En el país se mantiene la cantidad de casos y la mortalidad, pero en nuestra ciudad surgen nuevos infectados. En 2006 se notificaron 40 nuevos casos y en lo que va del año ya suman 30.

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La Dra. Weissenbacher opinó que «actualmente, el número de nuevos casos de sida en el país se mantiene, lo cual es grave porque no disminuye. Pero lo que sí está disminuyendo -por el trabajo que se hace con la terapia antirretroviral que se da desde hace muchos años- es el número de casos de sida y de mortalidad por esta causa«.


Esta evaluación no concuerda con las estadísticas de nuestra ciudad respecto de la cantidad de personas que se infectan de HIV. Por ejemplo, desde el Servicio de Infecciones de Transmisión Sexual del hospital Cullen se está advirtiendo que, en lo que va del año, fueron detectados 30 nuevos casos de sida, es decir, uno por semana, cuando en 2006 fueron en total 40. (Ver Las estadísticas locales).

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de contagio de esta enfermedad siguen siendo los mismos, según adelantó la profesional al explicar que «estamos terminando un trabajo de investigación sobre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y determinando su nivel de infección, las dobles infecciones que existen en este grupo muy vulnerable, los factores de riesgo que hacen a que las personas se infecten».
La indagación apunta a determinar mejor cuáles son los mecanismos para evitar la infección. La académica precisó que «se están confirmando factores de riesgo porque la hipótesis ya estaba, como tener relaciones sexuales con muchas personas; usar drogas inyectables y no inyectables o hacerse tatuajes con materiales no descartables, que hayan sido compartidas con otras personas infectadas. Todos son factores de riesgo de contagio del virus del HIV, también para la hepatitis C, con más razón».
La investigación se pudo concretar gracias a la colaboración de organizaciones no gubernamentales, como Intercambio, en el caso de las personas que usan drogas, y Nexo, con el grupo de los homosexuales, para llegar a esas poblaciones.
Weissenbacher aseguró que «las personas que usan drogas son un grupo vulnerable que está creciendo notablemente. Queremos determinar la infección con distintos virus, como HIV, hepatitis B y C, etc., y cuáles son los factores de riesgo más importantes que hacen que esas personas enfermen. En este caso, una parte del contagio pasa por no cuidarse durante las relaciones sexuales cuando están drogados, mientras que otros, para obtener la droga, tienen relaciones sexuales a cambio de ella o de dinero para comprarla. Pero hay muchos otros factores que estamos investigando».

Prevención

Cabe agregar que las investigaciones mencionadas se realizaron con voluntarios, hombres y mujeres mayores de 18 años, que se atienden en clínicas de la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense. En la investigación sobre hombres que tienen relaciones con hombres se trabajó con más de 800 voluntarios.
Para que fueran voluntarios de la investigación se les comentó y notificó sobre el tipo de investigación, se les aseguró confidencialidad. También se hicieron los arreglos previos respecto de la asistencia que se les podía brindar, derivándolos a los servicios para que tuvieran atención. Asimismo, si las personas aceptaban, fueron vacunadas contra la hepatitis B en los mismos estudios. Todos firmaron un consentimiento, después de haber tenido toda la información de la investigación.
La académica insistió en remarcar que «siempre las barreras mecánicas (como el uso del preservativo) están indicadas para la prevención de estas infecciones, pero no es lo único. Hay muchos otros elementos, como la educación sexual que debe comenzar en las escuelas y debe continuar en las familias».
En tanto, informó que «a través de revistas científicas difundimos nuestras investigaciones pero también tratamos de que esa información llegue al Ministerio de Salud y su Programa de Sida y también a los medios de comunicación».

