El abuelo está con prisión domiciliaria. Ahora la Justicia imputó a la abuela y la llevó la cárcel de mujeres de Santa Fe. Los cargos son gravísimos por supuesto abuso sexual contra su nieto desde los 6 años hasta los 10. «Mamá, te digo la verdad porque no quiero que le pase lo mismo a mi hermanita» habría dicho el niño.

Un giro importante ha tomado el caso del niño de diez años del Barrio Este que confesó a peritos médicos y psiquiatras que su abuelo y su abuela, habrían abusado de él, aproximadamente desde los 6 años.

Toda la información es extraoficial tomada de diferentes vínculos que tienen que ver con las dos causas -tras una paciente y extensa investigación de cronistas de este medio-, porque sorpresivamente, en los últimos días, la mujer del abuelo acusado también ha sido detenida imputada de gravísimos delitos.

La misma, si bien algunas fuentes señalaron que fue detenida en la empresa donde trabajaba, otras dijeron que la detención se habría producido cercanas las 13 del 22 de diciembre último, en su casa del Barrio Este.

La abuela, cuyo nombre sería Nidia, supuestamente estaba detenida en la Subcomisaría del Arco de la Colonización, desde esa fecha, tras la audiencia imputativa que se habría realizado el 24 de diciembre, aunque otra versión indicó que ayer fue llevada a la Cárcel de Mujeres de Santa Fe. No se desestima que los cuatro caros abogados que tiene el matrimonio pidan la detención domiciliaria.

Mientras tanto, el abuelo, sería de nombre Víctor, permanece con prisión domiciliaria y se encontraría en un campo -propiedad de un matrimonio de esa comunidad -ubicado en el dominio rural de la convencina localidad de Humboldt.

Los hechos

El 15 de agosto del año 2013, la mamá de un niño de 10 años encuentra en el teléfono de su hijo la fotografía de un pene. Como era parte de una foto seriada y por el lugar, se dan cuenta que la casa era la de los abuelos donde el niño vivía por razones intrafamiliares, desde muy pequeño. El matrimonio habría ido -dicen las fuentes- a requerir información sobre el hecho a los abuelos -por parte de madre- de la criatura.

El chico en ese tiempo habría ido ya a vivir con su madre, su padrastro y su hermanita que había nacido en esos meses, dado que habían podido agrandar la casa y darle un lugar digno.

De acuerdo a lo que se cuenta, la respuesta de los abuelos era que las fotos pertenecían un vecinito amigo y que eran «cosas de chicos».

El matrimonio notaba sin embargo que el niño de 10 años tenía una fuerte agresividad y había despertado algunos problemas escolares. Hasta que, de acuerdo a lo que se sabe, llegó una tía a la casa en la jornada del Día del Padre ya en el año 2014. La mamá le habría mostrado la fotografía y la tía le habría advertido que ese pene no era de un niño y que la foto tenía otro contenido.

El matrimonio habría hablado especialmente con la abuela quien le habría dicho que eran cosas sin importancia, pero ellos lo llevaron a una profesional en psicología. Luego de tres sesiones privadas, la Psicóloga les confirmó que el niño padecía síntomas de una criatura que había sufrido abusos sexuales graves.

Con la terrible noticia, el matrimonio trata de pensar y en esos días, y más cuando el niño borra la foto del pene, que -con el tiempo se dice hoy- habría sido una «orden» de la abuela.

Un momento terrible

Las fuentes vinculadas a la causa indican que en un momento, al ver la foto borrada, la madre con toda la angustia, habla con el pequeño quien habría dicho literalmente: «Fue el abuelo Víctor. Mamá, te digo la verdad porque no quiero que a mi hermanita le pase lo mismo», dado que al trabajar el matrimonio sus abuelos solían cuidar a la beba.

El matrimonio decide entonces, debido a circunstancias familiares, llegarse con el pequeño a la Comisaría de la Mujer en la ciudad de Santa Fe.

El 5 de agosto el Fiscal de la Causa decidió que lo viera un perito que estuvo dos horas y media con el chico, y dijo que decía la verdad. También fue tratado por profesionales del Hospital Allasia -llamado Hospital de niños- quienes confirmaron que el relato y los hechos eran certeros.

Lo primero que se habría determinado es que se separe al niño del vínculo con su abuelo mientras que su abuela, sí lo habría visitado de forma contínua, contando con la plena confianza del matrimonio, tanto que incluso cuidaba de la hija de ambos recién nacida, se dice.

En ese interín habría sucedido un hecho relevante. La hija del padrastro de unos 17 años sale de la casa y observa que el abuelo del niño, estaba parado afuera dentro de su automóvil y se lo dice al niño, quien inmediatamente corrió a su habitación y se encerró con llave.

