Cristina Fernández de Kirchner dejó inaugurado esta noche el centro de entrenamiento CEFEPRA que permitirá ahorrar al país 24 millones de dólares anuales. Se invirtieron 120 millones de pesos.
El lugar está construido en un predio de casi 4 mil metros cuadrados, y cuenta también con aulas y auditorios.
La Primera Mandataria visitó el flamante centro de entrenamiento en el aeropuerto internacional de Ezeiza, acompañada por el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde; el director de esa compañía, Pablo Ceriani y el director de CEFEPRA, Pablo Fernandez Fayolle.
Al hablar ante trabajadores de Aerolíneas y militantes, Cristina Fernández de Kirchner destacó la labor desarrollada por el Gobierno para recuperar la aerolínea de bandera que, afirmó, ya se convirtió en la línea de cabotaje principal del país.
Luego de hacer una práctica en uno de los tres simuladores de vuelo con que fue dotado el centro de capacitación, la Presidenta afirmó que se trata de un equipamiento “ modernísimo que nos pone a la vanguardia” y por el cual ya se firmaron convenios con distintos países, como Venezuela y Ecuador, para que sus pilotos realicen aquí sus enternamientos.
“Esto –detalló- significará  un ahorro importante en materia de divisas por servicios, porque se gastaban más de 24 millones de dólares anuales, ya que cada seis meses, cada piloto debe hacer su entrenamiento  lo que significan  gastos”.
“La idea –precisó- es transformar esto en una unidad de negocios que sirva no sólo a los pilotos de Aerolíneas sino también a los de otras compañías y sea una fuente de ingresos para la empresa”.
Volvió a destacar la decisión de recuperar a la aerolínea de bandera porque la empresa “había sido vaciada y abandonada por quienes tenían la responsabilidad empresarial en el sector privado de conducirla”.
“Nos hicimos cargo –aclaró- no porque queríamos, sino porque no quedó más remedio para mantener conectada a la Argentina”.
Afirmó que ese “no fue un acto caprichoso o de apropiación como dijeron algunos, sino de volver a recuperar para los argentinos la contectividad y también la soberanía”.
Cuestionó la política en la década del 90 cuando se vendieron simuladores y el edificio de Catalinas de Aerolíneas, y se fue desmantelando la compañía.
“No teníamos aviones, no teníamos nada, sí una inmensa voluntad , una gran esperanza de volver a ser lo que alguna vez fuimos” y felicitó “al equipo de jóvenes en los cuales confié, que se hicieron cargo de esto entre críticas feroces que todavía siguen “, recordó.
Tras felicitar a los trabajadores por las mejoras que lograron en el servicio de la línea de bandera, la Presidenta pidió a todos que sigan esforzándose para que cada vez sea “más eficaz y preste mejor servicio”.

Fuente Sala de Prensa – Presidencia de la Nación