Alejandro Castillo, investigador argentino de la Universidad de California (USA), presentó ayer en Ausonia los últimos adelantos para mejorar la producción lechera de nuestro país.

Convocado por Conecar, Alejandro Castillo, un profesional de extensa trayectoria en Argentina y Estados Unidos, disertó ayer sobre el rol de los minerales en la nutrición del rodeo lechero.

Antes de la charla, Castillo recordó, en diálogo con EL DIARIO Rural, que antes de partir hacia Estados Unidos había trabajado en el INTA Rafaela sobre el tema minerales, pero ya en Estados Unidos, concretamente, en California, profundizó en la temática.

«Hace unos años atrás se aprobaron una serie de leyes ambientales, que impusieron restricciones para la aplicación del estiércol en los suelos. Entonces, se puso en marcha un proyecto muy importante, muy costoso, en el que se analizó todo, desde lo que entra por la boca, hasta lo que sale por la cola y por la ubre”, dijo el especialista. Detectaron entonces, que el exceso de algunos minerales que se encuentran en las heces del rodeo, perjudicaba los suelos. “Por ejemplo, el sodio, que es el más visible, porque se ve cuando se seca el riego”, dijo.

«Es claro que la nutrición animal va de la mano de la nutrición de los suelos. Y ese es el futuro que estamos planteando”, señaló.

Es por eso que, atendiendo a las necesidades nutricionales de minerales del rodeo lechero y considerando que según lo que coman las vacas será la composición del estiércol, es que programan la inclusión de suplementos minerales según cada caso, para lo cual los profesionales tienen hasta programas computarizados que especifican las cantidades.

«Así como las personas, las vacas necesitan calcio. Las personas lo encontramos principalmente en la leche y para las vacas hay suplementos que se añaden a la alimentación”, concluyó, al dar un ejemplo de uno de los minerales más importantes para el desarrollo del rodeo lechero y para mejorar la producción en los tambos.

Informe: Datos de los últimos cinco años

La lechería generó 330 millones de dólares. Las transacciones comerciales realizadas en el sector lácteo argentino en los últimos cinco años superaron los US$330 millones. Como se evidenció en el último período, la concentración de empresas hace que las operaciones más importantes hayan quedado en manos de dos empresas: SanCor, que a pesar de la situación crítica que atraviesa sigue manteniendo altos niveles de ventas y Mastellones.

Los datos y el análisis fueron divulgados ayer por la consultora financiera First.

En el caso de SanCor, el informe subrayó la venta de su línea de frescos a Vicentín, por US$100 millones, la de su negocio de leches maternas a la estadounidense Mead Johnson Nutrition, por US$200 millones, y la entrada del Grupo Arcor al capital accionario de Mastellone Hermanos.

“Si bien el nivel de actividad de fusiones y adquisiciones ha sido bajo, el sector espera nuevos jugadores, como el neozelandés Fonterra, el mexicano Grupo Lala, la francesa Lactalis y las estadounidenses Coca Cola, General Mills y Pepsico”, precisó First.

El análisis indicó que Argentina es uno de los principales productores y exportadores lácteos a nivel mundial, con una producción mayor a los 10 mil millones de litros de leche anuales, cantidad que es inferior a la de años anteriores.

Además, señaló que “el país cuenta con un mercado interno que actualmente absorbe más del 75% de la producción, dado el débil frente externo generado por la caída del precio de la leche a nivel mundial”.

El reporte puntualizó que, aunque hay una gran cantidad de Pymes en el sector, las 15 principales compañías representan más del 70% de la producción nacional y más del 90% de las exportaciones.

En tanto, precisó que los principales jugadores incluyen multinacionales como Grupo Gloria, Danone, Bongrain, Nestlé, Saputo, Arla Foods y grupos locales, en general con mucha impronta familiar, como Williner, La Sibila, Mastellone, SanCor, García Hermanos y Verónica, entre otros.

“En los últimos años, el sector lácteo se enfrenta a serios problemas estructurales: entorno macroeconómico desfavorable, mayor presión en el mercado interno y acceso limitado a los mercados financieros, lo que quitó competitividad al sector. Uno de los más afectados es SanCor, que se encuentra en un profundo proceso de reestructuración”, explicó Eduardo De Bonis, socio de First.

Sin embargo, consideró que “la reestructuración de SanCor abre oportunidades para muchas empresas, en especial las Pymes” y sostuvo que, “a su vez, el proceso de apertura al mundo hará que el mercado sea más competitivo, impulsando procesos de consolidación a lo largo de la cadena de valor láctea”.

En Argentina hay más de 8.000 tambos, 800 compañías lácteas y 1.000 plantas de producción, en su mayoría Pymes.

El 70% de la producción es representada por leche fluida, leche en polvo y quesos, siendo Buenos Aires el área de mayor consumo lácteo seguido por la Región Pampeana.

Fuente SRLC