Múltiples elementos en la causa de la desaparición de la ingeniera agrónoma esperancina Marcela Chiaro, vincularían a su esposo, el médico veterinario Luis Corral y su amante, Paola Castro, oriunda de Salta.
Ropa con sangre, sangre hallada en tres lugares diferentes que es de Marcela como se informara en la edición del miércoles de este medio, puertas sin picaportes de salida con todas las llaves en poder de Corral, una semana para denunciar la ausencia de su esposa tras aquel fatídico 13 de febrero, fecha en que Chiaro fue vista por última vez, conversaciones telefónicas con allegados a la veterinaria, y ayer, nuevos allanamientos en la casa del matrimonio que desde hace cinco años vivía en Tucumán y tienen una hija de dos años, traen nuevos elementos, que agravarían la situación del esposo y su amante.
El jefe de policía de Tucumán y el fiscal encabezaron el procedimiento en busca de nuevas pericias.
Las pruebas informáticas encontradas en su computadora confirman al parecer, el interés en  investigar cómo acelerar la descomposición de un cuerpo. Y las fechas de ingreso en esos sitios son recientes.
En busca de nuevas pistas los investigadores -de los cuales hablan muy bien los familiares de Chiaro que califican las investigaciones como muy serias y eficientes- fue allanada ayer a la  tarde la veterinaria ubicada en Inca Garcilaso al 300.
El procedimiento estuvo encabezado por el jefe de policía, Jorge Racedo, y el fiscal Guillermo Herrera, quienes creen que allí dentro aún hay pruebas que podrían complicar aún más la situación de Corral y de su amante Paola Castro, con quien tiene un hijo reciente, de apenas 4 meses.
Racedo y Herrera aseguraron además que el veterinario consultó diferentes páginas web para averiguar cómo acelerar el proceso de descomposición de un cuerpo a través de la utilización de productos químicos.
Cabe recordar que en las últimas horas los resultados de las pericias confirmaron que pertenece a Marcela la sangre hallada en tres sitios diferentes: en la veterinaria y la camioneta de Corral, y en el departamento de Castro.
Como señaláramos, Corral debía declarar ayer. Básicamente lo que quiere la Justicia por estas horas -como todos, principalmente la familia- es saber dónde está el cuerpo de Marcela Chiaro, porque ya nadie duda que la esperancina, lamentablemente ha sido asesinada y  que Corral y Castro serían  los principales sospechosos y por eso permanecen detenidos y procesados.
Sin embargo,  Corral no declaró ayer, debido a que entró en estado de shock y tuvo que recibir asistencia médica.
La Fiscalía esperaba que en la jornada de la fecha lo hiciera si se recuperaba de su inesperada descompostura.  Policía y fiscalía no descartan nuevos allanamientos en la veterinaria en las próximas horas.
Marcela Chiario, de 38 años, desapareció de su casa de Inca Garcilaso al 300 el 13 de febrero.
Había rastros de sangre, que evidenciaban alguna situación violenta, y Corral tardó a varios días en denunciar el hecho ante la policía y su familia, y además, lo que dijo carece de consistencia a juzgar por las investigaciones y hoy están acusados por homicidio simple.
Cabe recordar que aunque el cadáver no aparezca, existen antecedentes de condenas en nuestro país.

Fuente El Colono del Oeste