Por primera vez los conceptos que en reiteradas oportunidades expresó la máxima autoridad del Sector, el Ing. Agr. Alejandro Sammartino parecen tener razón y nos interpela a los productores. La consigna oficial ha sido que “el sector lácteo tiene un futuro promisorio y que debemos apostar a una lechería en crecimiento”. En la realidad que estamos viviendo por estos días, parece que no se equivocaron. Está claro que la lechería que viene será interesante, pero será para “unos pocos, para los que sobrevivan (productores, obreros, industrias, actividades de servicio directo e indirectos, etc) a este terremoto que va teniendo muchas réplicas que dejan desolación en los pueblos de una Gran Región.
¿Lo estarán viendo los responsables directos e indirectos de esta gran crisis?
Desde esta Mesa de Productores de leche debemos advertir y prepararnos para superar esta catástrofe que está dejando destrozos por doquier. Ante todo cientos de familias sin trabajo, cierre de empresas, agravamiento de la escasez de mano de obra y venta de vacas y cierre de tambos sostenidamente. La merma de producción y el achicamiento del rodeo es fiel reflejo de un lamentable final.
Hoy todos buscan en otros a los responsables de este estado de situación. Nadie asume responsabilidades. Muchos miran y miraron para otro lado. Se buscan culpables.
A la hora del sinceramiento, entendemos que los primeros responsables somos nosotros mismos, los productores, que no supimos organizarnos y definir lo que queremos. En ese sentido debemos promover nuestra auto crítica, en qué nos equivocamos, qué hicimos mal y cuáles han sido nuestras debilidades.
A pesar de que desde nuestro origen, y más allá de nuestros errores, siempre hemos planteado contar con reglas de juego donde se compatibilicen los intereses de los productores, industriales y consumidores en consonancia con la política económica del Gobierno Nacional de turno, que permitan a los principales actores previsibilidad y sostenibilidad en el negocio. Nuestros planteos no se escucharon y pasa lo que estamos viviendo.
Sólo fuimos acompañados por un puñado de entidades hermanas sobre las 18 que participan y por la dirigencia de APYMEL.-
Con crudeza lo había expresado Federico Eberhart y Ricardo Juan Garnero en el último Congreso realizado por AYPMEL.
Hoy muchos están creyendo que lo que está pasando es producto del libre mercado. No estamos en libre mercado. Estamos insertos en un negocio que es más perverso que el libre mercado absoluto. Sin reglas, por lo cual tampoco existe un árbitro que actúe contra los poderes dominantes de la Cadena Comercial sobre las industrias y de las industrias hacia los productores.-
A esta altura de los acontecimientos nos preguntamos, ¿Se puede hacer algo?
Si se puede. Los funcionarios y dirigentes deben dejar de decir discursos grandilocuentes y ponerse a trabajar en lo que tanto les hemos pedido: reglas claras donde estén sentados todos los eslabones de la cadena láctea. Los productores estamos cansados de ser la variable de ajuste y el eslabón que más sufre la falta de una política lechera nacional por la ineptitud de funcionarios y dirigentes.
Fuente C.D. Meprolsafe