Otra vuelta de tuerca

Por razones que se desconocen, el caso fue denunciado en la Comisaría de la Mujer en nuestra ciudad y ello habría permitido la intervención de la Fiscal, Dra. Clelia Trossero.
Nuevos peritajes con profesionales en psicología y médicos dan idénticos resultados que los estudios hechos por los calificados profesionales de Santa Fe: el niño no miente.

La jueza de la ciudad habría dado la orden de protección de la familia y del niño por 4 meses, sin que nadie se pudiera acercar a ellos.
El 17 de agosto -tal como informáramos en su oportunidad- allanan la casa de los abuelos maternos y arrestan «al abuelo Víctor».

Un hecho que estaría en el expediente es que mientras el abuelo abusaba del niño en la cama del matrimonio, el chico habría contado que «la abuela miraba».
Pero la información que daría luego la criatura sería mucho peor.

Síntesis

Para simplificar la historia es posible decir que desde ese tiempo hasta hoy han pasado muchas cosas.

Lo primero es que el caso del abuso por parte del abuelo está en manos del juez, Dr. Nicolás Falkenberg, Juez Penal de Instrucción de Santa Fe. Durante estos meses del año 2014 el niño ha levantado las notas en la escuela, su comportamiento ha mejorado de forma importante y se lo ve mucho mejor.

También que en el transcurso de las investigaciones el niño fue tratado en Cámara Gesell donde su discurso y descripción no da lugar a sospecha alguna sobre los hechos acaecidos.

En ese transcurso, la madre se involucra como querellante en la causa y organismos nacionales con sus abogados intervienen, aunque no se sabe por qué recién en diciembre de este año acceden al expediente, de forma completa, dado que en una intervención anterior sólo se le habrían dado «tres hojitas del mismo».

Hay en el caso además una serie de desentendimiento y falta de información hacia la parte querellante que son motivo de otros análisis y que sorprenden.

Uno de ellos, por ejemplo, es que los abogados del organismo nacional que defienden los intereses de la madre y del niño recién pudieron tomar los expedientes en diciembre del año pasado.

O como cuando el abuelo salió en libertad con prisión domiciliaria el 6 de noviembre del año pasado la familia de la víctima no habría sido notificada. Raro.
¿Hubo testigos amenazados o coaccionados? Eso también se dice.

Un golpe fuerte

De acuerdo a lo que se pudo conocer de fuentes vinculadas a los hechos -todo lo que se dice es de forma extraoficial- es que en algún momento el chico le contó a la Justicia que la abuela no sólo habría visto lo que pasaba en el momento de lo que habrían sido los abusos en su cama matrimonial, sino que habría participado de forma activa y habría sido quien daba las órdenes.

Tal vez eso explique por qué no tiene el mismo juez y la doctora Clelia Trossero el 22 de diciembre pasado haya pedido su detención frente al Juez de Instrucción en lo Penal, Jorge Patrizi, y no en la causa anterior con el Juez Falkenberg, que es la originaria con el abuelo imputado.

Cargos muy graves

El motivo de la audiencia imputativa que le hace la Fiscal Trossero ante el Dr. Patrizi dice que está acusada de «Corrupción y prostitución, promoción y facilitación, etc.» del niño, por la cual estaría detenida en la Subcomisaría 18 del Arco de la Colonización y ahora habría sido trasladada a la Cárcel de Mujeres de Santa Fe.

De ser estos los cargos de los cuales está imputada, sin dudas son gravísimos y de ser correcto el relato del niño, no la muestran como una mujer sometida al arbitrio perverso de su esposo, el cual además padecería de un problema de alcoholismo.

Una pregunta temible

Y en este caso que levanta mil comentarios en la ciudad, por la edad de sus protagonistas, hay una pregunta más temible que cualquier profesional, periodista o conocedor del tema debe hacerse: ¿Un pederasta se hace pederasta a los 50 años?

No se conocen casos en el mundo

Para dar más exactitud al caso es posible indicar que el día 24 de diciembre la mujer habría quedado imputada por el juez de la causa y por esa razón permanece detenida, aunque no se sabe si sus cuatro abogados defensores promoverán su libertad con prisión domiciliaria por motivos familiares, entre los que se indican como posibles.

¿Un capítulo más?

Primero la detención del abuelo, ahora -a dos años y con varios expertos inteviniendo tanto de Santa Fe como de Esperanza- la de la abuela. Además, con cargos imputativos que hacen pensar que bien puede ser quien, por mayor poder que su esposo, podría intelectualmente haber manejado los hilos de los hechos durante todos estos años.

Porque hasta el más inocente de los vecinos puede pensar que -de ser así las acusaciones y lo que se dice- un hombre y una mujer no se levantan un día a los 50 años y dicen: «Bueno, a partir de ahora voy y vamos a ser pederasta». Eso es un absurdo.

Fuente El Colono del Oeste / Daniel Frank