La poca predisposición de los productores a vender granos se explica por varios motivos: por la devaluación acelerada del dólar oficial, por las trabas a la comercialización del trigo y del maíz -un permanente reclamo de la Mesa de Enlace- y por la actual incertidumbre económica.
El consultor del mercado granario Gustavo López, director de Agritend, calculó que los productores están reteniendo granos por U$S 4.000 millones. Hace esta estimación, comparando el comportamiento que tuvieron los chacareros a lo largo de las últimas campañas tomando como fecha de referencia el 15 de enero. Según López, los 4.000 millones de dólares en granos que se tienen retenidos se explican por los 600 millones que todavía no se vendieron de trigo, los 1.000 millones de maíz y los 2.400 millones de soja de la vieja y nueva cosecha.
Pero vale la pena detenerse en lo que ocurrió en cada uno de estos cultivos para entender que el gran responsable del comportamiento que tienen los productores, que funcionan con la lógica de un agente económico, es el mismo gobierno. Que en lugar de ser un beneficiario directo del ingreso de dólares en el país prefirió primero perjudicar al campo y después terminar perjudicándose.
Según se admitió, en el caso del trigo, el gobierno se acaba de tirar un tiro en el pie con el anuncio del ministro de Economía, Axel Kicillof, que en lugar de liberar 1,5 millones de toneladas en forma inmediata, tal como estaba acordado con el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, liberó sólo 500.000 toneladas. La consecuencia fue que, en lugar de tener vendido más del 50% de la cosecha de trigo, se tiene comercializado sólo el 25%. Una diferencia de 600 millones de dólares.
Con el maíz, el gobierno le apuntó al otro pie para pegarse el tiro. Sin anuncios de ningún tipo en cuanto a cupos de exportación, ni señales de cambios en el proceso de otorgamiento del ROE (Registro de Operaciones al Exterior), el desaliento de los productores se expresó en que tienen vendidas al momento sólo 1,7 millones de toneladas contra los 8 millones de toneladas que, según Gustavo López, hubieran sido vendidas de acuerdo con la comercialización de las últimas campañas. Otros 1.000 millones que no ingresaron.
Así, de la cosecha vieja quedan actualmente sin vender algo menos de 10 millones de toneladas y se calcula que quedarán, al momento que entre la nueva cosecha, unos 6 millones. Este arrastre duplica los 3 millones de toneladas que habitualmente pasan de una cosecha a otra. Entre la soja de la vieja y de la nueva cosecha sin vender, comparando con la comercialización de los últimos años, hay 2.400 millones de dólares.

Relaciones comerciales

El ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, mantuvo sendas reuniones con los embajadores de China y Francia, Yin Hengmin y Jean Michael Casa, respectivamente, para profundizar las relaciones comerciales con esos países.
Con el embajador de la República Popular de China, conversó acerca de la importancia de seguir fortaleciendo la relación bilateral entre ambos países y, de esta manera, establecer en un futuro cercano nuevos proyectos e inversiones para el sector agrícola nacional. “Nuestro gran desafío es continuar industrializando la materia prima que sale al exterior. Para ello, se trabaja en la generación de políticas activas en todas las cadenas de valor y en la creación de parques industriales que van creciendo y agregando valor a la producción”, afirmó el titular de la cartera agropecuaria.
El embajador Yin afirmó: “Creo que China y Argentina son socios estratégicos, y a lo largo de los últimos años las relaciones en todos los campos se están desarrollando de manera permanente, especialmente para el sector agrícola”. Casamiquela recibió luego al embajador de Francia en Argentina, Jean Michael Casa, con quien coincidió en la necesidad de profundizar los mecanismos de trabajo compartido entre ambas naciones. “Hemos tenido una relación de muchos años con Casamiquela cuando él dirigía el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta). Allí se han fortalecido mucho las relaciones científico-técnicas entre Argentina y Francia”, señaló el embajador Casa.

Fuente El Litoral