Con más del 98 por ciento de las mesas escrutadas, el Frente de Todos, que postula a Alberto Fernández a la presidencia, ampliaba este lunes algunas décimas su amplia victoria de más de 15 puntos en las elecciones primarias sobre Juntos por el Cambio, que propone la reelección del presidente Mauricio Macri.

Los últimos guarismos casi definitivos del recuento provisional de votos que se difundían en la mañana de este lunes, con el 98,67 por ciento de las mesas (98.831) indicaban que la fórmula de Fernández y la ex presidenta Cristina Kirchner obtuvo 11.622.020, el 47,65 por ciento, sobre los 7.824.996, el 32,08%, obtenidos por la fórmula de Macri y Miguel Ángel Pichetto.

El resultado no solo rompió con lo que pronosticaron las encuestas, sino que también sorprendió por igual al Gobierno y al Frente de Todos, que durante las semanas previas imaginaban un escenario favorable a Fernández, pero con una diferencia mucho menor a los 15 puntos que finalmente se dieron.

Si en los comicios generales del 27 de octubre se repitieran estos números, Fernández se consagraría Presidente en primera vuelta, sin necesidad de enfrentar a Macri en el balotaje pautado para el 24 de noviembre.

Antes de que se conocieran los resultados, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, remarcó que una derrota en las PASO no implica necesariamente que el resultado se repita en las generales y puso como ejemplo lo que ocurrió en las elecciones de 2015, cuando Cambiemos perdió las primarias y la primera vuelta, pero ganó en el balotaje.

Sin embargo, el escenario de este domingo es muy distinto al de 2015: en aquella oportunidad, Cambiemos quedó atrás del Frente para la Victoria en las PASO por unos ocho puntos y en primera vuelta Daniel Scioli le ganó a Macri por apenas tres puntos.

Uno de los datos salientes de la jornada fue la lentitud en la carga de los primeros resultados oficiales, que se esperaba que se dieran a conocer a las 21:00 pero no aparecieron hasta las 22:30.

El Presidente reconoció que el oficialismo tuvo «una mala elección», hecho que permitió vislumbrar que la derrota del Gobierno sería contundente e insistió en que «en octubre se van a definir, tal vez, los próximos 30 años de la Argentina».

«Duele que hoy no hayamos tenido todo el apoyo que esperábamos, mañana seguiremos trabajando. A dormir y a empezar a trabajar desde mañana», expresó.

En tanto, Fernández sostuvo que «la Argentina necesitaba terminar con este tiempo» y, en un mensaje a los votantes más refractarios al kirchnerismo, aclaró: «No venimos a restaurar un régimen, sino a crear una nueva Argentina que tome en cuenta las mejores experiencia».

«En esa Argentina todos tienen lugar. Se terminó el concepto de vengan, de grieta y de cualquier cosa que nos divida», sostuvo el candidato presidencial y remató: «La Argentina se dio cuenta de que el cambio éramos nosotros».

Fuente El Litoral