Un informe del INTA Pergamino aseguró que avanza favorablemente el crecimiento de los cultivos en el norte de Buenos Aires. Especialistas advierten la necesidad de mayores lluvias para lograr un adecuado llenado de grano y altos rindes de cosecha.

De acuerdo con un informe elaborado por el INTA Pergamino –Buenos Aires– para más de 10 partidos del norte de Buenos Aires, la campaña de soja y maíz se encuentra en proceso de emergencia y desarrollo paulatino, a la espera de precipitaciones que refuercen las perspectivas favorables de llenado de grano y rindes. La fase de crecimiento vegetativo varía por zona, principalmente según la cantidad de lluvias recibidas en el contexto cambiante de un otoño-invierno con exceso hídrico a un verano con déficit.

En la zona que comprende el sur de Pergamino, Colón y General Arenales, y en todo el partido de Rojas, la presencia de napas y humedad residual permiten que el maíz de siembra temprana conserve un muy buen estado y su potencial de rendimiento. “Hacia el norte, en el límite con Santa Fe, las restricciones de humedad son más severas y hay pérdidas de rendimiento en un contexto predominantemente bueno”, detalla el informe.

En el caso de la soja de primera, al igual que en el de maíz, el cultivo registra menos cobertura y biomasa respecto de años anteriores, pero, favorablemente y a diferencia de años previos, presenta una pérdida superficial por encharcamiento muy escasa. En malezas, se amplió la zona de difusión de Amaranthus hybridus y A. palmeri, y se incrementó el número de individuos en áreas donde ya estaba presente.

Respecto de maíz tardío y soja de segunda, la siembra tardía y de segunda finalizó en la región, con una emergencia sostenida gracias a las lluvias semanales ocurridas en diciembre. Si bien la reserva de humedad es moderada, el rendimiento de estos cultivos dependerá de la cantidad de lluvia que ocurran en enero y, sobre todo, en febrero.

En la zona del partido de Rojas, los maíces de primera tienen buena evolución: la mayoría presenta un buen granado y llenado de espiga, mientras que los más avanzados se encuentran en la etapa de llenado de grano. Los de siembra intermedia y tardía, implantados sobre trigo o rastrojo, también muestran un desarrollo conservado.

En tanto, el estado de general de la soja de primera es bueno, con algunas complicaciones en el control de malezas. No se observan daños significativos por plagas, pero sí enfermedades como mancha marrón y bacteriosis en un porcentaje importante de lotes. La soja de segunda transita ciclos normales de crecimiento, sujetos a la fecha de siembra que varió en la zona según los niveles de humedad disponibles.

En los partidos de Junín, General Arenales y Leandro N. Alem, las precipitaciones frecuentes durante septiembre y octubre demoraron la realización de las labores para la siembra de maíz en fechas tempranas y normales. Sin embargo, la humedad presente en el suelo permitió una correcta implantación. “De esta manera, hoy tenemos maíces en buen estado y en período de llenado de grano”, indica el informe.

De igual modo, las precipitaciones retrasaron la siembra de soja de primera en fechas normales de noviembre, aunque luego permitieron el avance de la siembra. Esto provocó “una superposición de las fechas de siembra de sojas de primera y de segunda, que implica un retraso en el estado vegetativo del cultivo”, analiza el documento.
Cultivos en marcha

En Chacabuco, las siembras tempranas de maíz realizadas entre septiembre y octubre, que cubren cerca de 25.000 hectáreas, se encuentran en una mejor situación respecto de las siembras tardías de principios de diciembre. Casi todos los lotes están en llenado de granos, con diferencias en las distintas zonas del partido según el tipo de suelo.

Por su parte, la soja de primera suma alrededor de 75.000 hectáreas, mientras que la de segunda se ubica en unas 25.000 hectáreas sobre trigo y, muy poco, sobre avena o cebada. La siembra de primera transita diferentes etapas de estado reproductivo, de acuerdo con su implementación entre octubre o noviembre.

En los partidos de San Antonio de Areco, Exaltación de la Cruz, Carmen de Areco y San Andrés de Giles, el maíz de siembra temprana “se encuentra a fin de floración con buenas condiciones de desarrollo y fijación de granos, a pesar de que la situación hídrica no fue la mejor durante el período crítico”, señala el informe.

Se demoró la fecha de siembra del maíz tardío por falta de humedad, “situación que, si bien dificultó el correcto control de malezas en algunos lotes, no llegó a afectar a los cultivos que tienen un crecimiento rápido y buen desarrollo”. Por su parte, la soja de primera avanza con normalidad, mientras que la de segunda presenta “un retraso en el desarrollo por altas temperaturas y baja humedad, que podría mejorar con nuevas precipitaciones”.

En la zona de Chivilcoy, se observa una buena evolución de los maíces de siembra temprana, afectados por la falta de lluvias del último período del año. En fase de floración y con espigas de aspecto normal, recién inician el llenado de granos. Los técnicos afirman que debe esperarse el avance del ciclo para evaluar el tamaño y llenado.

Los maíces de siembra intermedia o tardía se ven demorados en el ciclo, tras el impacto de la falta de lluvias y el clima seco. En tanto, la superficie implantada en siembra de segunda fue muy escasa, ya que en el momento de la siembra no estaban dadas las condiciones de humedad del suelo para llevarla a cabo.

La soja de primera tiene buena evolución con cierto retraso en crecimiento y fenología, causados por el déficit hídrico y las altas temperaturas. La de segunda, implantada sobre cebada, registra buena emergencia y está a la espera de lluvias para continuar su desarrollo, mientras que los lotes de soja tardía o implantada sobre trigo muestran nacimientos irregulares y la muerte de plantas por falta de humedad.

De igual modo, por la zona del partido de Vedia, el crecimiento de la soja de primera se vio perjudicado por la falta de precipitaciones, pero comenzó a recuperarse a partir de la lluvia del 5 de enero. Asimismo, se observa un muy buen desarrollo en los maíces de primera y, pese al déficit hídrico durante el período, la humedad acumulada en los perfiles permite estimar buenos rindes para el cultivo en general.

Red de ensayos

El informe fue realizado con el objetivo de conocer el estado de los principales cultivos de la campaña, a partir de una red de 10 unidades demostrativas agrícolas que el INTA posee en más de 12 localidades del norte bonaerense: Colón, Pergamino, Rojas, San Antonio de Areco, Exaltación de la Cruz, Carmen de Areco, San Andrés de Giles, Chacabuco, Chivilcoy, General Arenales, Junín y Leandro N. Alem, entre otras.

Del informe, participaron especialistas de diferentes unidades del INTA: Gustavo Ferraris (Pergamino), Fernando Mousegne (San Antonio de Areco), Antonio Martin (Chivilcoy), Norberto Bressano (Chacabuco), Facundo Fernández (Pergamino), Franco Garello (Chacabuco), María Guadalupe Tellería (Junín), María Paula Melilli (Junín), Alejandro Signorelli (Vedia), Juan Carlos Lisa (Rojas), Milton Sabio (Pergamino).

Fuente INTA Informa