Segunda académica titular

Desde el punto de vista personal fue un honor muy grande haber sido nombrada miembro titular de la Academia Nacional de Medicina, remarcó orgullosa la médica santafesina.
También mencionó que se trata de una institución científica que tiene sus propios estatutos y reglamentos, y que tiene varias funciones. Una de las principales es la asesoría (por ejemplo, a los Poderes Judicial, Ejecutivo o Legislativo sobre las Ciencias Médicas), aunque también tiene funciones asistenciales dentro de los institutos que hacen investigaciones, como el de Hematología, de Estudios Oncológicos, y de Investigaciones Epidemiológicas. Su Biblioteca Médica es muy importante en América Latina y está informatizada.
Todos los académicos se han distinguido en la investigación en distintas áreas de las Ciencias Médicas, contribuyendo al progreso de la Medicina, por su trayectoria. Los tres premios Nobel argentinos, Dres. Bernardo Houssay, Federico Leloir y César Milstein, fueron miembros de la Academia Nacional de Medicina.
Actualmente, esta institución cuenta con 35 académicos titulares, además de otros académicos de número, de mérito (muy pocos) y honorarios. La Dra. Weissenbacher ingresó como miembro correspondiente hace muchos años y desde junio pasado es miembro titular. Es la segunda mujer que reviste esa característica, junto con la Dra. Cristian Pascualini, que ingresó en 1991, quien trabaja en investigación de leucemias.

Otras infecciones de transmisión sexual

Un grupo de bioquímicos y especialistas en microbiología debatieron recientemente sobre «Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y Otras Entidades Clínicas: miradas desde la experiencia, ¿es la vaginosis bacteriana una ITS?», organizada por la Asociación Argentina de Microbiología filial Santa Fe.
Concluyeron que la vaginosis bacteriana no es considerada una ITS pero como produce una alteración del microambiente vaginal podría ser una enfermedad facilitadora de ésta.
En diálogo con El Litoral, las Dras. Emilce Méndez, directora de la Sección Microbiología del Laboratorio Central del hospital Cullen y docente de la cátedra de Bacteriología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, UNL, y Marina Rico, vicepresidenta de la institución, aseguraron que «nos está preocupando el tema de las infecciones de transmisión sexual porque el joven hoy no se cuida y hay muchas conductas sexuales y oferta de sexo. Estamos viendo en el Cullen gran cantidad de pacientes con sífilis, blenorragia (o gonorrea), herpes, HPV y HIV. Tienen entre 15 y 35 ó 40 años, aunque hemos tenido casos de hombres de 70 años o más, pero son los menos, activos sexualmente. Se están viendo mucho por las prácticas sexuales sin protección y esta mesa redonda pretendía mostrar al bioquímico clínico y al microbiólogo clínico las lesiones que a veces se confunden y terminan siendo infecciones de transmisión sexual».
La vaginosis bacteriana es una infección que se caracteriza por abundante flujo, maloliente, líquido, que causa mucho malestar a la paciente. No produce lesiones sino que aumenta la secreción vaginal. Como tiene ciertas características microscópicas y clínicas, debe ser diagnosticada en el laboratorio.

Con o sin síntomas

Las profesionales aclararon que «el hombre detecta más las infecciones de transmisión sexual porque cualquier lesión aparece en una zona seca, que no está húmeda. Pero la mujer puede tener pequeñas lesiones que piensa relacionadas con la depilación, el rascado o una lastimadura por un elástico de la ropa interior y pasa inadvertido. Luego, la lesión se va y puede ocasionar trastornos mucho más graves como sífilis secundaria, que luego invade la sangre, o sífilis congénita, si queda embarazada«.
También plantearon que «otra práctica que se está viendo mucho es que el joven conoce a alguien, es monógamo, pero al tiempo cambia de pareja. Son monogamias pasajeras, sin ningún tipo de protección en sus relaciones sexuales. El preservativo evita el contagio de infecciones de transmisión sexual y hay mucho desconocimiento porque creen conocer a la persona que tienen al lado, pero que está sólo por un tiempo«.
Y agregaron: «Se necesita mucha educación a la población y alertar a los profesionales y los pacientes sobre el tema, porque algunas lesiones desaparecen pero no significa que se curaron y ahí está el problema. Ante cualquier lesión de este tipo se debe consultar al médico»