Los excesos hídricos complican la marcha de la campaña y aumenta el deterioro de caminos rurales. Las lluvias se enmarcan en un proceso “Niño” que según anticipan, puede profundizarse aún más. La inestabilidad parece imponerse como norma.

La transición de un año calendario a otro estuvo marcada por algunos aspectos destacados, que permiten ilusionarse, al menos desde el punto de vista de los rindes. Para el centro y norte santafesino, el agua ha vuelto a manifestarse omnipresente, favoreciendo el estado de los cultivos aunque complicando la realidad de algunas comunidades.

Por sexta semana consecutiva el común denominador fue la inestabilidad climática y las precipitaciones, eventos que se manifestaron con diferente magnitud, con montos pluviométricos importantes y un acumulado superior a los 400 mm. Las lluvias limitaron la siembra de soja de segunda, algodón, sorgo, maíz de segunda y de cosecha de girasol. La falta de piso y la cama de siembra (muy húmeda y saturada) impidieron que el proceso de siembra y trilla se realice normalmente y avance al ritmo deseado. “Se debe sumar a ello la intransitabilidad de los caminos, lo cuales han sufrido un deterioro importante”, sostiene el Informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas que publican la Bolsa de Comercio y el Ministerio de la Producción.

Está paralizada la cosecha de girasol, tras el comienzo de los primeros lotes localizados en el departamento General Obligado, que se encontraban más avanzados. Al concretarse los pronósticos de nuevas precipitaciones de importancia para todo el norte del área, se complicó el avance de dicho proceso, las preocupaciones mencionadas en el informe anterior se agudizan, por un lado las sucesivas precipitaciones que se vienen registrando desde la última semana de noviembre hasta la fecha generando saturación de los suelos (problemas de piso en los lotes y volcado de planta) y, por otro lado los reiterados y repetidos ataques de cotorras y palomas que en todas las campañas dejan consecuencias. Se reajusta la estimación para la campaña 2014/2015 de un rendimiento promedio de 21 qq/ha.

Maíz y soja

Los maices tempranos muestran en general un estado de muy bueno a excelente, y revelan muy buena estructura y stand de plantas, uniformidad de lotes, buena sanidad, espiga completa de grano y un buen desarrollo sin problemas. En los 12 departamentos del centro y norte se estima una superficie sembrada para maíz de primera de unas 90.000 ha. La siembra de maíz de segunda, se están concretando a medida que las condiciones climáticas y de piso lo permiten, en esta semana fue muy bajo los lotes que se han incorporado, presentando un avance de siembra del 18 al 20 % representando aproximadamente unas 20.000 ha, con excelente disponibilidad de agua útil en la cama de siembra y en ciertas zonas con excesos hídricos que limitan la misma. Se estima una intención de siembra para toda el área de 105.000 ha.

Luego de registrar un avance de 9,4 puntos porcentuales desde nuestra anterior publicación, la siembra de soja logró cubrir el 90,6 % de la superficie nacional prevista en 20.600.000 hectáreas. Los mayores progresos relevados durante los últimos siete días, se concentraron en las regiones NOA y NEA. En paralelo, las regiones Sudeste y Sudoeste de Buenos Aires y Sur de La Pampa también registraron una fluida incorporación de lotes. A pesar del progreso registrado, estas últimas cuatro zonas recién mencionadas concentran el 85 % de la superficie aún pendiente de siembra.

En toda el área de estudio, un 75 % de la soja de primera presenta un muy buen a excelente estado de sus cultivares y muy bueno a bueno el 25 % restante. Se estima una superficie sembrada aproximadamente de 890.000 ha para soja de primera y en el caso de soja de segunda se ha alcanzado un 80 %, representando unas 488.000 ha aproximadamente, con muy pocos lotes incorporados en esta semana.

Para esta campaña 2014/2015 se estima una intención de siembra (soja de primera soja de segunda) de 1.500.000 ha para toda el área de estudio, que comprenden los siguientes departamentos: Nueve de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, San Justo, San Javier, Garay, Castellanos, Las Colonias, La Capital, San Martín y San Jerónimo.

Perspectiva estacional

En base a esto, la pregunta del millón pasa por saber qué pasará con el tiempo. Según el Ing. Agr. Eduardo Sierra, a partir de noviembre de 2014, el centro del Pacífico Ecuatorial pasó a un estado que se define como “El Niño Modoki”.

Dicho término fue introducido por el científico japonés Profesor Toshio Yamagata, de la Universidad de Tokio, para definir un tipo de episodio de “El Niño” al que afectan perturbaciones que le restan intensidad, y le dan un comportamiento errático. “Aunque muy irregular, la influencia de este complejo climático viene generando una fuerte predominancia de la circulación tropical, dando una temporada con una temperatura media sensiblemente superior a lo normal”, señala.

Además, proyectan que durante la mayor parte del verano 2015, esta compleja interacción continuará dando como resultado una marcha climática, en la que se alternarán fenómenos extremos de distinto signo, dando un patrón de cambio del tiempo muy perturbado, que se repetirá a lo largo de la temporada.

“La mayor parte del área agrícola argentina observará precipitaciones abundantes, que serán acompañadas por tormentas severas, con riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales. Entre los eventos de tormentas, se intercalarán lapsos calurosos, durante los cuales se producirá un fuerte consumo de las reservas de humedad de los suelos”, anticipa el informe.

Además, es probable que el comienzo del otoño de 2015 traiga aparejado un abrupto cambio de signo del escenario climático, dando como resultado un comienzo temprano de la temporada de heladas, y una significativa disminución de las precipitaciones.

La causa de este posible cambio radica en el hecho de que se están observando algunos signos tempranos de que la campaña agrícola 2015/2016 podría ser afectada por un episodio de “La Niña”.

“Por el momento esto se trata sólo de una conjetura, pero como las consecuencias de su posible concreción serían severas, será necesario mantener un atento monitoreo de la evolución de los factores climáticos”, dice Sierra.

Inestabilidad

Finalmente, aconsejan que en base a las irregularidades exhibidas por el agroclima durante las últimas campañas agrícolas, tanto a nivel nacional como internacional, se sugiere no hacer cálculos exitistas, y que debe dejarse siempre un margen de seguridad en las proyecciones económicas y productivas que se realicen.

Fuente Campo Litoral