio desde el origen de la producción hasta los centros de comercialización en la que el rendimiento medio supera en un 5% al rinde para cubrir los costos.

De esta manera, para la campaña 2015/16, el cultivo de maíz proyecta un radio de viabilidad de 30 km. Es decir, un planteo de maíz a una distancia superior de su destino comercial sería inviable económicamente, de acuerdo a las condiciones de rendimiento promedio, costos y precios proyectados en el contexto actual.

En ese sentido, la frontera de viabilidad determinada por este radio se contrajo en las últimas tres campañas analizadas. En particular, en la campaña 2013/14 dicho indicador alcanzaba 300 km.

“Cabe aclarar que, al contraerse la frontera de viabilidad, se incrementa la superficie donde los planteos productivos aumentan su nivel de riesgo”, advirtió la entidad. Según las proyecciones realizadas para la campaña 2015/16 del maíz, dicha área de inviabilidad representaría el 83% del total de la superficie maicera.

Finalmente, el análisis de AACREA destaca que en las últimas tres campañas se observa una ampliación de la superficie donde, bajo las condiciones actuales, la actividad agrícola se torna económicamente inviable. Esta situación abarca a todas las zonas productivas y cultivos, incluso en aquellas regiones de mayor productividad y cercanas a puertos e industrias.

Los cálculos -se afirma- demuestran que la agricultura argentina actual enfrenta problemas estructurales. “Millones de hectáreas agroclimáticamente aptas para cultivo en muchas provincias, en esta campaña resultarán inviables económicamente”.

Al señalar las causas, se mencionaron la presión fiscal, al incremento de los gastos directos e indirectos, a la política cambiaria y a la continuidad de las restricciones comerciales. “Esta realidad puede generar una reducción considerable en la intención de siembra 2015/16”.

Fuente Campo Litoral