Según un informe del sitio italiano especializado Clal.it traducido por OCLA, a pesar de su potencial, en los últimos años la producción de leche argentina se ha mantenido en torno a los 10 millones de toneladas.

En 1999, señaló el informe, “el gran país latinoamericano produjo 10,3 millones de toneladas de leche, lo que equivale aproximadamente al 1,5% de la producción mundial”.
Sin embargo, Argentina se quedó atrás, mientras que en Estados Unidos la producción ha crecido más de un 15% y en Nueva Zelanda un 22%. En el vecino Brasil, la producción de leche ha aumentado un 67% en los últimos 20 años.

“El sector agroalimentario representa dos tercios de las exportaciones y, por lo tanto, es vital para la economía del país”, destacó el sitio italiano. Sin embargo, las exportaciones de leche y productos lácteos aumentaron hasta 2013 alcanzando un valor de 1.600 millones de dólares, y luego se redujeron significativamente a 548 millones en 2019 (Fuente: IHS). US$ 1.784 millones y US$ 928 millones (Aduana), respectivamente”

La leche y derivados representan una gran oportunidad de exportación de los países latinoamericanos al mercado asiático, China a la cabeza, pero también Malasia, Indonesia, Singapur, Filipinas, Vietnam, Tailandia y por ello el crecimiento de este sector se vuelve fundamental.

Economía y política inestables: los enemigos del sector

La inestabilidad de las variables macroeconómicas y políticas argentinas de los últimos 20 años ha obstaculizado enormemente la mejora de la eficiencia productiva, diagnosticó el informe y apuntó a la extrema volatilidad de los precios como el principal impedimentos para que los productores adopten inversiones en alimentación, salud, bienestar animal y gestión empresarial. “También ha obstaculizado la modernización de las estructuras tecnológicas lácteas y el desarrollo de una cadena de suministro que todavía es demasiado dependiente de los circuitos de intermediación, que absorben gran parte de los márgenes de rentabilidad”.

“No hay muchos países que tengan el potencial de crecimiento productivo como en Argentina. La mejora de la confianza en las instituciones y un marco macroeconómico definido permitirá nuevas inversiones tanto en el sector agrícola como en el sector de transformación para explotar adecuadamente estos potenciales”, concluyó.

Fuente Campo Litoral