Desde el Instituto de Clima y Agua advierten lluvias para las próximas semanas, lo que se suma a un caudal por encima de lo normal, cuencas saturadas y embalses llenos. Estado de situación.

Desde su llegada, el Niño tiene en vilo al sector agropecuario por las abundantes y variables precipitaciones a lo largo y ancho del país. Así es que, el nivel del río Paraná se encuentra por encima de lo normal, en algunas localidades, y se esperan nuevas lluvias para las próximas semanas. En este contexto, el INTA se encuentra en alerta para acompañar a los productores de la región ante la posibilidad de una nueva crecida.

De acuerdo con Pablo Mercuri –director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN)– el pico del fenómeno meteorológico El Niño se encuentra “en una meseta y en un lento descenso que continuará hasta avanzado el invierno”.

En este sentido, el director aseguró que “si bien la perspectiva por lluvias está en bajante, se mantendrá su pulso con nuevas precipitaciones para los próximos días”.
“A diferencia de otros eventos climáticos similares, tuvo un pico más prolongado que otros años”, detalló Mercuri y destacó la importancia de “estar atentos” a las alertas hidrológicas y al riesgo hídrico de la Cuenca del Plata, en especial aquellos productores agropecuarios en zonas bajas o de islas.

El INTA, en alerta

A fin de acompañar a los productores en una posible nueva crecida del río Paraná y nuevas precipitaciones en el NEA y Córdoba, el INTA se encuentra atento a las alertas hidrológicas y climáticas.

Así, es que –como en otras situaciones similares de exceso hídrico– los especialistas del INTA trabajan en el territorio para estar preparados y definir con tiempo estrategias de contingencia, a fin de reducir un posible impacto.

“Estamos preocupados”, aseguró Jorge Pane –técnico de la agencia de extensión rural de San Javier, Santa Fe–. “Los niveles de agua se mantienen altos, por lo que no sabemos si podrán tolerar el pico de crecida proveniente de Paraguay y Brasil estimado para fines de marzo y mediados de abril”.

En este contexto, en los departamentos de San Javier y Garay en Santa Fe se trabaja, desde septiembre, en la articulación con los municipios y las comunidades ribereña. En consecuencia, se brindan charlas con recomendaciones para los productores ganaderos, apícolas y hortícolas –de islas y continente– a fin de reducir el impacto de una posible crecida.

En materia de prevención, Pane subrayó: “Trabajamos en la concientización sobre la necesidad de refuerzo y acondicionamiento de la infraestructura tales como caminos y dormideros, como así también comenzamos con las recomendaciones técnicas para los productores sobre bienestar y sanidad animal”.

“También estamos organizando la gestión de alimentos para las poblaciones ribereñas a partir de la creación de huertas comunitarias que nos permitirán abastecerlos en el caso de una eventual emergencia”, explicó el director de San Javier.

Algo similar sucede en Córdoba, donde según el director del Centro Regional del INTA –Eduardo Martellotto– la situación es muy grave con cultivos annegados, rutas cortadas y caminos intransitables.

En este contexto, Martellotto aseguró que “no existe una solución técnica a la coyuntura” sino más bien un trabajo técnico a largo plazo que implique un cambio en los sistemas productivos de doble cultivo en reemplazo del monocultivo de soja en combinación con prácticas de manejo y conservación del suelo.

Por su parte, Daniel Somma, director del Centro Regional Buenos Aires Norte, aseguró que “la articulación funcional con los municipios en eventos climáticos anteriores nos dio la experiencia y nos permite estar organizados gestionar la emergencia hídrica junto con los productores agropecuarios e implementar la asistencia, en caso de un evento de precipitación intensa o un recrudecimiento de la crecida del Paraná”.

Asimismo, destacó que junto con el Centro Regional Buenos Aires Sur impulsan un Plan de gestión participativa de las Cuencas Hidrográficas.
Juan Sablich –director del Centro Regional Corrientes del INTA– señaló que en este último mes “el río Paraná bajó un poco y dejó de estar en el nivel de evacuación, lo que hace que las zonas costeras se encuentren mejor”.

Con un pronóstico que advierte sobre la ocurrencia de nuevas lluvias para fines de marzo, abril y mayo, Sablich aseguró: “Nuestro objetivo principal es contar con información precisa y de calidad en el menor tiempo posible, para alertar a los productores que se encuentran en zonas ribereñas y que puedan tomar los recaudos necesarios”.

Con respecto a lo que se viene para los próximos meses, Sablich señaló: “la clave está en la prevención y para eso trabajamos junto con los municipios de las localidades que se encuentran en las costas del Paraná y el Ministerio de la Producción de la provincia”.

Por su parte, Misiones –a pesar de ser la provincia menos afectada– se encuentra en alerta por la posible crecida del río Paraná pero no así del Uruguay, por lo que no se verían afectados los productores de la región. De todos modos, para los próximos días se espera que, por precaución, se cierren algunos circuitos del Parque Nacional Iguazú.
“La experiencia nos permite estar preparados con un Plan de Contingencia ante una eventual emergencia”, aseguró Octavio Ingaramo –director regional del INTA Misiones–.

Lluvias: intensas pero no extremas

Carlos Di Bella –director del Instituto de Clima y Agua del INTA– explicó que “continúa la evolución del fenómeno de El Niño sobre el Océano Pacífico Central –con anomalías positivas en la temperatura de la superficie del mar–, se debilita hacia el otoño”.

En este contexto, se esperan lluvias –intensas pero no extremas– para el sudoeste de Buenos Aires y el noroeste argentino (NOA). De todos modos, desde el Instituto recomiendan chequear a diario esta información. De acuerdo con la última previsión del Instituto Internacional de Investigaciones en Clima y Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés) se esperan precipitaciones superiores a lo normal sobre áreas del noreste y sureste del país para el trimestre que va de marzo a mayo.

Así es que existe un 40 % de probabilidades de que esto ocurra en el este de Formosa, este de Chaco, norte de Corrientes y este de Chubut, mientras que sobre Misiones la probabilidad de lluvias superiores a lo normal es del 60 %. Por el contrario, se prevén precipitaciones inferiores a lo normal, con un 40 % de probabilidades de ocurrencia en Jujuy, oeste de Salta, norte de Tucumán, norte de Catamarca, oeste de Neuquén, oeste de Chubut y noroeste de Santa Cruz.

En referencia a las precipitaciones acumuladas en febrero, el Instituto de Clima y Agua del INTA destacó las ocurridas en Córdoba con 437,2 milímetros (mm), Bernardo de Irigoyen –Misiones– con 433,5 mm, Sunchales y Rosario –Santa Fe– con 362 y 356 mm, respectivamente; Concordia y Gualeguaychú –Entre Ríos– con 291 y 288 mm, respectivamente.

Lo que se viene en los próximos días

Para la primera semana de marzo se estiman precipitaciones de variada intensidad en áreas del norte, centro, noreste patagónico y Tierra del Fuego, con mayores acumulados sobre el oeste del NOA, el norte de Cuyo, Formosa, Chaco, Córdoba, centro de Santa Fe y sudeste de Buenos Aires.

Del 8 al 16 de marzo el pronóstico indica precipitaciones sobre el NOA, este del NEA, centro y sur del país. La intensidad de las lluvias aumentaría sobre áreas de Jujuy, Salta y Tucumán.

Fuente INTA Informa