Luego de una persecución por el casco urbano de la ciudad, los efectivos federales lograron atrapar al conductor de un rodado en cuyo interior estaba escondida la droga.

Era cerca de la medianoche de este domingo cuando el sujeto se trasladaba de norte a sur en la traza urbana de la Ruta Nacional N° 34 cuando observó que más adelante había montado un operativo de control vehicular de Gendarmería y decidió salirse bruscamente de la carretera hacia el oeste.

La maniobra llamó la atención de los agentes del Escuadrón Vial que llevaban a cabo el retén y una de las patrullas fue en su búsqueda y detectó el vehículo que despertó la sospecha movilizándose a una velocidad peligrosa por las calles del barrio Antártida Argentina, moviéndose de manera errática al no conocer el lugar.

Advertido de la presencia de los gendarmes, el conductor aceleró más su marcha sin acatar la orden de detención. Luego de varias cuadras en la que los agentes federales lo siguieran muy de cerca, terminó perdiendo el control del Fiat Siena en el que se movilizaba. Su recorrido se detuvo en un descampado en que están proyectadas las denominadas lagunas de retardo (grandes depresiones de terreno que actúan como retardadores de grandes masas de agua que puedan llegar desde geografías más elevadas).

Tras el accidente, rápidamente personal de Gendarmería detuvo al conductor y tras constatar la presencia de los llamativos bultos en el baúl, se tomaron las medidas necesarias para resguardar la escena y a la espera de los peritos especializados que debían revisar el vehículo, en el cual se transportaban estupefacientes.

Simultáneamente, tanto gendarmes como policías provinciales buscaban a un segundo vehículo que habría venido acompañando al Fiat Siena, y que también se evadió hacia la zona del cementerio municipal, aunque los esfuerzos por encontrar el vehículo habían resultaron, hasta este mediodía, infructuosos.

El sujeto detenido es oriundo de la ciudad de Buenos Aires, cuenta con 55 años de edad, y venía desde Salta.

Los peritos de Gendarmería y el equipo del Escuadrón Vial Rafaela, que encabeza el comandante Adrián Finós, trabajaron durante toda la noche y en la madrugada de este lunes determinaron que se trataba de un cargamento de 52 Kg de cocaína de máxima pureza, contenidos en 50 de los denominados “ladrillos”

Las actuaciones fueron derivadas al Juzgado Federal a cargo del juez Miguel Abásolo y por lo conocido hasta el momento, el detenido se negó a prestar cualquier tipo de declaración.

Fuente El Litoral