Además de conmemorar la lucha llevada adelante, hoy debería ser  un día de profundo agradecimiento. Agradecerles  porque cuando luchaban incansablemente por la igualdad de género hacían algo mucho más grande que pelear por sus derechos, le daban a la sociedad  en su conjunto una enseñanza que las enaltece, porque cuando se animaban a desafiar lo establecido nos enseñaban a soñar con que las transformaciones positivas son posibles, cuando alentaban cambios en las relaciones de poder nos permitían imaginar que la justicia y la libertad que soñamos se pueden lograr y  porque en definitiva, cuando tenazmente pedían igualdad  todos aprendíamos que una sociedad democrática con más y mejores oportunidades para todos  nos llevaría a cumplir nuestro sueño de construir un mundo que vale la pena ser vivido.
Entonces hoy en vuestro día  saludarlas, alentarlas a seguir y fundamentalmente agradecerles.