El espacio provincial diseñó una propuesta interactiva, lúdica y de aprendizaje, adaptada a las normas de bioseguridad vigentes, para que los públicos de todas las edades puedan vivir una experiencia única.

El Museo Provincial de Ciencias Naturales de Santa Fe “Florentino Ameghino”, dependiente del Ministerio de Cultura de la Provincia, se está preparando y reorganizando para poder volver a abrir su puertas, las cuales, al igual que otros museos y espacios culturales, permanecen cerradas desde el comienzo de la cuarentena por la pandemia de Covid-19.

De esta manera, el museo de la capital recibió el miércoles de esta semana los materiales e insumos imprescindibles para garantizar la seguridad y la protección de la salud de sus visitantes y trabajadores: pantallas de acrílico para las áreas de recepción al público; alfombras para la limpieza de calzado; barbijos; alcohol en gel; guantes de látex; termómetros y máscaras de PVC forman parte del instrumental de bioseguridad que se utilizará ante la inminente reapertura.

En ese sentido, el coordinador del organismo, Andrés Pautasso, señaló: “Hace un tiempo preparamos un museo donde todos los sentidos pudieran participar, un museo donde poder tocar, oler, mirar, escribir, dibujar. Ahora nos estamos adaptando a esta nueva modalidad, implementando el Protocolo de Bioseguridad por Covid-19 para museos provinciales de Santa Fe, producto del trabajo colaborativo entre los diversos espacios museológicos, para que la experiencia de cada visitante sea única”.

Asimismo, el profesional agregó que “el centenario Museo Ameghino rediseñó su guión de manera de ofrecer una experiencia museo desestructurada, donde cada uno pudiera elegir tu propio recorrido, pero ahora nos vemos obligados momentáneamente a decirle a nuestros visitantes por donde ir”.

Esta propuesta implica que se subdividió el espacio expositivo y se calculó en cada sector la capacidad de carga y la permanencia. También se diseñó un recorrido en una dirección, a fin de evitar congestionamientos de visitantes, quienes podrán guiarse por la señalética que los irá acompañando en todo el trayecto.

En la actualidad se está en un período de adaptación de los dispositivos museológicos, para acondicionar el sector a los requerimientos de la situación excepcional, ofreciendo propuestas para grandes y chicos.

«Las experiencias sensoriales auditivas y muchas de las visuales, que implican el uso de microscopios, no podrán ser vividas por ahora; pero vamos a mostrar todo lo que el museo tiene y puede dar para que todos se queden con ganas de volver cuando todo ésto haya pasado», añadió Pautasso.

Debido a que las redes sociales del Ameghino se han convertido en el vínculo exclusivo con su público, y a que se está atravesando una fase que tendrá puestas presenciales (visitas) coexistentes con la programación online, se están produciendo piezas audiovisuales para contar con un “mini cine” en la sala. Dichos materiales serán difundidos en las redes.

En esos audiovisuales, los visitantes, tantos virtuales como presenciales, podrán conocer en profundidad las características menos conocidas de los animales que habitan el territorio santafesino y se encuentran en peligro de extinción. Las tomas, únicas en su tipo, fueron captadas con cámaras-trampa que equipos del Museo y del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático usan para el monitoreo de especies con riesgo de desaparición.

Mientras el museo sigue avanzando en la preparación de la reapertura bajo una modalidad diferente a la acostumbrada, se invita a seguirlo en las redes Instagram y Facebook.

Antropoceno: la muestra actual y las pandemias

El impacto de la actividad humana sobre los ecosistemas del planeta ha sido tal que con ello se ha logrado dar inicio a una nueva época geológica. Un grupo de científicos acordaron en llamarla Antropoceno: la Época de los Humanos.

Este período no vino solo. El Antropoceno trajo consigo una extinción masiva de especies a escala planetaria: la sexta que vive la tierra en sus 4.600 millones de años de vida.

Pero lo que parecía un problema que le interesaba sólo a los ambientalistas impactó de lleno en la vida cotidiana. Existen evidencias de que las epidemias como el Ébola, Sars o el actual Coronavirus guardan relación con la destrucción de los ecosistemas naturales.

“La misión del Museo Ameghino es la de inspirar y motivar al descubrimiento y la conservación de la naturaleza de los ríos Salado, Paraná y sus regiones ecológicas asociadas en la provincia de Santa Fe, Argentina. Por ello el eje central de las actividades con públicos para 2020 se centra en la transversalidad temática de promover “Ecosistemas Sanos” visibilizando la asociación entre la crisis ambiental del Antropoceno y las epidemias/pandemias”, explicó el coordinador del museo.

“En estos días de distanciamiento social obligatorio, desde el Museo Ameghino se propone una agenda para que sus públicos nos ayuden a reflexionar sobre esta situación que nos toca vivir, con la esperanza de que comencemos a ser más críticos de nuestra relación con la naturaleza, y generando así formas más armónicas de relación con nuestro entorno, que disminuyan el riesgo de nuevas epidemias en el futuro”, puntualizó Pautasso.

“Necesitamos «ecosistemas sanos» para «estar sanos». Y no tenemos que irnos lejos, necesitamos un río Paraná y un río Salado con buena salud; necesitamos que los restos de los bosques de la cuña boscosa o del noroeste santafesino sigan en pie, y también pensar en la restauración de áreas degradadas… necesitamos que los pastizales y humedales de los bajos submeridionales sigan allí, con sus complejas relaciones ecológicas”, finalizó.

En preparación

Los museos provinciales Histórico de Santa Fe “Brigadier General Estanislao López”; Etnográfico y Colonial “Juan de Garay”; de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez”, en la capital santafesina, y el Parque Arqueológico “Ruinas de Santa Fe la Vieja”, en Cayastá, también están rediseñando sus espacios y propuestas acorde al Protocolo de Bioseguridad por Covid-19.