Llegó el momento de la cosecha de soja campaña 2019-2020 y en algunas localidades comenzaron a aparecer lotes de semillas con bajos contenidos de humedad. Recomendaciones.

Ante esta situación, es importante tener en cuenta algunos aspectos sobre esta problemática para tomar decisiones acertadas en cuanto el destino y el manejo post cosecha de lotes de semillas secas.

Cuando nos referimos a semillas secas, estamos hablando de lotes de simientes con valores de contenido de humedad bajos, más precisamente a contenidos de humedad que oscilan entre un 8 y un 11%. En este caso, los lotes de semillas de soja deberán ser tratados con mayor cuidado que el habitual, ya que las semillas secas o con bajo contenido de humedad, son más frágiles y susceptibles al daño físico que pueden causar las maquinarias y el ambiente de producción.

Todos aquellos golpes que afectan a las semillas secas durante la cosecha y postcosecha se traducen en la aparición de lesiones cortantes sobre las distintas estructuras de la semilla. Estas lesiones, de mayor o menor grado, afectarán la producción de plántulas normales y el establecimiento de un adecuado stand de plantas en el cultivo, que en definitiva es el destino final de la simiente.

Los daños ocasionados por la cosechadora y/o las máquinas utilizadas durante la clasificación se denominan comúnmente como daños mecánicos, en referencia a la participación de algún tipo de máquina en su producción. Estos daños mecánicos se caracterizan por ser erráticos, es decir, que pueden afectar a cualquier estructura seminal de manera aleatoria.

Cuando los daños se producen sobre el eje embrionario de la semilla de soja, estructura de gran importancia para la vida de la plántula ya que dará origen al sistema de raíces, tallo y hojas, es inminente la pérdida de calidad fisiológica. La semilla dañada en esta estructura no podrá germinar, o bien germinará, pero la plántula producida será anormal y tendrá defectos tan severos que no podrá instalarse en el campo.

Algunos de los daños severos más comunes en plántulas son: la presencia de hendiduras longitudinales en raíz e hipocótilo, geotropismo negativos (la raíz crece hacia arriba), cercenamiento de la raíz primaria, rotura o fractura transversal del hipocótilo y daños en cotiledones.

Por otro lado, cualquier daño físico en las semillas de soja incide directamente sobre la longevidad de las mismas en el almacenamiento. Los tejidos afectados por el daño físico tienen una tasa de respiración más alta que los tejidos intactos y, por lo tanto, se deterioran con mayor rapidez durante el almacenamiento.

Debido a los efectos negativos de los daños físicos sobre la germinación y la longevidad de las semillas, surge la necesidad de minimizar las lesiones cortantes que producen las maquinarias sobre los lotes de semillas, particularmente en lotes secos ya que estas semillas son más frágiles.

Al momento de cosechar, estos lotes con muy bajo contenido de humedad, se recomienda el uso de cosechadoras con cilindros axiales; de más está decir que todo el equipo utilizado se debe encontrar en buen estado de uso y conservación y también es importante tener en cuenta una adecuada regulación. Además de todo ello, es indispensable el empleo de norias y sinfines diseñados y regulados para reducir al máximo el daño en las semillas.

Fuente Campo Litoral